9 Alabastro (diario público)

9 Alabastro (diario público)










Querido Diario:


Las preocupaciones pueden llegar hacer consumir nuestras emociones que nos desvía de nuestras metas.

Detesto la arrogancia que tiene algunas personas. Piensa que son muy grande y se dan el permiso de fingir las leyes morales.

Hoy me pregunto mi amigo el creyente: - ¿Está tratando de justificar las metas por las preocupaciones? –(Desde mi perspectiva mis metas se alejan más de mí. Es como si me sitiera desalentada. Todo está desordenado.) Me hablaba que las pruebas de nuestra fidelidad es someternos a lo que él le llama Espíritu Santo. Donde nuestro trabajo debe ser un ministerio hacia la obra de la humanidad. Y que esto forma a la vez la clave del éxito. Cuya razón en su vida era servir al prójimo. Luego me pregunto: ¿Cuál es la razón de mi vida? A lo que conteste que no sabía. A lo que continúo hablando; -Dios está presente en los días malos y está con nosotros en los tiempos difíciles. Solo hay que conocer la voluntad de Dios. El conocer a Dios atreves de la Biblia.


Su mejor motivación es la gracia que le ha sido concedida desde el día que acepto a Jesucristo en su existencia, la supuestamente salvación. Me indicó que es un privilegio conocer a Dios, porque se manifiesta en la conciencia humana. A la misma vez dios desea relacionarse con el ser humano. Y para terminar me dijo: El Espíritu Santo es un poder interior de acción.



