EL PASE ESPIRITA
El periespíritu sirve de unión entre el cuerpo y el alma; transmite a esta las impresiones de los sentidos y comunica al cuerpo las voluntades del Espíritu. En el momento de la muerte, se separa de la materia tangible, abandona el cuerpo y las descomposiciones de la tumba, y, siendo inseparable del alma, conserva la forma exterior de su personalidad. (Evolución en dos mundos) El periespíritu, es un organismo fluídico; en la forma preexistente y superviviente del ser humano, es uno de los productos más importantes del fluido cósmico. Es una condensación de ese fluido en torno de un foco de Inteligencia o Espíritu... En el se encuentran los centros de Fuerza o puntos energéticos, por donde fluyen las energías del cuerpo físico para el Espíritu y del Espíritu para el cuerpo físico. Son siete los centros de fuerza, más importantes: Coronario, Frontal, Laringeo, Cardiaco, Esplénico, Gástrico y Genético. Estos tienen relación con los pases y pasistas. Los fluidos son un elemento neutro, que dependiendo de la voluntad y la manipulación de ellos, así estarán en condiciones de ser donados con cierta pureza o de unos componentes inferiores.
Los fluidos pueden estar contaminados como la sangre, por pensamientos deletéreos, materialistas, deprimentes, acompañados de acciones poco dignas, en contraposición a lo que Jesús y muchos otros misioneros nos han enseñado. Los fluidos cuando son donados deben ser, siempre los más elevados y limpio posible: si damos pases, mucho más, ya que la responsabilidad es mayor. Por una parte nos comprometemos a ser colaboradores del Plano Superior y por otra, nos comprometemos a dar mejor de nosotros mismos a nuestros semejantes, al prójimo que habló Jesús. Esos fluidos van dirigidos al periespíritu enfermo, posiblemente de muchos años y muchas existencias, para aliviarle, lo cual no es una labor fácil debemos reforzarnos moral y espiritualmente para esa tarea. Y en el Periespíritu están los Centros de Fuerza o Centros Vitales, según André Luiz, que se desbloquearan y reajustaran, poco a poco, con la terapia de los pases, para repercutir en nuestro cuerpo físico, que es el filtro del Espíritu. La reencarnación es la llave de muchos enigmas. ¿Quién puede soportar el sufrimiento o resignarse a él, sino sabe por que sufre? Todos necesitamos del pase. Jesús dijo. “Los sanos no necesitan de médicos, y si los enfermos y enfermos podemos serlo todos, desde que reconozcamos y aceptemos vivir en un mundo de pruebas y expiaciones.
El que todos necesitemos del pase, en mayor o menos grado, no implica ni quiere decir que nos obsesionemos con el, como aquel, que pensando en que se pondrá mejor rápidamente, se toma de una sola vez el jarabe que debe tomarse en pequeñas dosis. Eso es un contrasentido y a veces una actitud infantil. Hay curas que no se producen por tomar muchos pases. Ya que ciertas mejorías o curas no se darán en esta existencia por cuestiones que podríamos llamar Karmicas o de aprendizaje a largo plazo. El pase hay que tomarlo con moderación y con fe; con una cierta predisposición positiva, que desbloquee nuestro organismo y nuestra mente, de forma a recibir la dosis de beneficio que la ley de merecimiento, nos otorgue. No debemos abusar de aquellos que nos auxilian. No tomemos el lugar del verdadero necesitado, tan solo porque tus caprichos y melindres personales estén heridos. Es de suma importancia saber cual es el objetivo del pase, para no llamarnos a equívocos o desvirtuar los fines de el. Jacob Melo dice “Si hacer es un obligación, saber es un deber; y hacer lo correcto, en el tiempo, en el momento y lugar cierto, es buscar la perfección.” El pase espirita busca el reequilibrio orgánico, psíquico periespiritual y espiritual del necesitado.
