Límites de la encarnación


Límites de la encarnación

 

24. "¿Cuáles son los límites de la encarnación?"

- Propiamente hablando, la encarnación no tiene límites bien marcados, si se

entiende por tal la envoltura que constituye el cuerpo del espíritu atendido que la

materialidad de esta envoltura, disminuye a medida que el espíritu se purifica. En ciertos

mundos más adelantados que la tierra, es menos compacta, menos pesada y menos

grosera, y por consiguiente, sujeta a menos

vicisitudes; a un grado más elevado, es diáfana y casi fluídica; de grado en grado se

desmaterializa y acaba por confundirse con el periespíritu. Según el mundo en que debe

vivir el espíritu, toma éste la envoltura apropiada a la naturaleza de aquel mundo.

El mismo periespíritu sufre transformaciones sucesivas; se hace cada vez más

etéreo hasta la completa depuración, que constituye la esencia de los espíritus puros. Si

mundos especiales están afectos, como estaciones, a los espíritus muy adelantados, estos

últimos no están sujetos a ellos como en los mundos inferiores; el estado libre en que se

encuentran les permiten transportarse a todas las partes a que les llaman las misiones

que les son confiadas.

Si se considera la encarnación desde el punto de vista material, como tiene lugar

en la tierra, se puede decir que está limitada a los mundos inferiores; por consiguiente,

depende del espíritu desembarazarse de ella más pronto, trabajando para su purificación.

Debe también considerarse que en el estado errante, es decir, en el intervalo de

las existencias corporales, la situación del espíritu está en relación con la naturaleza del

mundo al que le liga su grado de adelanto; así es que en la erraticidad, es más o menos

feliz, libre e ilustrado, según esté más o menos desmaterializado (San Luis. París,

1859).

Extraído del libro “El evangelio según el espiritismo”
Allan Kardec



1 comentario:

  1. Si se considera la encarnación desde el punto de vista material, como tiene lugar

    en la tierra, se puede decir que está limitada a los mundos inferiores; por consiguiente,

    depende del espíritu desembarazarse de ella más pronto, trabajando para su purificación.

    ResponderEliminar

Memoria de mi Espíritu Clara Román- Odio

  Memoria de mi Espíritu Clara Román- Odio En Memoria de mi Espíritu, un libro que no presenta la autora, su memoria de recuerdos de su ni...