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Amelia Gabriela Boudet


Amelia Gabriela Boudet




En esta publicación del anuario, que hace referencia, principalmente, al trabajo de la mujer dentro de los valores de la Doctrina Espírita, no podríamos dejar de mencionar a Amelia Gabriela Boudet, esposa de Allan Kardec (Hipólito León Denizard Rivail). Una mujer que tuvo una presencia fundamental en la codificación del Espiritismo.
Amelia era conocida en su época como Madame Rivail. Nació en Thiais, Sena, el 23 de noviembre de 1795, hija de Julián Luis Boudet, propietario y antiguo notario, y de Julia Seat de Lacommbe. Después de cursar la primaria, se mudó con la familia a
París, continuando sus estudios en la Escuela Normal, donde se graduó como profesora de primaria. Profesora de Letras y Bellas Artes, culta e inteligente, demostrando mucha vivacidad e interés por los estudios desde la infancia, fue autora de tres obras: Cuentos primaverales, 1825, Nociones de diseño, 1826, y Lo esencial en Bellas Artes, 1828.
El 5 de febrero de 1832, se casó con Allan Kardec. Nueve años más joven que Amelia, pero, Kardec en ningún momento se preocupó por esa diferencia, que en ella pasaba desapercibida, debido a su jovialidad física y espiritual. Asociándose al esposo, Amelia se dedicó también a apoyarlo en el trabajo desarrollado en el Instituto técnico, fundado por Kardec poco después de concluir sus estudios con Pestalozzi, en Iverdum. Es importante observar que fue a partir de 1833 cuando se instituyó en Francia la enseñanza primaria, por fuerza de la Ley Guizot. En el año 1835, Amelia y Kardec, ante serias dificultades, fueron obligados a cerrar las actividades del Instituto Técnico. Mientras Kardec trabajaba como contable para diversas empresas comerciales, Amelia se dedicaba, durante el día, a la preparación de los cursos gratuitos que comenzaron a dar –de 1835 a 1840– en su propia residencia, por falta de recursos para implantarlos en otro local. Apoyando a Kardec en los proyectos que emprendía, Amalia colaboró para que su obra pedagógica ganase volumen y calidad, siendo adoptada por la Universidad de Francia, reproduciéndose en decenas de ediciones. Con ese trabajo, fue posible que el matrimonio alcanzase una posición económica satisfactoria, dando respaldo a Kardec para iniciar, en 1855, una investigación sobre los fenómenos sobrenaturales de las mesas giratorias, que fueron en la época, una verdadera novedad continental.
Después del lanzamiento de El libro de los Espíritus, el 18 de abril de 1857, Kardec fundó la Sociedad parisiense de estudios espíritas con sede en su residencia. Envuelto en tramas de injurias y calumnias, Kardec enfrentó todos los obstáculos contando siempre con el apoyo de Amelia, comprensiva y tierna con él, segura de la inmensa grandeza y responsabilidad que representaba el trabajo del marido.
El día 31 de marzo de 1869, cuando Kardec, a los 64 años, partía hacia el mundo espiritual, Amelia fue capaz de mantener la serenidad y la dignidad, que se esperaba de ella. Ante una multitud de más de mil personas, en el día de los funerales de su esposo, se mantuvo serenamente contemplativa, observando con respeto y admiración las palabras de aquellos que se despedían de él.
Compareciendo a todas las reuniones donde era invitada, después de la desencarnación de Kardec, Amalia continuó presidiendo la sesión realizada anualmente en el Día de los Muertos, durante el cual varios oradores transmitían enseñanzas sobre la desencarnación y la vida espiritual.
Tomando para sí las responsabilidades del esposo desencarnado, se empeñó, junto a los fieles discípulos de Kardec, en crear, según los planes del Codificador, la Sociedad Anónima del Espiritismo, entidad que llevó adelante la divulgación doctrinaria, la administración de la Revista Espírita y de la librería.
En 1871,  P. G. Leymarie, médium y colaborador incansable, asumió esas tareas, ante la necesidad de reposo que su avanzada edad exigía de Amelia. El 18 de octubre de 1873, la razón social de la entidad fue cambiada a Sociedad para la continuación de las Obras Espíritas de Allan Kardec, atendiendo a las sugestiones de aquellos que entendían que así se caracterizaba mejor el objetivo propuesto inicialmente.
Hasta el final de su vida, Amelia atendía en particular a aquellos que recurrían a ella en busca de una palabra de consuelo y esclarecimiento. El 21 de enero de 1883, a las cinco horas de la madrugada, aún lúcida y amable, a los 87 años de edad, Amelia regresó a la patria espiritual. Sin contar con herederos directos, pues Amelia y Kardec no tuvieron hijos, los bienes de la pareja fueron destinados, en testamento, a la Sociedad para la continuación de las Obras Espíritas de Allan Kardec. No obstante el empeño de una parienta, y de sus hijos, en el intento de anular su voluntad, nada consiguieron, en virtud de la decisión de la justicia, que consideró soberana la decisión de Amelia, destinando a dicha entidad el patrimonio acumulado en esa existencia.
El día en que fue sepultada, junto al dolmen de Allan Kardec, en el cementerio Père–Lachaise, a doce kilómetros de su residencia, durante la ceremonia sencilla y natural, Leymarie habló de improviso, recordando el gran valor de Amalia, afirmando que las ediciones El libro de los Espíritus y la Revista Espírita, se debieron, en gran parte, a su esfuerzo personal, insistencia y perseverancia. Es cierto que el encuentro de Amelia con Allan Kardec se debió a un compromiso asumido en la espiritualidad, en función de la grandiosa misión que les correspondería emprender a ambos. Ese encuentro de almas fue la alianza bendita que reforzó en ambos la disposición y la fe para sobrepujar los innumerables obstáculos, sirviendo, para la posteridad, como ejemplo de firmeza, determinación, lealtad y amor.   


Extraído del libro: https://espiritismo.es/Descargas/libros/anuarios/Anuario2016.pdf

2 Período terciario.




Período terciario.




39.—Los levantamientos ocurridos en la masa só
lida, hicieron refluir las aguas hácia las hondonadas
producidas por el levantamiento de unos sitios y el
hundimiento de otros. Pero estas mismas hondonadas
levantadas á su vez, unas veces en unos sitios, otras
en otros, desalojaron las aguas que corrieron hácia
otros puntos, y así alternativamente hasta que pudie
ron obtener un asiento más estable.

