Por: Dra.
Janet Álvarez-González
Periodista Investigativa
Periodista Investigativa
El comercio no garantiza la riqueza de un país pero la producción sí. La
Administración Sila Maria Calderón convirtió a los cañicultores en el sector
agrícola más explotado y marginado de toda la industria agrícola de Puerto
Rico, y a su vez convirtiendo al Departamento de Agricultura y la Autoridad de
Tierras en los autores de estos crímenes. La razón de estos crímenes: la
energía, la importación del petróleo y la distribución de la gasolina.
Es imposible que un cañicultor realice negocios a largo plazo cuando el
periodo máximo de arrendamiento que le ofrece la Autoridad de Tierras es de
cinco años. En el 2001 la Autoridad de Tierras violentó el contrato de
arrendamiento y producción en sus campos que tenían los colonos de Yabucoa,
arrebatando sus terrenos sin importarle su zafra. Estas acciones llevaron a la
quiebra la industria azucarera de Puerto Rico. Claro, no podemos olvidar quien
era el esposo de la Gobernante, aquel que desde en un principio le convenía
monopolizar la importación del petróleo y la distribución de la gasolina en la
isla.
El jueves 10 de julio del 2003 el secretario del Departamento de
Agricultura, Luis Rivero Cubano, optó por invertir $19 millones para que las
cinco mil cuerdas de terreno en el Valle de Yabucoa que estaban dedicadas al
cultivo de caña por los Colonos de la Central Roig fuesen reconvertidas a otro
tipo de uso agrícola. Desde su conferencia de prensa en Fortaleza, el Sr.
Cubano dijo que la política pública de la Administración de Sila M. Calderón
era redirigir la industria cañera a otros cultivos. Esta transacción la
garantizó el Banco Gubernamental de Fomento con un pago inicial de $4 millones
y $15 millones de balance aplazados a siete años.
Esta gestión
inmediatamente causó estragos en la economía local del Pueblo de Yabucoa y sus
pueblos adyacentes, resultando en más de un 22% de desempleo, y en perdidas que
ascendieron a los $12 millones para los Colonos de la Central Roig por la zafra
de caña cultivada. Cientos de negocios directos e indirectos que dependían de
las gestiones agrícolas de la Central Roig quebraron.
Estas acciones violentaron los derechos más dignos de la familia del
agricultor puertorriqueño en donde se violaron los derechos civiles, derechos a
la propiedad y más aun el derecho al trabajo. Acciones que fueron contrarias a
la política publica de la Administración de quien creó el proyecto que dio
lugar la Ley 189 del 5 de septiembre del 1996, que en su base legal establecía
el traspaso de activos y pasivos a manos de los Colonos existentes para
producir un millón de quintales de azúcar para el consumo local. Claro, para
ese entonces los Colonos de la Central Roig desconocían el rol que la industria
azucarera iba a jugar en el mundo de los combustibles y la energía renovable
del etanol.
No obstante el pasado Gobernador Aníbal Acevedo Vila se convirtió en uno de
los 30 miembros de la Coalición de Gobernadores de Etanol en los Estados Unidos
“Gobernor’s Ethanol Coalición”. El 9 de junio del 2005 Acevedo Vila endosó el
“National Security and Bioenergy Act of 2005” en beneficio de los estados
productores de etanol, sin embargo, fue incapaz de extender la ayuda para
fomentar la producción de etanol en Puerto Rico. Mas aun, Acevedo Vila le
exigió a la Autoridad de Tierras que adquiriera sobre 80,000 cuerdas agrícolas
las cuales al final quedaron al baldío. Por esto el Departamento de Agricultura
de Puerto Rico junto al entonces Secretario y aspirante a Senador por el
Partido Popular José Orlando Fabrés Laboy desmotivó, ahuyentó a inversionistas
del extranjero que deseaban reestablecer la industria azucarera en Puerto Rico
y establecer la industria del etanol junto a los ya destituidos cañicultures
puertorriqueños.
El costo de la producción de etanol basado en caña de azúcar es la mitad
que el etanol producido con la materia prima del maíz, es decir, muy bien esta
industria pudo haber incrementado la economía de los pueblos de Yabucoa,
Humacao, Salinas, Patillas, Maunabo, Arrollo, Las Piedras y Guayama; y además,
reducir el costo de la gasolina en Puerto Rico dejando un superávit en la
industria azucarera.
Con alevosía y premeditación el Departamento de Agricultura confabulo para
quedarse con la Central y Refinería Mercedita. Fernando Toledo quien para ese
entonces era el Secretario de Agricultura le presentó al grupo de Colonos al
empresario Dominicano Abraham Selman como “un inversionista externo con amplia
capacidad técnica y financiera para administrar la Refinería Mercedita”.
