Caracteres de la revelación espirita 20
42. —Si por otra parte se,
considera el poder moralizador del Espiritismo,; por. el objeto que asigna á
todas las acciones de la vida, por las. consecuencias debien y de mal, que hace
palpables, por la fuerza moral, el valor y los consuelos que proporciona en las
aflicciones; por una inalterable confianza en el porvenir; por el pensamiento
de tener á su ,lado las personas amadas,
por la; seguridad de volverlas á ver, por la posibilidad de conversar con
ellas; en fin, por la certidumbre de que todo lo que se, hace, todo lo, que se
adquiere, en inteligencia, en saber, en moralidad hasta la ultimar hora de la
vida, queda adquirido, y aprovecha al adelantamiento, se reconoce que el
Espiritismo realiza todas. , las promesas de Cristo relativas al consolador
anunciado. Pero como es el, Espíritu de verdad el que preside al gran
movimiento de la regeneracion, la.; promesa de su advenimiento se encuentra
asimismo realizada, porque de hecho él es el verdadero consolador (1,)
(1)
Muchos padres de familia deploran la muerte prematura de hijos por cuya
educacion han hecho grandes sacrificios, y se dicen que todo ha sido en pura
perdida. Con el Espiritismo no tienen que sentir estos sacrificios y se
sentirían dispuestos á hacerlos aun con la certidumbre de ver morir á sus
hijos; porque saben que, si no aprovechan esta educación por el momento, les ha
dé servir sin embargo, primero para su adelantamiento como Espíritus, porque
otro tanto llevarán para su nuevo estado, y segundo, porque tendrán una
provision intelectual que los hará más aptos para adquirir nuevos
conocimientos. Tales son esos niños que traen ideas innatas, que saben por
decirlo así y aprenden sin necesidad de que se les enseñe. ¿ como padres no
tienen la satisfacción inmediata de ver á sus hijos aprovecha irse de la
educacion que les han procurado , saben sin embargo que les ha de servir
muchísimo, ya como Espíritus ya tambien como hombres. Quizás se de nuevo padres
de esos mismos niños de quienes se dice felizmente dotados por la naturaleza, y
que de en sus aptitudes y felices disposiciones á una educcion precedente. Del
mismo modo, si los jovenes se pervierten o malogran por negligencia de los
padres, estos tul vez tendrán que sufrir despues los disgustos y pesares que
les susciten en otra existencia.
(Evang.
segun el Espiritismo, cap. V, n." 21. Muertes prematuras)
Extraído del libro “EL GÉNESIS
LOS
MILAGROS Y LAS PROFECÍAS SEGÚN EL ESPIRITISMO”
Allan Kardec
Allan Kardec
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