Por el fruto se conoce el árbol
1. Porque no es buen árbol el que cría frutos malos. Ni
mal árbol el que lleva buenos frutos. - Pues cada árbol es conocido por su
fruto. Porque ni cogen higos de espino, ni vendimian uvas de zarzas. - El hombre
bueno, del buen tesoro de su corazón saca bien: Y el hombre malo, del mal
tesoro saca mal. Porque de la abundancia del corazón habla la boca. (San Lucas,
cap. VI, v. 43, 44 y 45).
2. "Guardáos de los falsos profetas", que
vienen a vosotros con vestidos de ovejas, y dentro son lobos robadores. - Por
sus frutos luego los conoceréis, "¿por ventura cogen uvas de los espinos,
o higos de los abrojos?" Así todo árbol bueno lleva buenos frutos; y el
mal árbol lleva malos frutos. - "No puede el árbol bueno llevar malos
frutos ni el árbol malo llevar buenos frutos". - Todo árbol que no lleva
buen fruto será cortado y metido al fuego. - Así, pues, por los frutos de ellos
les conoceréis. (San Mateo, cap. VI. v. de 15 a 20).
3. Y respondiendo Jesús, les dijo: Guardáos que no os
engañe alguno. Porque vendrán muchos en mi nombre, y dirán: Yo soy el Cristo: y
a muchos engañarán. Y se levantarán muchos falsos profetas, y enganarán a
muchos. Y porque se multiplicará la iniquidad, se resfriará la caridad de
muchos. - Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo. Entonces si
alguno os dijere: Mirad, el Cristo está aquí o allí; no lo creáis. "Porque
se levantarán falsos Cristos y falsos profetas y darán grandes señales y
prodigios", de modo, que si puede ser, caigan en error aun los escogidos.
(San Mateo, capítulo XXIV, v. 4, 5, 12, 13, 23 y 24. - San Marcos, capítulo
XIII, v. 5, 6, 21 y 22).
Extraído del libro “El evangelio según el espiritismo”
Allan Kardec
Allan Kardec
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