Orígen DEL BIEN Y DEL MAL.
1. —Siendo Dios el principio de todas las cosas, y este
principio, todo sabiduría, todo bondad, todo justicia, lo que de él proceda
debe participar de sus atributos; porque lo que es infinitamente sábio, justo y
bueno no puede producir nada que sea absurdo, malo ó injusto. El mal pues, que
observamos en torno nuestro no puede proceder de Dios.
2.—Si el mal estuviera en las atribuciones de un ser
especial, llámese Ariman ó Satan, tendríamos que ó seria igual á Dios, y por
consecuencia tan poderoso y de toda eternidad como él, ó inferior y posterior á
él.
En el primer caso habría dos poderes rivales en lucha
perpétua, tratando de destruirse uno á otro, procurando deshacer el uno lo que
el otro hiciese; hipótesis inconciliable con la unidad de miras que se revela
en la ordenacion del universo.
En el segundo caso, siendo inferior á Dios, le estaría
subordinado. No pudiendo haber existido de toda eternidad, habría tenido un
principio: si ha sido creado, no puede haberlo sido sino por Dios, y por
consecuencia el Espíritu del mal implica la negacion de la bondad infinita.
3. —Segun una doctrina, el Espíritu del mal, creado bueno,
se habría hecho malo, y Dios, para castigarle, le habría condenado á ser
perfectamente malo, y le habria dado por mision seducir á los hombres para
inducirlos al mal. Pero una sola caida por la cual merecieran los mas crueles
castigos inetemum, sin esperanza de perdon, supondría mas que una falta de
bondad, una crueldad premeditada, porque para hacer la seducción más fácil y
mejor ocultar el lazo, Satanás estaría autorizado para transformarse en ángel
de luz y simular las obras mismas de Dios hasta el punto de confundirlas.
Habría además iniquidad é imprevisión de parte de Dios , porque habiendo dejado
á Satanás completa libertad para salir del imperio de las tinieblas y
entregarse á los placeres mundanos para atraer á ellos á los hombres, el
provocador al mal resultaría menos castigado que las víctimas de sus arterias
que incurren en ellos por debilidad, puesto que
estas, una vez en el golfo, ya no pueden salir. Dios les
rehusa un vaso de agua para amortiguar su sed, y durante la eternidad oye con
los ángeles sus gemidos, sin dejarse conmover; al paso que deja á Satanás
procurarse todos los goces que desea.
De entre las teorías acerca de la esencia del mal, la
expuesta parece la mas irracional y la mas injuriosa para la Divinidad. (Véase
el Cielo y el Infierno, segun el Espiritismo, cap. x, Los Demonios.)
Extraído del libro “EL GÉNESIS
LOS
MILAGROS Y LAS PROFECÍAS SEGÚN EL ESPIRITISMO”
Allan Kardec
Allan Kardec
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