El movimiento sucesivo ó alterno de esa inmensa
masa líquida ha socavado y atormentado tambien
considerablemente la superficie del globo. Las aguas
en su marcha han arrastrado parte de los terrenos de
formaciones anteriores puestos á descubierto por los
levantamientos; despojado ciertas montañas que de
ellos estaban cubiertas, quedando á la vista su base
granítica ó calcárea: al mismo tiempo, excavando los
terrenos han formado en unos sitios profundos valles,
y otros los han terraplenado.

Hay, por tanto, montañas formadas directamente
por la accion del fuego central, á cuya clase pertene
cen principalmente las montañas graníticas; otras
que lo han sido por la accion erosiva de las aguas
que arrastrando las tierras sueltas y las sustancias
solubles han excavado valles en torno de una base
resistente, calcárea ó de otra clase.

Los materiales arrastrados por la corriente de las
aguas, han formado las capas del período terciario
que se distinguen fácilmente de las otras, menos por
su composicion que es casi la misma que por su dis
posicion.

Las capas de los períodos primario, de transicion y
secundario, formadas sobre una superficie poco acci
dentada, son casi uniformes en toda la tierra: al con
trario las del período terciario que formadas sobre
una superficie muy accidentada y por los arrastres de
las aguas, tienen un carácter más local y vário. Por
do quiera que se cave á cierta profundidad, se en
cuentran las capas anteriores en el órden de su for
macion ; mientras que no se halla en todas partes
terreno terciario, ni todas las capas de éste.

40. —Bien se comprende que, durante las conmo
ciones y trastornos de la superficie que tuvieron lu
gar al principio de este período, la vida orgánica debió
pasar por una época de paralizacion, lo cual se reco
noce por la inspeccion de los terrenos desprovistos de
fósiles. Pero en cuanto vino un tiempo de más calma,
los vegetales y los. animales reaparecieron de nuevo;
las condiciones de vitabilidad habian cambiado ; la at
mósfera estaba más purificada y en consecuencia se
vieron aparecer especies de organizacion más perfec
ta; las plantas consideradas bajo el aspecto de su ex
tructura, son poco diferentes de las de nuestros dias.

41 . —Durante los dos períodos anteriores, los terre
nos descubiertos ofrecían poca extension, y áun estos
eran pantanosos y se veian con frecuencia sumergi
dos: así es que no habia en ellos sinó animales acuá
ticos ó anfibios. El período terciario durante el cual
se formaron vastos continentes, está caracterizado
por la aparicion de los animales terrestres.

Así como el período de transicion vió nacer una
vegetacion colosal, y el período secundario reptiles
monstruosos, en este, el terciario, se vieron aparecer
mamíferos gigantescos: el elefante, el rinoceronte,
el hipopótamo, el paleoterio, el megaterio, el di~
noterio, el mastodonte, el mamut y otros. Tam
bien en él nacieron las aves así como la mayor parte
de las especies contemporáneas. Algunas de las espe
cies de aquella época sobrevivieron á los cataclismos
posteriores; otras que se han designado bajo la deno
minacion genérica de animales anti-diluvianos,
desaparecieron completamente, ó bien han sido reem
plazadas por otras análogas, de formas menos pesa
das, cuyos primeros tipos fueron como bosquejos: ta
les son el felis spelcea, animal carnívoro de las dimen
siones de un buey y cuyos caracteres anatómicos
ofrecen mucha analogía con las del tigre y del leon;
el cervus megaceron, especie de ciervo, cuyas astas
largas de tres metros, median un espacio de tres á
cuatro metros entre sus dos puntas.

42. —Durante mucho tiempo se ha creido que el
mono y la numerosa familia de los cuadrúmanos, que
es la especie más parecida al hombre por su configu
racion, no existian aún; pero descubrimientos recien
tes parecen justicar la presencia de esos animales, al
menos hácia el fin de este periodo geológico.