Selman y su compañía Fin
Tech llegaron con la promesa invertir y reestablecer la industria azucarera en
Puerto Rico, no optante nunca se vio producción en la Refinería Mercedita y
extrañamente desapareció su molino valorizado en 3 millones de dólares.
El actual Presidente del Senado de Puerto Rico el Honorable Eduardo Bhatia
quien representaba al Estado Libre Asociado de Puerto Rico en los Estados
Unidos y era el asesor principal del gobernador Acebedo Vila sobre asuntos
federales de interés para Puerto Rico anunció la inclusión del lenguaje en
el proyecto de Ley H.R. 6: Política Publica Sobre Energía de 2005, el cual
eximia a Puerto Rico de la medida Estándar de Combustibles Renovables.
La medida Título 15 del proyecto de Ley H.R. 6 conocida como “Estándar de
Combustible Renovable”, considerado y aprobado por las sesiones número 107 y
108 del Congreso Federal, requería un aumento en la cantidad de combustible
derivado de fuentes agrícolas renovables, como el etanol, en el combustible
utilizado en los vehículos de motor. Lo cual si se hubiese producido en Puerto
Rico hubiera reducido el precio de la gasolina, y a su vez proveía un nuevo
mercado para las cosechas de los cañicultores de Puerto Rico.
Según Bathia aunque el etanol reduce ciertas emisiones de los vehículos y
es una fuente alterna doméstica de energía, su producción resultaba muy
costosa. Sin embargo, cuando la compañía Planet Investments propuso incurrir
con la inversión prometiendo la creación de 32,000 empleos directos se le
denegó dicha inversión aunque la misma no solicitaba fondos públicos. Bathia
utilizó como pretexto que la transportación marítima del etanol era peligrosa
cuando desde el principio el etanol iba a ser producido en Yabucoa sin utilizar
la transportación marítima.
El 17 mayo 2008 el periódico El Nuevo Día anuncio que entre 120 a 150
empleados de la Refinería Shell en Yabucoa se quedarían sin empleo a partir de
septiembre tras el cese de las facilidades de producción de la compañía a
finales de julio. Es decir; dichas facilidades serian utilizadas como almacenes
ya que la gasolina seria importada. Seguramente esta ley que Bathia rechazó
para Puerto Rico hubiese beneficiado no solo a los cañicultores, sino a la
misma Shell y al sufrido pueblo de Puerto Rico.
El 30 de agosto del 2013 el Periódico “La Esquina” publicó que El Alcalde
de Yabucoa Rafael “Rafy” Surillo, con alegría anunció la remoción y demolición
de metales en la abandonada refinería Shell Chemical de Yabucoa, resaltando la
importancia de “los nuevos trabajos”. Es decir los empleados de la Shell que
antes trabajaban como petroleros ahora fueron degradados a “ingenieros de
mantenimiento”: en palabras pueblerinas para los arrimados pancistas: sus
ciudadanos y pasados empleados petroleros se convirtieron en “janitors”.
Después de década y media de nefastas administraciones y de una
administración que los pasados 3 años se ha convertido en el verdugo del pueblo
y del más grande conspirador de un forzoso exilio de sus constituyentes hoy su
Secretario de Estado el Honorable David Bernier anuncio su “ingenioso pacto
comercial con la Republica Dominicana”. Mensaje demagógico sin sustancia
económica y sin impacto financiero alguno, sin especificar lo más importante:
la cantidad de empleos a producirse; engañando al pueblo nuevamente con
mentiras, para que usted puertorriqueño emigre y seda su casa.
El gobierno debe de garantizar el bienestar de los ciudadanos,
inversionistas, cañicultores, y de sus trabajadores, ofreciendo certidumbre,
permanencia, viabilidad y continuidad en el tiempo del arrendamiento de
terrenos y a la cadena productiva de industria y sector primario que la
abastece, para así entonces viabilizar y dar entrada a los inversionistas que
desean establecer la industria del etanol o cualquier industria.
Puertorriqueño que me lees, no permitas que tu hogar se convierta en
el tercer mundo.
http://preb.com/apuntes5/inazucar.htm
ResponderEliminarEl cultivo de la caña en Puerto Rico se remonta al siglo 16 cuando se fundó la primera hacienda azucarera en la isla. El cultivo de la caña paso por varios períodos de desarrollo económico, tecnológico y social culminando en las grandes factorías centrales tan familiares para muchos puertorriqueños.
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