No debemos confundir el objetivo del pase con su alcance. Cuando alguien no se cura, con un determinado tratamiento fluidoterapico, erróneamente es común deducir del hecho que este deja de tener su objetividad. Tal razonamiento equivaldría a condenar la Medicina tomando como base los casos que no tuvieron solución posible, o de acudir a un médico por el hecho de que un paciente no responde a ciertos medicamentos. El pase como los medicamentos, tienen sus objetivos definidos. No debemos olvidar la importancia de los tratamientos terrenos o de la medicina, cuando estamos tomando los pases, pues nos siguen siendo necesarios. Pues lo médicos de la tierra, en su mayoría hacen una labor muy digna y benéfica, en bien de los enfermos. Ambos son compatibles y los Espíritus aconsejan en muchas ocasiones, seguir la orientación de los médicos de la tierra, porque ellos los inspiran multitud de veces, a esos médicos a prescribir el tratamiento correcto. El pasista no debe recibir retribución o ventaja financiera por los pases, pues no tiene derecho de vender el fluido saludable de los buenos Espíritus. “Restituid la salud a los enfermos, resucitad a los muertos, curad a los leprosos, expulsad a los demonios. Dad gratuitamente lo que habéis recibido gratuitamente. Mateo. El desinterés moral comprende la ausencia de vanidad, de orgullo y de deslumbramiento ante los resultados de la tarea. La excesiva contemplación de los resultados puede perjudicar al trabajador, despertando la vanidad, haciendo olvidar al Señor.
Todo bien procede de El, que es la luz de nuestros corazones. Somos instrumentos en las tareas del amor. El siervo fiel no es aquel que se inquieta por los resultados, ni el que permanece extasiado en su contemplación, sino el que cumple justamente la voluntad divina del Señor y sigue adelante. Si pretendemos conservar las ventajas del pase que, en esencia es acto sublime de fraternidad cristiana, hemos de purificar el sentimiento, el raciocinio, el corazón y el cerebro. Hay tres clases de pases: Magnético, Espiritual y Mixto. Según Jacob Melo, el pase magnético básicamente es el del propio pasista, es el que busca e atendimiento de problemas orgánicos, físicos y espirituales, incluyéndose, aquellos pases practicados por los espíritus directamente en desencarnados con el fin de recuperar deficiencias o limitaciones <> en aquellos.
El pase espiritual es el que se verifica por la donación fluidica directa de los espíritus al paciente, sin la interferencia del médium. En la práctica de los encarnados, la presencia del médium en ese caso, sirve apenas como “canal” de los fluidos espirituales. El pase espiritual es el destinado a atendimientos de problemas de orden espiritual, principalmente de procesos desobsesivos o decurrentes de desvíos morales. Este pase es aplicado por los mediums en las reuniones de desobsesión, así como por los espíritus. El pase mixto es aquel donde el tratamiento tiene por fin no una más, sino todas las partes del ser, ósea: cuerpo, periespíritu y espíritu. Obviamente los fluidos aquí <> actúan no apenas a nivel periespiritual, alcanzaran además las propias células del cuerpo y alcanzaran igualmente la intimidad del espíritu, aunque por vía periespiritual. También hay otras clases de pases como son el individual y el colectivo. El individual es aquel que se hace de una en una persona, y el colectivo, es aquel en el cual el médium pasista dirige el pase a un grupo indeterminado de personas. Como podría ser el caso de un centro con muchísimas personas y un solo médium pasista.
Tomado de
Video;
https://youtu.be/Xfcgi81r-90 Pases Espiritas - Concepto Teorico - 4-28-11 - Soy
Espirita.wmv
Pues lo médicos de la tierra, en su mayoría hacen una labor muy digna y benéfica, en bien de los enfermos.
ResponderEliminarPases Espiritas - Concepto Teorico - 4-28-11 - Soy Espirita.wmv
ResponderEliminarSoy Espirita
Publicado el 28 abr. 2011
https://www.youtube.com/watch?v=Xfcgi81r-90
El pase espírita es una transfusión de energías psíquicas y espirituales que alteran el campo celular. Cuando dos mentes se sintonizan, una pasivamente y otra activamente, se establece entre ellas una corriente mental cuyo efecto es el de plasmar las condiciones ideales para que el ser "activo" logre ejercer influencia sobre el ser "pasivo".
EliminarEse fenómeno se denomina magnetización: proceso por el cual el hombre, emitiendo -- por su voluntad -- energía propia, actúa sobre cuerpos animados e inanimados, como también en el ser humano.