LAS CUALIDADES DE LA ORACION


LAS CUALIDADES DE LA ORACION

Jesús definió las cualidades de la oración claramente, diciendo:

Cuando roguéis, no os pongáis en evidencia; rogad en secreto y no aparentéis rogar mucho porque no será por la multitud de las palabras que seréis oídos, sino por la sinceridad con que sean dichas; antes de orar, si tenéis alguna cosa contra alguien, perdonádsela, porque la oración no podría ser agradable a Dios si no sale de un corazón purificado de todo sentimiento contrario a la caridad; en fin, rogad con humildad, como el publicano, y no con orgullo, como el fariseo: examinad vuestros defectos y no vuestras cualidades, y si os comparáis con otros, buscad lo que hay de malo en vosotros.

 

REFLEXION en actitud meditativa aprendamos ahora que....

La verdadera adoración está en el corazón. En todas vuestras acciones, pensad siempre que un Maestro os observa”.] Se condena la vida contemplativa, por ser inútil, así como la monástica, puesto que Dios no quiere el cultivo egoísta del sentimiento religioso, sino la práctica de la caridad, la experiencia viva y constante del amor por medio de las relaciones humanas.

El Libro de los Espíritus no deja a un lado la cuestión del culto religioso. El hombre, que hacia Dios gravita, es un Ser religioso por naturaleza, que necesita manifestar su religiosidad. Y tal manifestación se opera en las formas naturales de adoración, entre las que se cuenta la plegaria. Por medio de la oración el hombre piensa en Dios, se acerca a Él, con Él se comunica. Tal lo que hallamos a partir del parágrafo 658. Mediante las preces el ser humano puede acelerar su evolución, elevarse más pronto sobre sí mismo. Pero tampoco el rezar puede ser tan sólo un acto formal. Con la oración es posible hacer tres cosas: alabar, pedir y dar gracias a Dios; pero siempre que lo hagamos con el corazón y no únicamente con los labios.

J.Herculano Pires.

 

Toda oración debe tener estas cualidades

1.    SINCERIDAD.  INTENSIDAD.   BENDICION. PERSEVERANCIA. VELAR.  FE. VOLUNTAD.

2.     Confiada,  recta,  ordenada,  devota, humilde,

3 comentarios:

  1. Al hablar con Dios en la oración debemos cuidar los detalles de respeto y delicadeza, igual que cuidamos la educación con las personas que tratamos. De ahí que la oración bien hecha habrá de ser:

    - Piadosa. Hemos de acudir a la oración como hijos, porque lo somos.

    - Humilde. Siempre necesitamos de Dios, y somos pecadores.

    - Confiada. Él nos ama como Padre, nos fiamos de Él y estamos seguros de que nos dará lo mejor.

    - Perseverante. Pedir una y otra vez, sin cansancio ni desánimo.

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  2. En general, la oración es poderoso auxiliar de la liberación de
    los obsesados; nunca, no obstante, la oración sólo de palabras,
    dicha con indiferencia y como una fórmula banal, será eficaz en
    semejante caso. Se hace menester una oración ardiente, que sea al
    mismo tiempo como una magnetización mental. Por el
    pensamiento, se puede dirigir para el paciente una corriente
    fluídica saludable, cuya potencia guarda relación con la intención.
    La oración, pues, no tiene apenas por efecto invocar un auxilio
    extraño, sino ejercer una acción fluídica. Lo que una persona, sola
    no puede hacer, lo pueden, casi siempre, muchas personas unidas
    por la intención en una oración colectiva y reiterada, visto que el
    número aumenta la potencialidad de la acción.
    Allan Kardec – “Obras Póstumas”

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  3. “Orar es hablar con Dios”, esa es la definición más común y más sencilla que hemos oído del significado de la oración. La oración a Dios no es solamente postura y palabras repetitivas. La oración a Dios es fe, devoción, gratitud, alabanza, confianza, paciencia, constancia, y todo aquello que te conecta espiritualmente con Él. No se trata de lugares y circunstancias especiales donde la oración sobresale. La oración es comunión con Dios, y va más allá de lo físico y lo material. La disciplina de la oración, no se suscribe a tradiciones litúrgicas y cadenas interminables de palabras escogidas. La oración es un aliento de vida en un ambiente hostil de adversidad. La oración es acortar distancias y vencer obstáculos para recibir atención en la sintonía celestial. La oración es un radar de emisión y recepción terrenal de lo que se espera del cielo. La oración es el transmisor de códigos secretos y espirituales entre la tierra y el cielo. La Biblia dice: “Clama á mí, y te responderé, y te enseñaré cosas grandes y dificultosas que tú no sabes.” -Jeremías 33:3. — El verso de Jeremías respecto a la oración en clamor, es considerado una promesa. Orar a Dios es responsabilidad humana; enseñar y revelar, son promesas y respuestas divinas.

    https://ovidiobarrios.wordpress.com/2017/04/01/10-cualidades-al-orar-primera-parte/

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