Emigraciones é inmigraciones de los Espíritus.
33.—En el intervalo de sus existencias corporales,
los Espíritus se encuentran en estado de erraticidad y
componen la poblacion espiritual ambiente del globo.
Estas dos poblaciones se reparan mutuamente por me
dio de las muertes y los nacimientos ; y por conse
cuencia hay diariamente emigraciones del mundo cor
poral al mundo espiritual é inmigraciones del mundo
espiritual al corporal. Ese es el estado normal.
34. —En ciertas épocas , reglamentadas por la sa
biduría divina, estas emigraciones é inmigraciones se
verifican en masas más ó menos considerables, á con
secuencia de las grandes revoluciones que determinan
la partida á un mismo tiempo de innumerables seres,
que son muy pronto reemplazados por un número
equivalente de encarnaciones. Conviene, pues, consi
derar las plagas destructoras y los cataclismos , como
ocasiones de entradas y salidas colectivas , como me
dios providenciales de renovar la poblacion corporal
del globo y de reavivarla por la introduccion de nue
vos elementos espirituales más puros. Si en estas ca
tástrofes hay destruccion de gran número de cuerpos,
pueden considerarse como vestidos rotos, puesto que
ningun Espíritu perece, estos no hacen mas que cam
biar de centro; y en vez de partir aisladamente, mar
chan en masas; hé aquí la sóla diferencia, pues partir
por una causa ó por otra, importa poco, teniendo de
todos modos que partir más ó menos tarde.
Las renovaciones rápidas, casi instantáneas que se
verifican en el elemento espiritual de la poblacion á
consecuencia de las plagas destructoras, apresuran el
progreso social. Sin las emigraciones y las inmigra
ciones que vienen de vez en cuando á darle un vio
lento impulso, marcharía el progreso con extremada
lentitud.
Es notable que todas las grandes calamidades que
diezman las poblaciones, van siempre seguidas de una
era de progreso en el órden físico, intelectual ó moral,
y por consecuencia en el estado social de las naciones
en que se verifican; esas calamidades tienen, pues, por
objeto verificar una renovacion en la poblacion espiri
tual que es la normal y activa del globo.
35. —Esta trasfusion que se verifica entre la pobla
cion encarnada y la desencarnada de un mismo globo,
se verifica igualmente entre los mundos, sea indivi
dualmente en las condiciones normales, sea por masas
en circunstancias especiales.
Hay, pues, emigraciones é inmigraciones colectivas
de uno á otro mundo; de lo que resulta la introduc
cion de elementos enteramente nuevos en la poblacion
de un globo; nuevas razas de Espíritus vienen á mez
clarse con las existentes y constituyen nuevas razas
de hombres. Pero como los Espíritus no pierden nun
ca lo que han adquirido, traen consigo la inteligencia
y la intuicion de los conocimientos que poseen, é im
primen por consecuencia su carácter á la raza corpo
ral que vienen á animar. No tienen necesidad para
esto de nuevos cuerpos creados especialmente para su
uso, puesto que existiendo la especie corporal, los en
cuentran dispuestos para recibirlos. Estos Espíritus
son simplemente nuevos habitantes; al llegar á la tier
ra forman por de pronto parte de su poblacion espiri
tual, y luego se encarnan como los demás.
No hay comentarios:
Publicar un comentario