Esas Palabras
Ha sentido
la sensación que el día será más largo hoy. Estaba yendo al parque a reunirme
con mi novio cuando me llama a decirme que iba a llegar tarde. Así que fui al
kiosco y me compré un batido de fruta. Me senté en un banco cerca de la fuente.
Apareciendo un señor de la nada a contarme sus penas. Por respecto a sus años
lo escuche en silencio. A continuación, su alegato.
El día esta hermoso. Lleno de
luz que resplandece en cada sitio del parque. Las flores esta bellas. Estoy
pensando lo que sucedió hace un mes. Era algo que yo no me esperaba. Ella me
hablo. Esas palabras hicieron que esta
persona fuera feliz. Hacerme feliz fue
un nuevo sentir, la esperanza de recuperar esa amistad profunda. No esperaba
eso.
He creído toda la vida que cuando las personas se mueren se murió. Así
mismo cuando algo termina termino. Eso no vuelve existir otra vez. Pero esas palabras me devolvieron la vida a
mis años. Me dio una esperanza. Me sentí otra persona como un niño que le
comprar su primer juguete. El cual quiere protegerlo, cuidarlo de todos. Yo pensaba que esa amistad estaba muerta.
Pensé que éramos enemigos. Pero ella… Ella me dijo: “muchas felicidades en esta
navidad”. Eso fue para mí algo
maravilloso. Ese día no necesitaba nada más.
Esas palabras suavizaron mi corazón que era como piedra. Brotó la sangre
a mi cuerpo. Sentí el amor. Mi corazón, mi pensamiento se opacaron de alegría.
Esas palabras llegaron a mí en un momento importante. El cual necesitaba.
Ha pasado un mes de aquellas palabras. Hoy me siento triste por la razón
que estas palabras me debilitaron.
Debilitaron mi carácter que tenía con ella. Me ha derrumbado. Ahora tengo miedo de lo que yo le pueda
decir. Tengo precaución y cuidado cuando estoy cerquita de ella. Quiero que vea
que sigo siendo el mismo. Deseo endurecer mi corazón a ese sentimiento. Ser
duró como el acero. Que mi corazón y mi
mente no recuerde aquella noche de pasión que tuvimos. Por cosas del destino
nos volvimos enemigos a saber que nos mentimos. Ocultando a nuestras parejas.
Ella con novio y yo casado. Yo la veo con él a cada rato. Eso destruye mi
corazón. Mientras la ignoraba está
protegiendo mi corazón. Mi coraza desapareció el día que ella me dijo: “muchas
felicidades en esta navidad”.
Cada cual tiene un propósito en la vida. Sé que el mío no es herir y
desmoralizar a las personas a mi alrededor. Yo solo quiero ayudar a la
humanidad. Hacer el bien sin mirar a quien. Es por eso que yo vivo. Cuidar y
proteger a mi semejante. Yo necesito que mis enemigos este bien conmigo. Que
todas las personas que me rodean este bien. Quiero dormir tranquilo y no tener
pesadilla. No quiero la tristeza en mi vida y tener mis sentimientos amorosos
en cada momento. Yo anhelo las caricias. Necesito ser acariciado y dar
caricias. Deseo tener muchas amigas y no
perder su amistad. Porque sería para mí una destrucción de la moral y la
dignidad de cada una de ellas. Yo sufro por el rechazo si de alguna no me
quiera.
Mientras estoy pensando y analizando las cosas de la vida aparece una
amiga interrumpiéndome. Al irse aparece
mi otra amiga. Yo me pregunto: ¿para qué? Para interrumpir mi pensamiento
porque al final y al cabo me dejan solo con mi dilema. Mi vida me ha hecho
sufrir, llorar y han intentado desalentarme. He sido una persona de carácter
fuerte de que era un niño. Crecí en la amargura, odio, coraje, y rencor. En un
ambiente de venganza, burla y pelea. Pensé una vez quitarme del medio.
Aquellas palabras no se me han ido de la mente, como una persona que
rompió amistad conmigo me desea el bien. Esas palabras me persiguen. Me
cuestione porque me la digo si ella me odia. Pero fue hermoso escucharla. Ella
derribo la coraza que me está amargando, torturando y quemando mi ser.
Como me decía un amigo el otro día en el parque la felicidad no es fácil
ni es gratis, pero se puede conseguir. Lo que hay que intentarlo. Pero ella decidido en aquel tiempo olvidarse
de mí, de quien le podía dar felicidad. Yo supe que tenía problema con su novio
y que estaba triste, yo la observaba, la tenía en la mirilla. Me dolía verla
así. Aguantaba las ganas de ir a socorrerlas en mis dulces caricias. De
abrazarla como antes de sentir su cuerpo contra el mío. Me enamore de ella más
que las otras amigas. Caramba, pero esas
palabras me han dejado pensando. Cuestionándome en cada momento porque me las
dijo. Acaso quiere volver conmigo. No logro entender esta situación. El
sentimiento me invade y la duda me persigue. Será que ella al igual que yo
tenía pedregal en el corazón.
No será acaso que aquellas palabras fueron fingidas. Para saber que yo
haría. Para desmoralizarme y destruir mi forma de vida. Eso me amargaría. Porque ella es mi peor pesadilla, mi tristeza
y alegría, mi sentir y mi sufrir. Ella es la piedra y la estrella en mi camino.
Una tortura para un hombre enamorado. Ella es tanta cosa para mí. Cada minuto
pienso en ella, en sus caricias y amores. A pesar que amas a otro. Pero yo sé
que no será mi esposa, porque esposa tengo. La quiero y deseo como amiga.
Yo no necesito que ella me quiera, con tan solo pensar en ella soy
feliz. Con tan solo se fijé en mí. Sé que gritas a voces que me necesita. Por
qué se dejas ver por mí. Va al lugar que yo frecuento. En mi pensamiento vive
la cálida imagen de sus abrazos. Es muy importante sabe que cuando estoy lejos
de ella siento esa necesidad de verla. Al verla me arrepiento de lo débil que
he sido. Esta confusión ha hecho que me arrepienta de haberla conocido. Me
preocupó cuando no la veo. Por qué me pregunto si le ha pasado algo. Pero luego
llega aire a mi cabeza y pienso que esta con su novio. Pero mi corazón me indica que ella me ama en
silencio. El asunto es que a escuchas esas palabras recordé todo el amor que
teníamos en nuestras manos.
Espero que me haya entendido joven. Me dijo el
señor al finalizar su alegato. Se levantó del banco se despidió amablemente y
prosiguió su camino por el parque.
Iris de la Rosa Vélez. 2002.
PD. El espiritista tiene que cuidarse de estas conducta que afecta el espiritud.
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