Resurrección y
reencarnación 6
14. Mas el hombre después que haya muerto, y
despojado que sea y
consumido, ¿dime dónde está? - ¿Crees, por ventura,
que muerto un hombre
tornará a vivir? Todos los días de mi presente
milicia, estoy esperando hasta que
llegue mi mudanza. (Job, Cap. XIV, v. 10, 14. Scio).
Mas cuando un hombre ha muerto una vez, que su cuerpo
separado de su
espíritu está consumido, ¿qué es de él? - El hombre
estando muerto una vez,
¿podría acaso vivir de nuevo? En esta guerra en que me
encuentro todos los días
de mi vida, espero que mi cambio llegará (Id.
traducción de Sacy).
Cuando el hombre muere pierde toda su fuerza, expira
¿después, en dónde
está? - Si el hombre muere ¿volverá a vivir? Esperaré
todos los días de mi combate
hasta que llegue algún cambio. (Id. traducción
protestante de Osterwald).
Cuando el hombre es muerto, vive siempre; concluyendo
los días de mi
existencia terrestre esperaré porque volveré a ella de
nuevo. (Id versión de la
iglesia griega).
15. El principio de la pluralidad de existencias, está
claramente expresado en
estas cuatro versiones. No se puede suponer que Job
quisiese hablar de la regeneración
por el agua del bautismo, que ciertamente no conocía.
"El hombre estando muerto una vez, ¿podría acaso vivir de nuevo? La idea
de morir una vez y volver a vivir implica la de morir
y volver a vivir muchas veces. La
versión de la iglesia griega es aún más explícita, si
es posible. "Concluyendo los días de
mi existencia terrestre, esperaré, porque
volveré"; es decir, volveré a la existencia
terrestre. Esto es tan claro como si uno dijera:
"Salgo de mi casa, pero volveré".
"En esta guerra que me encuentro, todos los días
de mi vida, espero que mi
cambio llegará". Job quiere evidentemente hablar
de la lucha de la vida; espera su
cambio, es decir, se resigna. En la versión griega yo esperaré,
parece más bien aplicarse
a la nueva existencia: "concluyendo los días de
mi existencia terrestre, esperaré, porque
volveré". Job parece colocarse después de la
muerte. en el intervalo que separa una existencia
de otra, y decir que allí esperará su vuelta.
16. No es, pues, dudoso que bajo el nombre de resurrección,
el principio de la
reencarnación era una de las creencias fundamentales
de los judíos, siendo confirmada
por Jesús y los profetas de una manera formal; de
donde se sigue que negar la
reencarnación, es negar las palabras de Cristo. Sus
palabras serán un día autoridad sobre
este punto, como sobre muchos otros, cuando se mediten
sin prevención.
17. Pero a esta autoridad, desde el punto de vista
religioso, viene a unirse desde
el punto de vista filosófico, el de las pruebas que
resultan de la observación de los
hechos; cuando de los efectos quiere uno remontarse a
las causas, la reencarnación
aparece como una necesidad absoluta, como una
condición inherente a la humanidade en
una palabra, como una ley de la naturaleza; se revela
por sus resultados de una manera,
por decirlo así, material, como el motor oculto se
revela por el movimiento, ella sola
puede decir al hombre "de dónde viene y dónde va
y porque está en la tierra", y
justificar todas las anomalías y todas las injusticia
aparentes que presenta la vida (1).
Sin el principio de la preexistencia del alma y de la
pluralidad de existencias, la
mayor parte de las máximas del Evangelio son
ininteligibles; por esto dieron lugar a
interpretaciones tan contradictorias: ese principio es
la clave que debe restituirles su
verdadero sentido.
Extraído del libro “El evangelio según el espiritismo”
Allan Kardec
En el sentido de "regeneración moral", son la negación de las penas eternas, puesto que establecen en principio el que "todos aquellos que están muertos, volverán a vivir".
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