EL EGOISMO Y LA VIRTUD


EL EGOISMO Y LA VIRTUD

La doctrina espiritista, bien estudiada y aplicada, entendiendo la intención en las palabras del Maestro Jesús, resulta una guía insuperable para el hombre que busca su mejoramiento personal, espiritual y material. La enseñanza moral en las palabras de Jesús, tan bien interpretada y clarificada por el Espiritismo, nos conduce a la senda del bien con el resultado del adelanto moral y espiritual del ser humano.

La indicación de Jesús de que debemos desapegarnos de las cosas materiales nos muestra que debe haber algo más importante para nosotros que las cosas materiales, que ese algo debe tener nuestra prioridad y nuestra mayor atención. Obviamente se trata de nosotros mismos, de la manera en que estamos viviendo y, que en vez de vernos como seres solamente materiales, tenemos que considerarnos como espíritus en una materia que una vez la abandonemos, seguiremos viviendo en planos espirituales. Así podemos entender que todo lo que hacemos, o no hacemos, tiene consecuencias en el presente y en el futuro.

Nuestra entrada al mundo espiritual no estará acompañada de todas las cosas materiales que tanto atesoramos en esta vida, sino que seremos beneficiados solamente por aquello que habremos aprendido en el bien, la forma en que habremos practicado la caridad al prójimo, por todas las imperfecciones que hemos modificado en las maneras negativas de actuar manifestadas en hábitos y costumbres. Dice Edgard Cayce en una de sus obras que “habremos de subir al cielo en brazos de aquellos a quienes hemos ayudado”. No hay duda que la práctica de la caridad, sin el menor interés personal, es clave para el progreso del espíritu.

En el Libro de los Espíritus, Capítulo XII, Perfección Moral – Las virtudes y los vicios – en la pregunta #893 dice: “la virtud más meritoria es la que está fundada en la caridad más desinteresada”. La dificultad que tenemos los seres humanos, que todavía somos imperfectos, consiste en practicar la caridad sin ningún interés porque aún existe en nosotros un defecto que es totalmente contrario a la caridad y que es el egoísmo. Del egoísmo se originan los males que causan sufrimiento en nuestra humanidad ya que él es la fuente de todos los vicios, según la caridad lo es de las virtudes.

La tarea más difícil que tenemos que realizar los seres humanos es el combatir el egoísmo en nosotros mismos. Su arraigo es tan fuerte que neutraliza las buenas cualidades que existen en lo íntimo de cada ser. No solo en los cuentos de hadas, sino en la vida real, hemos podido observar la reacción de un ser egoísta ante un gesto caritativo que alguien le ofrezca. Solía decir una fraternidad de la antigüedad: “buscad en el fondo de cada ser lo más hermoso que hay en él”.

En la pregunta #917 en el Libro de los Espíritus, Libro Tercero, Capítulo XII, Perfección Moral, nos dice que “el egoísmo se funda sobre la importancia de la personalidad y el Espiritismo bien comprendido hace ver las cosas desde tan alto, que el sentimiento de la personalidad desaparece hasta cierto punto, ante la inmensidad. Destruyendo semejante importancia, o por lo menos haciendo que se le considere tal cual es, el Espiritismo combate necesariamente el egoísmo”. De ahí la importancia de conocernos a nosotros mismos, no solamente para descubrir lo que debemos modificar para mejorar, sino también para entender nuestra realidad espiritual y nuestra verdadera condición en relación con el universo. Esto no lo podremos lograr mientras estemos centrados en nuestro propio egoísmo que como dice Kardec, se funda en el sentimiento de interés personal.

Necesitamos entender que no solamente tenemos que instruir y educar la inteligencia sino también el aspecto moral del ser humano. La base del progreso moral y para poder erradicar el egoísmo que sofoca las virtudes latentes en lo íntimo de cada ser, es la educación bien entendida y aplicada. Esto es un proceso que tomará mucho tiempo para que se realice en nuestra sociedad, pero que habrá de ir avanzando según cada uno de nosotros despierte a la realidad que estamos viviendo y reconozca la necesidad que tenemos de reformar nuestras leyes, nuestra organización social, la educación, dirigiéndolas hacia un fortalecimiento de la vida moral, donde se manifieste espontáneamente la caridad, la solidaridad, la fraternidad.