Extraído del libro “EL GÉNESIS LOS MILAGROS Y LAS PROFECÍAS SEGÚN EL ESPIRITISMO”
Allan Kardec







El diablo


El diablo


1.       El diablo es fundamentalmente una invención judía
a.       sería la representación del mal absoluto al mando de legiones demoniacas
b.       una amenaza siempre latente
c.       archirrival de Dios
d.       Trayectoria:
                                                               i.      Se habría convertido ya en el archienemigo, dispuesto a asediar a los hombres con sus tentaciones y, en fechas más tardías, cargaba con la responsabilidad de administrar los castigos en el Juicio final
                                                             ii.      A partir del siglo ix, empezó a ser representado con el color negro
                                                           iii.      Teófilo de Aldana inspiró las leyendas populares sobre pactos con el diablo como se ve en la obra Teófilo renuncia a su pacto con el diablo de Michael Pacher que, aunque en algunos documentos aparece como San Agustín y el diablo, se trata realmente de Teófilo (1471-1475).
                                                           iv.      Los renacentistas lo representaban a un diablo que consume cuerpos humanos.
2.       Espiritismo
a.       Los llamados Diablos son Espíritus Imperfectos que por su nivel de maldad se confunden con demonios por aquellos que no conocen el mundo espiritual.
b.       131. ¿Hay demonios, en el sentido que se da a esta palabra?
                                                               i.      - Si los hubiera, serían obra de Dios, y ¿sería Dios justo y bueno si hubiese creado Seres eternamente consagrados al mal y desdichados? Sí; existen demonios, los hay en tu mundo inferior y en otros similares donde ellos residen. Han sido los hombres hipócritas los que hicieron de un Dios justo un Dios ruin y vengativo, y que creen serle agradables mediante las abominaciones que en su nombre se cometen.
3.       Concepto de diablo como primitivo ser angélico expulsado por Dios y agente del mal es una creación del cristianismo.
a.       Según el cristianismo, el Diablo es un ser sobrenatural maligno y tentador de los hombres.
b.       El cristianismo nace en el siglo I d.C. y antes no existía, ni existían sus dogmas, ni había cristianos.
c.       Los padres de la Iglesia de los siglos Il, III y IV d. C. les encantó esta palabra griega para denominar a su espíritu del mal, y la adoptaron en sus traducciones de textos sacros.
4.       Ateo
a.       El demonio/diablo es una pura invención cristiana debido a una mala traducción de la escritura hebrea. Básicamente los autores cristianos, helenos, partieron de la traducción griega (LXX)
5.       Los nombres más comunes o conocidos con que se nombra al diablo en la Biblia son: Lucifer, Satanás, Belial, Samael, antigua serpiente, gran dragón, Jaldabaoth, el dios negro, el dios de este siglo y el padre de la mentira. En la República Dominicana y al resto de América Latina, se ha adoptado algunos sinónimos como son: Diale, Diantre y Diache.
6.       Los cuernos, apariencia rojiza y tridente con afiliadas puntas son el producto de lo que la televisión y el cine nos han hecho creer, pero la Biblia no da detalles de su aspecto.



Creas o no creas en una religión, cuéntanos ¿qué opinas del diablo?


