La Reencarnación y el Evangelio


La Reencarnación y el Evangelio

 Entrevistando al escritor espírita Richard Simonetti en una de sus visitas a Aracaju como Periodista, se le hicieron una serie de preguntas que actualmente, son comentadas desde diversos sectores, unos a favor y otros en contra de la reencarnación. Vamos aquí a seguir las respectivas respuestas.

1. ¿ La reencarnación aparece en el Nuevo Testamento?

Respuesta: Más que en el viejo. Hay innumerables referencias bastante explícitas.

2. Se menciona el célebre encuetro de Jesús con Nicodemo para demostrar que Jesús enseñaba la reencarnación. ¿ Sería esta la evidencia mayor?

Respuesta: Es la más recordada. El problema es que Jesús empleaba un lenguaje simbólico. El analista siempre lo interpreta según las conveniencias de su religión.. En qué textos del Evangelio, la reencarnación aparece de forma objetiva?


Respuesta: En las referencias de Jesús a Juan el Bautista. Según las tradiciones judaicas, el profeta Elías debería retornar a la Tierra en el advenimiento del Mesías. Sería el precursor aquel que anunciaría su llegada y lo presentaría. Sabemos que Elías reencarnó como Juan Bautista. Jesús se refiere textualmente a eso cuando, preguntado por los discípulos dijo: " Yo, por tanto os digo que Elías ya vino y no lo reconocieron, sino que hicieron con él cuanto quisieron. Así también, el Hijo del Hombre ha de padecer en manos de ellos". (Mateo 17.12). Juan fué decapitado por orden de Herodes.. Eso significaba la conclusión del evangelista, en el versículo siguiente: " Entonces los discípulos comprendieron que les hablaba de Juan el Bautista".

4. La reencarnación aparece en otros pasajes evangélicos?

Respuesta: EnMateo (16:13-14), cuando Jesús pregunta: "¿ Qué dice el pueblo de quién puede ser el hijo del hombre?.

Responden los discípulos: Unos dicen que Juan Bautista, otros que Elías y otros que Jeremías o algún otro de los profetas." Es obvio que los discípulos y el pueblo estaban familiarizados con la idéa de las vidas sucesivas y no cabría aquella respuesta ante semejante pregunta si no admitiesen la reencarnación".

  Si la reencarnación aparece de forma tan evidente en el Nuevo Testamento, por qué fué proscrita?

Respuesta: A partir del Siglo IV, cuando por influencia de los Emperadores Constantino y Teodosio, transformaron el cristianismo en la religión oficial del Imperio Romano. Fué en este momento cuando el Evangelio fué alterado en la parte referente a la preexistencia del alma . Esta iglesia se institucionalizó surgiendo así el profesionalismo religioso en nombre de Jesús con las prácticas exteriores del paganismo, hasta hoy. En ese cuadro de ambiciones y privilegios, no había lugar para la reencarnación, una doctrina que exalta la responsabilidad individual y enseña que nuestro futuro está condicionado por el empeño de renovación individual, y nunca a la simple adhesión a cualquier iglesia. Volveremos después...

Tomado de; http://inquietudesespiritas.blogspot.com/2011/02/la-reencarnacion-y-el-evangelio.html
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Hola buenas vamos hablar de la Reencarnación en el Evangelio: Así veremos como no fue Ni Jesús ni los primeros padres de la Iglesia los que no creían en la Reencarnación Y que fue quitada POR conveniencia, La Iglesia católica se salió de ella por Orden de la mujer de Constantino el emperador católico.

Los libros sagrados de los hebreos: el Zohar, la Cábala, el Talmund, afirman igualmente la preexistencia y, con el nombre de resurrección, la reencarnación. Esta era la creencia de los fariseos y de los Esenios. El
Antiguo y Nuevo testamento, en medio de textos oscuros y alterados, traen aún numerosas huellas; por ejemplo, en ciertos pasajes de Jeremías y de Job, luego en el caso de Juan Bautista, que antes fue Elías, en el del ciego de nacimiento y en la conversación secreta de Jesús con Nicodemo.

Se lee en Mateo. “Yo os digo la verdad: entre las criaturas nacidas de mujer, no hay ninguna más grande que Juan Bautista. Y si queréis entender, él es el mismo Elias que tenía que venir. Quien tenga oídos para oír que oiga”

Otro día, los discípulos de Cristo, le interrogaron, diciéndole ¿Por qué, pues, los escribas dicen que es preciso que antes vuelva Elías” Y Jesús les contestaba: “En verdad que Elías ya ha venido, pero que ellos no lo han reconocido y han hecho con él lo que han querido”. Entonces, los discípulos comprendieron que era de Juan Bautista, de quien hablaba, y a quien se refería.

