De la Naturaleza divina. (15-17)
15. — Dios es infinitamente perfecto. Imposible es concebir
á Dios sin lo infinito de las perfecciones; sin esto no seria Dios, porque se
podría concebir un sér que poseyera lo que á él le faltase; y así para que
ninguno le supere, es preciso que sea infinito en todo.
Siendo les atributos de Dios infinitos, no son susceptibles
ni de aumento ni de disminucion, pues sin eso serian finitos y Dios imperfecto.
Suprímase por el pensamiento una partícula de uno solo de sus atributos y ya no
seria Dios , puesto que podría concebirse un sér mas perfecto.
16. —Dios es único. La unidad de Dios es la consecuencia de
lo infinito de sus perfecciones. No podría existir otro Dios sino á condicion
de ser igualmente infinito en todo; pues de haber entre ellos la mas pequeña
diferencia, el uno seria inferior al otro; el inferior estaría subordinado al
superior, y este solo seria Dios.
Si hubiera entre ellos igualdad absoluta, seria de toda
eternidad un mismo pensamiento, una misma voluntad, un mismo poder: y
confundida así su identidad, no serian en realidad sino un solo Dios. Si cada
cual tuviese atributos especiales, el uno haria lo que el otro no hiciese; y no
habria entre ellos igualdad perfecta, puesto que ni uno ni otro tendrían el
soberano poder.
17. — La ignorancia del principio de lo infinito de las
perfecciones de Dios es la que ha engendrado el politeismo, culto de todos los
pueblos primitivos, que atribuían á la divinidad todo poder que les parecía
superior al de la humanidad. Mas tarde, los progresos de la razon han conducido
á confundir todos estos poderes en uno solo; y luego, á medida que los hombres
han comprendido la esencia de los atributos divinos, han suprimido de sus
símbolos las creencias que envolvían su negacion.
Extraído del libro “EL GÉNESIS
LOS
MILAGROS Y LAS PROFECÍAS SEGÚN EL ESPIRITISMO”
Allan Kardec
Allan Kardec
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