Referencia

3.       El Evangelio Según El Espiritismo, Allan Kardec


Iris de la Rosa Vélez
18 de julio de 2018

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El Diablo o Satanas NO Existe - Soy Espirita








El Diablo existe, sí; en la mente de aquellos que creen en él. El mundo Espiritual está constituido por Espíritus Buenos y Malos. Los Espíritus malos, que son los Espíritus Imperfectos o Impuros, son los llamados Diablos.  Se necesita quitarse los velos de la religiosidad para entender, que la falacia mas grande que existe es que el Diablo Existe. Existen Espíritus Impuros y en maldad que se les llaman Diablos y que tienen la oportunidad de convertirse en buenos. No importa que lo creas o no, pero es lo mejor que le podría pasar a un llamado Diablo, que pueda arrepentirse, desistiera de hacer el mal y procurara hacer el Bien. El Bien nunca podrá ser derrotado por el Mal pero si quieres creer en una fabula, que ni buen cuento es, es tu decisión en la vida y seguirás sometido a la religiosidad que siempre le ha robado el derecho a pensar y decidir a los seres que pueden dominar. Deja la religiosidad y sé libre de conceptos que no te ayudan adelantar tu Espíritu en esta vida, no sigas perdiendo el tiempo en historias religiosas que no se pueden probar. Los que creen en la existencia del Diablo son los religiosos que no pueden pensar por sí solos y dependen de la Biblia que se equivoca y de Dogmas Religiosos que ninguno se puede probar.  Te invito a estudiar y a considerar el Espiritismo, coherente y consolador que postula el mensaje MORALIZADOR de Jesús a la humanidad que te da el derecho a pensar, a decidir y a ejercer tu LIBRE ALBEDRÍO. Se libre en tu caminar en la vida y deja lo religioso atrás. Y tu vida será mucho mejor que hoy.

1.       

LA FE Y EL AMOR

LA FE Y EL AMOR


“Y una mujer que padecía hemorragias desde hacía doce años, que había sufrido mucho con muchos médicos y había gastado toda su fortuna sin obtener ninguna mejoría, incluso había empeorado, al oír hablar de Jesús, se acercó a él por detrás entre la gente y le tocó el manto, pues se decía: Con sólo tocar sus vestidos, me curo. Inmediatamente, la fuente de las hemorragias se secó y sintió que su cuerpo estaba curado de la enfermedad. Jesús, al sentir que había salido de él aquella fuerza, se volvió a la gente y dijo: ¿Quién me ha tocado? Sus discípulos le contestaron: Ves que la multitud te apretuja, ¿y dices que quién te ha tocado? Él seguía mirando alrededor para ver a la que lo había hecho. Entonces la mujer, que sabía lo que había ocurrido en ella, se acercó asustada y temblorosa, se postró ante Jesús y le dijo toda la verdad. Él dijo a la mujer: Hija, tu fe te ha curado; vete en paz, libre ya de tu enfermedad.”

(Marcos, V. 25-34).


Sabiduría y santidad son los dos atributos para la adquisición de la felicidad. La Luz da sabiduría, la Religión da santidad, pero sólo el Amor resume toda la Ley y los Profetas. La Esperanza consuela y anima; la Caridad robustece y ampara; la Fe salva; el Amor anima todas estas virtudes; el Amor es la Ley. Los hombres titubean; la Humanidad degrada; todo parece perdido como la nave golpeada por la tempestad. Aparece el Amor y hace oír su voz convincente: todo se calma. La bonanza sucede a la impetuosidad de los vientos y a la furia de los mares. La luz sucede a las tinieblas como el día sucede a la noche. No hay nada que manifieste mejor la Ley de Dios que el Amor. Su nombre, escrito únicamente con cuatro letras, indica los cuatro puntos cardinales de la felicidad espiritual; sus letras son luces; su luz brilla más y arde mejor que el Sol. La Esperanza está unidad a la Inmortalidad; mas la Fe es inseparable del Amor. 