Un día, Jesús, pregunta a sus discípulos que decía el pueblo acerca de él. Aquellos le contestaron “Los unos, dicen que tú eres Juan Bautista: otros, que eres Elías, y otros, Jeremías o algún otro de los
antiguos profetas vuelto al mundo”. Jesús lejos de disuadirles, como lo hubiese hecho, seguramente, en el caso de exponer cosas imaginarias, se contentó con añadir: ¿Y vosotros Quien creéis que yo sea? Cuando Jesús encuentra al ciego de nacimiento, sus discípulos le preguntan sí aquel hombre ha nacido ciego a causa de los pecados de sus padres, o de los que él había cometido antes de nacer. Ellos creían, pues en la posibilidad de la reencarnación de la preexistencia del alma, . Su lenguaje haría creer que esta creencia estaba extendida en el pueblo, y Jesús parece autorizarla, en lugar de combatirla. El habla de las numerosas moradas de que se compone la casa del Padre, y Orígenes comentando estas palabras, añade: “El Señor, hace alusión a la diferentes estancias que las almas deben ocupar, después que han sido despojadas de sus cuerpos actuales, y que se hayan revestido con otros nuevos.

Leemos en el avangelio de San Juan “Había un hombre entre los fariseos, llamado Nicodemo, que era uno de los principales judios. Este hombre fue una noche a encontrar a Jesús y le dijo: “Maestro, sabemos que tú eres un doctor, venido de parte de Dios, puesto que nadie sabría hacer los milagros que tú haces, si Dios no estuviese con él” Jesús le contestó: “En verdad te lo digo: si un hombre no nace de
nuevo, no le es posible ver el reino de Dios”. Nicodemo contestó: “¿Cómo un hombre puede nacer de nuevo cuando es viejo. ¿Puede, acaso volver a entrar en el vientre de su madre y nacer una segunda vez?” Jesús contesta: “En verdad te digo que si un hombre no nace de agua o de espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. Lo que es nacido de la carne, carne es: mas, lo que es nacido de esp0íritu, es Píritu es. No te extrañe nada de lo que te he dicho; es preciso que nazcáis de nuevo . El aire, sopla donde quiere y tú oyes su ruido, mas no sabes de dónde viene ni a dónde va. Lo mismo es con todo hombre nacido de espíritu”.

Como vemos, todo estos fragmentos sacados de el Evangelio demuestran que Jesús, si creía en la reencarnación a un mas la proclamaba como única manera de conseguir la pureza de Espíritu. “Que fuera verdad o no que Jesús lo dijera, en el evangelio está", y demuestra que el cristianismo es reencarnacioncita aunque los católicos y los protestantes lo nieguen por eso hay tanta contradicción en el si no se parte de esa base.

Un Saludo:

 

Tomado de; http://www.alegsa.com.ar/Foro/viewtopic.php?t=6982

2 comentarios:

  1. Cierta vez, escuchamos de voz de un Amado Instructor Espiritual: La Reencarnación, conocida por varios pueblos y civilizaciones, no habría conseguido, hasta el advenimiento de Jesús, tornar al hombre mas feliz, más fraterno. Con Jesús, entre tanto, sufrió ella un baño de luz y misericordia.

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  2. «Lo que el hombre siembre es lo que cosechará» ¿Es esto realmente así? La respuesta a esta frase sería en todo caso una clave para la propia vida, para poder entender y poder cambiar todos los sucesos de la misma.
    También Jesús de Nazaret y los cristianos de los primeros tiempos conocían esta «ley de Siembra y cosecha».
    Según esto, una siembra germina en esta vida, en el Más allá o en una vida terrenal posterior. Para esto el hombre recibe mucha ayuda, por ejemplo, innumerables llamadas de atención y advertencias que le ayudan a evitar un infortunio.


    Jesús dijo sobre encarnaciones pasadas: «Cuando contempláis vuestra imagen y semejanza, os alegráis; pero cuando veis vuestras propias imágenes hechas antes que vosotros - ¿cuánto podréis aguantar?» (Evangelio de Tomás, vers. 84)

    La meta del camino cristiano es poner fin a las encarnaciones en el cuerpo humano y el retorno de todas las almas y seres humanos a su Hogar eterno.

    https://www.theologe.de/reencarnacion.htm

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