PARA PEDIR UN CONSEJO
24. PREFACIO. Cuando estamos indecisos en
hacer o no hacer una cosa, ante todo,
debemos
hacernos estas preguntas:
Primero. – Lo que dudo hacer, ¿puede
causar
algún perjuicio a otro?
Segundo. – ¿Puede ser de utilidad para
alguien?
Tercero. – Si otra persona hiciera esto
conmigo,
¿quedaría yo satisfecho?
Si esta obra sólo interesa a sí mismo,
está
permitido pesar las ventajas y los
inconvenientes
personales que puedan resultar de ella.
Si interesa a otro y haciendo el bien para
uno
puede resultar en mal para otro, es
menester igualmente
pesar la suma del bien y del mal, para
abstenerse o
actuar.
En fin, aun para las mejores obras, es
preciso
considerar la oportunidad y las
circunstancias
accesorias, porque una cosa buena en sí
misma puede
tener malos resultados en manos inhábiles,
si no es
conducida con prudencia y circunspección.
Antes de
emprenderla conviene consultar las fuerzas
y los medios
de ejecución.
En todos los casos se debe siempre
reclamar la
asistencia de los Espíritus protectores
recordando esta
sabia máxima: En la duda, abstente. (Cap.
XXVIII,
número 38).
25. ORACIÓN. En nombre de Dios
Todopoderoso, buenos Espíritus que me
protegéis,
inspiradme la mejor resolución a adoptar
en la
incertidumbre en que me encuentro. Dirigid
mi
pensamiento hacia el bien y desviad la
influencia
de aquellos que intenten separarme del
buen
camino.
En nombre de Dios
ResponderEliminarTodopoderoso, buenos Espíritus que me protegéis,
inspiradme la mejor resolución a adoptar en la
incertidumbre en que me encuentro. Dirigid mi
pensamiento hacia el bien y desviad la influencia
de aquellos que intenten separarme del buen
camino.