La mujer enferma, llena de fe, se aproxima al Señor, le toca los vestidos. “Haciendo eso, pensó: quedaré curada del mal que hace muchos años me aflige.” ¡Y el milagro se efectuó! Así les sucederá también a todos aquellos que tuvieran fe y se aproximasen a Jesús: “El que me siga no estará en tinieblas.” Todos los que tuvieran Fe, y con Fe buscasen vencer las dificultades, triunfarán porque el Amor coopera con la Fe para derrumbar barreras, destruir dominios, aniquilar obstáculos y suprimir dificultades. “Si tuvieras fe, dijo Jesús, dirás a este monte: pásate para allá y él pasará.” “Si tuvieras fe, dirás a esta higuera: trasplántate más allá, y así ocurrirá.” La misión exclusiva de Jesús fue revivir los corazones en la Fe, para que las almas lleguen a las alturas del amor de Dios. En todos sus viajes, el Maestro sembraba Fe, para que las gentes, con su producción, adquiriesen los tesoros del Amor. Es así como, cultivando sus enseñanzas, nosotros alcanzaremos los mundos de luz que se mueven en el Éter accionados por la voluntad de Dios. La Luz da Sabiduría y salva; Jesús es el Camino, la Verdad y la Vida; el Amor es la Ley.


Extraído del libro
https://espiritismo.es/Descargas/libros/Parabolas_de_Jesus.pdf

Resurrección de la carne





Foto cortesía de https://www.aciprensa.com/recursos/la-resurreccion-de-la-carne-3958

Resurrección de la carne


¿Sera posible una persona volver a la vida, incluso después de literalmente haber muerto, esto es, después del desprendimiento definitivo entre el cuerpo u espíritu? Si eso fuese posible, estaríamos delante de algo extraordinario, en oposición a una ley divina básica, que trata con absoluta equidad a todos los seres humanos: la muerte del cuerpo físico, cuyo propósito es la renovación del Espíritu y su trayectoria evolutiva, la cual se hace por etapas. Tal vez por eso parezca tan extraños para nosotros, estudiosos de los principios espirituales, constatar personas gastando millones de dólares con la criogenia humana, con la esperanza de que, en un futuro incierto, sus cuerpos puedan ser descongelados y resucitados, sea para la eliminación de dolencias actualmente incurables, sea para alcanzar una utópica inmortalidad en la carne, que, si fuese posible, mas se asemejaría a una “maldición” que una bendición.

La palabra “resurrección”, del punto de vista semántico, es un término equivocado o polisémico, esto es, posee más de un significado o interpretación. En el sentido tradicional del término, es más conocido como el “Acto de resurgir o reaparecer vivo después de haber muerto; restitución del muerto a la vida” (1). Dicen los que defienden esta tisis – de la vuelta del Espíritu a un cuerpo ya muerto – que para Dios nada es imposible y que existen “milagros” como aquellos atribuidos a Jesús y descritos en el Nuevo Testamento (Lucas, 7:11 a 17 “El hijo de la viuda de Naim”, y Mateo, 9:23 a 26 “la hija de Jairol”), siendo la resurrección de Lázaro (Juan, 11:1 al 45), el caso más conocido).

No se desconoce el poder del Creador, ¿pero tendría realmente necesidad de revocar las propias leyes, solamente para probar su poder, para agradar o convencer criaturas céticas e ignorantes como nosotros, aun matriculadas en las primeras lecciones del alfabeto del Espíritus? Para decepción de los que veneran lo “maravilloso”, es preciso informar que el fenómeno descrito en el Nuevo Testamento no se trata de ningún milagro, pues aquellos personajes bíblicos no estaban efectivamente muertos. (2) Posiblemente, experimentaron los efectos de otra ley natural, la facultad de emancipación o desdoblamiento del alma, que ocurre por medio de la catalepsia y de la letargia, desconocidas de la Medicina de aquel tiempo, época en que el diagnostico de la muerte era comparado por la simple parada cardiorespiratoria y no por la cesación del funcionamiento del tronco encefálico, criterio actualmente aceptado por la comunidad científica” (*)

Los teólogos, casi siempre distanciados de las leyes naturales, adoptaron también, para el término “resurrección”, la connotación escatológica, fundada en la interpretación literal de la Biblia: la resurrección de los muertos en el día del “Juicio Final”, ignorando que “muchas veces la palabra de Jesús era alegórica y en forma de parábolas, porque El hablaba de acuerdo con la época y los lugares”(3), hasta el momento en “que la Ciencia, de un lado, y el Espiritismo, del otro, revelasen las nuevas leyes de la Naturaleza, haciendo comprensible su verdadero sentido” (4)

