Se
pedirá mucho al que ha recibido mucho
10.
Porque aquel siervo que supo la voluntad de su Señor y no se apercibió, y no
hizo conforme a su voluntad, será muy bien azotado. - Mas el que no supo e hizo
cosas dignas de castigo, poco será azotado. Porque a todo aquél a quien mucho
fué dado, mucho le será demandado; y al que mucho encomendaron, más le pedirán,
(San Lucas, cap. XII, v. 47 y 48).
11.
Y Jesús dijo: Yo vine a este mundo para juicio: para que vean los que no ven, y
los que ven sean hechos ciegos. - Y lo oyeron algunos de los fariseos, que
estaban con El. Y le dijeron: ¿pues qué, nosotros somos también ciegos? - Jesús
les dijo: Si fuéseis ciegos no tendríais pecado: mas ahora porque decís vemos,
por eso permanece vuestro pecado. (San Juan, capítulo IX, v. 39, 40 y 41.)
12.
Estas máximas, sobre todo, encuentran su explicación en la enseñanza de los
espíritus. Cualquiera que conozca los preceptos de Cristo, seguramente es
culpable si no los practica; pero como que el Evangelio que los contiene no
está esparcido sino en las sectas cristianas, entre éstas, ¡cuántas personas
hay que no le comprenden! Resulta de esto que las mismas palabras de Jesús son
perdidas para el mayor número. La enseñanza de los espiritus que reproduce
estas maximas bajo diferentes formas, que las desarrolla y comenta para
ponerlas al alcance de todos, tiene de particular que no está circunscripta, y
que todos los letrados e iletrados, creyentes e incrédulos, cristianos o no,
puedan recibirla, puesto que los Espíritus se comunican por todas partes;
ninguno de los que la reciben directa o indirectamente pueden pretextar
ignorancia; no pueden excusarse ni con su falta de instrucción ni con la
obscuridad de su sentido alegórico. Aquel, pues, que no saca provecho de ella
para su mejoramiento, que la admira como cosa interesante y curiosa, sin que su
corazón se conmueva, que no es ni menos vano ni menos orgulloso, ni menos
egoísta ni menos apasionado por los bienes materiales, ni mejor para su
prójimo, es tanto más culpable cuantos más medios tiene de conocer la verdad.
Los médiums que obtienen comunicaciones buenas son aún más reprensibles si
persisten en el mal; por-que muchas veces escriben su propia condenación y
porque, si no les cegara el orgullo, reconocerían que los espíritus se dirigen
a ellos mismos. Pero en lugar de tomar para ellos las lecciones que escriben, o
que ven escribir, su sólo pensamiento es aplicarlas a los otros, realizando de
este modo estas palabras de Jesús: "Veis una paja en el ojo de vuestro
vecino y no veis una viga en el vuestro". (Capítulo X, nº 9).
Por
estas otras palabras: "Si fuéseis ciegos no tendríais pecado", Jesús
entiende que la culpabilidad está en razón de las luces que uno posee; así,
pues, los fariseos que tenían la pretensión de ser y que en efecto eran la
parte más ilustrada de la nación, eran, por lo mismo, más reprensibles a los
ojos de Dios que el pueblo ignorante. Lo mismo sucede hoy. A los espiritistas,
pues, se les pedirá mucho, porque han recibido mucho; pero también se dará
mucho a los que se habrán aprovechado. El primer pensamiento de todo espiritista
sincero debe ser el de buscar en los consejos dados por los espíritus, si hay
alguna cosa que le concierne. El Espiritismo viene a aumentar el número de los
"llamados"; por la fe que da, también multiplicará el número de los
"escogidos".
Extraído del libro “El evangelio según el espiritismo”
Allan Kardec
Allan Kardec
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