De la Naturaleza divina. (10-12)
10. —Dios es eterno, es decir
que no ha tenido principio ni tendrá fin. Si hubiera tenido principio, es que
habria salido de la nada; pero esta nada, que es una pura abstraccion del
entendimiento, nada puede producir; ó bien habria sido creado por otro sér
anterior, y entonces este otro sér seria Dios. Si se le supusiera un principio
ó un fin, se podría concebir otro que hubiese existido antes que él ó que
pudiese existir despues de él, y así siguiendo hasta lo infinito.
11. —Dios es inmutable. Si
estuviese sujeto á mudanza, las leyes que gobiernan el universo no tendrían
estabilidad alguna.
12. —Dios es inmaterial. Es
decir que su naturaleza es diferente de todo lo que nosotros llamamos materia:
de otro modo no seria inmutable, porque estaría sujeto á las transformacion es
ó mudanzas de la materia.
Dios no tiene forma apreciable
por nuestros sentidos, pues sin eso seria materia. Nosotros decimos: la mano de
Dios, el ojo de Dios, la boca de Dios, porque el hombre que no conoce cosa
superior á él, se toma por punto de comparacion de todo lo que no comprende.
Esas imágenes en que se representa á Dios bajo la figura de un anciano de larga
barba y cubierto
con un manto, son ridiculas.
Tienen el inconveniente de reducir al Ser Supremo á las mezquinas proporciones
de la humanidad, desde lo cual á prestarle las pasiones de la humanidad y á
hacer de él un Dios colérico y vengativo, no hay mas que un paso.
Extraído del libro “EL GÉNESIS
LOS
MILAGROS Y LAS PROFECÍAS SEGÚN EL ESPIRITISMO”
Allan Kardec
Allan Kardec
No hay comentarios:
Publicar un comentario