Caracteres de la revelación espirita 1


Caracteres de la revelación espirita





1—¿Puede considerarse el Espiritismo como una revelacion? En la afirmativa ¿cuál es su carácter? ¿En qué se funda su autenticidad? ¿Es la doctrina espirita una revelacion en el sentido litúrgico de la palabra, es decir, el producto en todas sus partes de una enseñanza venida de lo alto? ¿Es absoluta ó susceptible de modificarse? Aportando á los hombres la verdad ya descifrada ¿no tendría por resultado la tal revelación impedir al hombre hacer uso de sus facultades, puesto que le escusa del trabajo de la investigacion? ¿Cuál puede ser la autoridad de la enseñanza de los Espíritus sinó son infalibles y superiores á la humanidad? ¿Cuál es la utilidad de la moral que predican, sinó es diferente de la cristiana ya conocida? ¿Qué verdades nuevas nos enseñan? ¿Tiene el hombre necesidad de una revelacion, teniendo en sí mismo y en su conciencia cuanto necesita para conducirse? Tales son las cuestiones sobre que conviene formarse desde luego una idea fija.



2.—Por de pronto empecemos por fijar el sentido de la palabra revelacion. Revelar derivado de la palabra velo (en latin ve.him) significa literalmente quitar el velo, y en sentido figurado, descubrir, hacer conocer una cosa secreta ó desconocida. En su acepcion vulgar mas general, se dice de toda cosa ignorada que es dada á luz, de toda idea nueva que pone en camino de encontrar lo que estaba oculto. Bajo este punto de vista, todas las ciencias que nos hacen conocer los misterios de la naturaleza, son revelaciones, y puede decirse que hay para nosotros revelaciones incesantes. La Astronomía nos ha revelado el mundo astral que no conocíamos; La Geología, la formacion de la Tierra; la Química, la ley de las afinidades; la Fisiología, las funciones del organismo, etc. Copérnico, Galileo, Newton, Laplace, Lavoisier son otros tantos reveladores.



3.—El carácter esencial de toda revelacion debe ser la verdad. Revelar un secreto es hacer conocer un hecho: si la cosa es falsa, no es un hecho y por consecuencia no hay revelacion. Toda revelacion desmentida por los hechos, deja de serlo, ó mejor dicho no es revelacion. Si la tal revelacion se ha atribuido á Dios, como que ni puede engañarse ni engañarnos, no puede proceder de él: hay que considerarla como producto de una concepcion humana.






LOS MILAGROS Y LAS PROFECÍAS SEGÚN EL ESPIRITISMO”
Allan Kardec

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