3. LA FILOSOFÍA ESPIRITISTA EXPLICA LAS RAZONES


3. LA FILOSOFÍA ESPIRITISTA EXPLICA LAS RAZONES



Dios



Dios es la inteligencia suprema, la causa primera de todas las cosas.

No podemos conocer a Dios en su esencia, pero debemos conocer sus atributos.



Dios es:



Único: hay un solo Dios.

Impersonal: Dios no tiene las pasiones, defectos o limitaciones humanas.



Eterno: Dios es intemporal, no habiendo tenido comienzo, ni tendrá fin.



Justo: Dios premia el bien y corrige el mal. Las aparentes injusticias que

vemos derivan de nuestro conocimiento parcial de la realidad, desconociendo



causas pasadas y consecuencias futuras.



Misericordioso: Dios no quiere la muerte del pecador, sino que se convierta

y viva. La misericordia de Dios se manifiesta por la renovación de

oportunidades y no por la revocación de su justicia.



Libertad, Acción y Reacción



Poseemos libertad de acción (libre albedrío), sin embargo esa libertad está condicionada por las consecuencias morales de nuestros actos (reacción).

El equilibrio entre nuestras acciones, la libertad que disponemos, y las reacciones que sufrimos, muestra la perfección de las leyes de Dios.



Los ciclos de libertad, acción y reacción son:



Ciclo de la buena acción

1. Disponiendo de libertad,

2. Practicamos el Bien que es lo mismo que amor,

3. Recibimos reacciones buenas del bien practicado que se expresan en:

A. alegría por la paz de conciencia;

B. más libertad, incentivo para hacer el bien



Ciclo de la mala acción

1. Disponiendo de libertad

2. Practicamos el mal que es lo mismo que desamor,

3. Recibimos reacciones malas del mal practicado, que se expresan en:

A. sufrimiento por los sentimientos de culpa

B. sufrimiento por pérdida de libertad

C. sufrimiento por el distanciamiento del bien



Dios permite que escojamos entre los ciclos de la buena o de la mala acción, para firmar en nosotros, por la experiencia, que la mejor elección siempre es la de la buena acción.





Evolución



Amar y Saber



A través de las vidas sucesivas, con su multiplicidad de experiencias en los dos mundos, espiritual y material, iremos desarrollando el amor y la sabiduría, tornándonos mejores y más felices.

El principal conocimiento es el conocimiento de sí mismo.

La manifestación más elevada de amor es la caridad cristiana.



Aunque no podamos retroceder en capacidad de amar y saber, la rapidez del perfeccionamiento espiritual dependerá de nuestro esfuerzo en la autoeducación (reforma íntima).

La reforma íntima tiene como punto inicial el auto-conocimiento, seguido del refuerzo de los buenos hábitos (virtudes) y la consecuente disminución de los malos hábitos (vicios).

La virtud más importante es la caridad, el peor vicio es el egoísmo.

Nacer, morir, renacer aún y progresar sin cesar, tal es la ley. (Allan Kardec)

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