La Providencia (26-27)
26.—Lejos de nosotros el pensamiento de materializar á la
divinidad: la imagen de un fluido inteligente, universal, no es evidentemente
mas que una comparacion que nos parece propia para dar una idea mas justa da
Dios, que las imágenes que le representan
bajo forma humana; ni tiene otro objeto que el de hacer
comprender la posibilidad de que Dios está en todas partes y todo lo ocupa.
27. —Tenemos siempre á la vista un ejemplo que puede darnos
una idea de la manera con que la accion de Dios se hace sentir sobre las partes
mas íntimas de todos los seres, y por consecuencia de cómo las impresiones mas
sutiles de nuestra alma llegan á él. Está sacado de una instruccion dada por un
Espíritu apropósito de este asunto :
«Uno de los atributos de la divinidad es la infinidad. No
puede representarse al Criador bajo ninguna forma, por necesidad circunscrita y
limitada. Si no fuera infinito, se podría concebir algo mas grande que El, y
ese algo seria Dios. —Siendo infinito, Dio; está
en todas partes; porque si así no fuera, dejaria de ser infinito,
de cuyo dilema no se puede salir. Luego si hay un Dios, y esto no puede ya ser
dudoso para nadie, ese Dios es infinito y no se puede imaginar estension que no
ocupe. Se encuentra por consecuencia en
contacto con todas sus creaciones: las envuelve, las penetra,
están en él. Es pues comprensible que esté en relacion directa con toda
criatura. Para haceros
comprender palpablemente de que modo tiene lugar
universalmente esta comunicacion constante, veamos lo que pasa en el hombre
entre su Espíritu y su cuerpo.»
E1 hombre es un mundo en pequeño, cuyo. director es el
Espíritu y cuyo principio dirigido es el cuerpo. En este universo el cuerpo
representará una creacion, cuyo Dios será el Espíritu. (Repárese que aquíno se
trata de identidad, sinó de analogía). Los miembros de este cuerpo, los
diferentes Arganos que lo componen, sus músculos, sus nervios, sus
articulaciones son otras tantas individualidades materiales, localizadas, si
así puede decirse, en un sitio especial del cuerpo; y aun cuando el número de
estas partes constitutivas tan variadas y de naturaleza tan diferente, sea
considerable, no es dudoso para nadie que
no puede producirse movimiento alguno, que ninguna impresion
puede tener lugar en una parte sin que el Espíritu se aperciba de ella. Hay
sensaciones diversas en varios sitios simultáneamente? Pues el Espíritu las
siente todas, las discierne, las analiza y asigna á
cada una su causa y el sitio en que se verifica.
»Fenómeno análogo tiene lugar entre Dios y la creacion. Dios
está en todas partes en la naturaleza, como el Espíritu está en todas las
partes del cuerpo.
Todos los elementos de la creacion están con él en relacion
constante , como todas las células del cuerpo humano están en contacto
inmediato con el ser espiritual. No hay razon, pues, para que fenómenos de un mismo
orden no se produzcan de la misma manera en uno y otro caso.
» Cuando un miembro se agita, el Espíritu lo siente: si una
criatura piensa, Dios lo sabe. Si todos los miembros están en actividad, los
diferentes órganos se ponen en vibracion, y el Espíritu percibe cada sensacion,
la distingue y la localiza. Las diferentes creaciones, las diferentes criaturas
se agitan, piensan y obran de diverso modo, y Dios sabe todo lo que pasa y
asigna á cada una lo que le es particular.
»Se puede deducir igualmente la solidariedad de la materia y
de la inteligencia, la de todos los séres de un mundo entre sí, la de todos los
mundos y todas las criaturas con su hacedor.» (Quinemant. Sociedad de Parts,
1867.)
Extraído del libro “EL GÉNESIS
LOS
MILAGROS Y LAS PROFECÍAS SEGÚN EL ESPIRITISMO”
Allan Kardec
Allan Kardec
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