De esta manera estaremos no solo combatiendo el egoísmo e incrementando las virtudes, sino que estaríamos adelantando en el camino del bien y progresando tanto material como espiritualmente. Nos dice Kardec en El Libro de los Espíritus, Libro Tercero, Capítulo XII, Pregunta #913 “el egoísmo....es el verdadero cancer de la sociedad......el que quiera acercarse, ya en esta vida, a la perfección moral, debe arrancar de su corazón todo sentimiento de egoísmo, porque éste es incompatible con la justicia, el amor y la caridad. El neutraliza todas las demás cualidades”.

“Hay virtud siempre que hay resistencia voluntaria a las solicitaciones de las malas inclinaciones, pero la sublimidad de la virtud consiste en el sacrificio voluntario del interés personal por el bien del prójimo. La virtud más meritoria es la que está fundada en la caridad más desinteresada”. Libro de los Espíritus, Libro Tercero, Capítulo XII, Perfección Moral, Pregunta #893.

De modo que si estamos constantemente pidiendo que el mundo mejore porque no nos agradan las circunstancias que nos rodean en estos momentos, debemos reconocer ante todo que si deseamos un mundo limpio y sano, tenemos que comenzar a limpiar todos sus componentes. Nosotros somos las gotas del mar, somos los granos de la arena y también podemos llegar a ser puntos luminosos en el universo si cada uno asume la responsabilidad y el trabajo que le corresponde hacer consigo mismo para mejorarnos y mejorar nuestro mundo.

"La moral es la regla para portarse bien, es decir, la distinción entre el bien y el mal. Está fundada en la observancia de la ley de Dios. El hombre se porta bien cuando todo lo hace con la mira y para el bien de todos, porque entonces observa la ley de Dios”. Libro de los Espíritus, Libro Tercero, Leyes Morales, Capítulo I, Pregunta #629.

 
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Humildad, Virtud olvidada que ELEVA, Única Grandeza que Dios Reconoce

4 comentarios:

  1. Humildad, Virtud olvidada que ELEVA, Única Grandeza que Dios Reconoce - Soy Espírita.wmv

    Soy Espirita
    Publicado el 18 abr. 2012

    https://www.youtube.com/watch?v=_WsAarUcFtg

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    1. Humildad, es una virtud olvidada, que eleva y es la única grandeza que DIOS Reconoce.


      El concepto "Humildad" esta intercalado en la Codificación Espírita a través de los diferentes libros escritos por Allan Kardec y es una virtud olvidada. El concepto siempre está acompañado cuando se menciona el amor, la caridad y la compasión. Aunque no se realza como debiera ser de acuerdo a su significado, le pasamos por alto, sin prestarle la atención debida.

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    2. HUMILDAD Según el diccionario
      Synonimo: modestia, magnanimidad
      Antonimo: soberbia, egoismo

      Es muy emotivo pensar que Dios y los Buenos Espíritus valoran tanto en una persona que haya experimentado cambios en torno a la Moral o al Bien Común, que no me explico porque no le damos más importancia a esta virtud olvidada. Es precisamente lo contrario al Orgullo y al egoísmo, y sin irnos muy lejos también es contrario al materialismo que corrompe al ser humano.

      En la nota psicográfica que les presento hoy, llama la atención que esta virtud en nosotros despierta admiración en el mundo espiritual, nos hace sabios y merecedores de conocimiento. Y sabes ¿por qué?, Porque cuando se es humilde de corazón, significa que se han abolido los prejuicios, se ha erradicado el orgullo y el egoísmo y esos espacios vacios que quedan, se pueden llenar de conocimiento de Dios y del mundo espiritual.

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    3. Se puede entonces enfocar nuestro interés al crecimiento espiritual en vez de estar pensando en envidias, codicias, mentiras, y maquinaciones mundanas que nos manchan como seres humanos.

      Cuando medito en como Chico Xavier, logró impactar a tantos Brasileños, pues sin lugar a dudas lo que más resaltó en el fue su humildad y su compromiso de proporcionar amor a sus semejantes. Más recientemente, cuando analizo el caso de Raúl Teixeira, logro ver también que uno de los rasgos más notables en Raúl ha sido su humildad y que lo han hecho ser muy querido mundialmente por nosotros los Espíritas, lo mismo acontece con la Madre Teresa, y Mahatma Gandhi entre otros.

      Vea mi blog con el contenido de este articulo: http://soyespirita.blogspot.com/2012/...

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