En vista de eso, el Espiritismo perfila una interpretación racional para el fenómeno de la resurrección de la carne, en el día del “Juicio Final”: La resurrección de los muertos en el último día, en el fin de los tiempos, es una alegoría judaica que Jesús utilizo, como de tantos otros elementos del Judaísmo, para enseñar el sentido verdadero de la muerte como transición o pasaje de un mundo para otro, del mundo material para el espiritual. El último día es apenas aquel en que morimos. (5) (Grifo nosso) Por tanto, la creencia en la “resurrección” como vuelta del Espíritu al mismo cuerpo, después del “Juicio Final”, también no tiene respaldo científico, pues los despojos del organismo humano no se conservan homogéneos y se descomponen en sus elementos químicos, que van a ser utilizados para la estructura de nuevos cuerpos. (6)

Conforme orientan los Espíritus de la Codificación, el dogma de la resurrección de la carne, tomando en su verdadero sentido, es la consagración de la inmortalidad y de la reencarnación enseñada por los Espíritus superiores: La reencarnación formaba parte de los dogmas judaicos, bajo el nombre de resurrección; sólo los saduceos que creían que todo terminaba con la muerte, no creían en ella. Las ideas de los judíos en este punto, como en muchos otros, no estaban claramente definidas, porque sólo tenían nociones vagas e incompletas sobre el alma y sus lazos con el cuerpo. Creían que un hombre que vivió podía revivir, sin explicarse con precisión la manera cómo esto podía suceder; designaban con la palabra resurrección, lo que el Espiritismo llama más juiciosamente reencarnación. En efecto, la resurrección supone el regreso a la vida del cuerpo que murió, lo que la Ciencia demuestra ser materialmente imposible, sobre todo cuando los elementos de ese cuerpo están, desde hace mucho, dispersos y absortos. La reencarnación es el retorno del alma o Espíritu, a la vida corporal, pero en otro cuerpo nuevamente formado para ella, y que nada tiene de común con el antiguo. La palabra resurrección podía de este modo, aplicarse a Lázaro, pero no a Elías, ni a los profetas. Pues, si según su creencia, Juan el Bautista era Elías, el cuerpo de Juan no podía ser el de Elías, puesto que se había visto a Juan niño y se conocía a su padre y a su madre. Así, Juan podía ser Elías reencarnado, pero no resucitado. (7)

Toda vez que se pronuncia el termino resurrección, mas tarde la asociamos al fenómeno de la resurrección de Jesús entre los hombres, después la tragedia del Gólgota, que, por regla general, es interpretado como siendo el resurgir del Maestro con el mismo cuerpo material que utilizo en su sublime misión terrena. Todavía, más de una vez, es preciso colocar las cosas en su debido lugar. La “resurrección”, de Jesús no tiene nada que ver con lo que aconteció con el hijo de la viuda de Naim, con la hija de Jairo o con Lázaro. Lo que los apóstoles y otras personas vieron, muy probablemente, no fue el cuerpo físico de Jesús sino su Espíritu momentáneamente materializado.

En esas afirmaciones, encontramos los siguientes esclarecimientos del escritor espirita Severino Celestino da Silva, profesor de la disciplina Ciencias de las Religiones, de la Universidad Federal de Paraíba, que así resume la posición espirita: Quien resucita es el Periespíritu. Es el molde del cuerpo, constituido de materia quintaesenciada, funcionando como el intermediario entre el cuerpo físico y el espíritu durante la vida corpórea, por tanto, es lo que vemos después de la muerte. Fue el periespíritu del Cristo que fue visto en el tercer día y no su cuerpo. El cuerpo que sirvió de morada al espíritu no puede ser visto, después de la muerte, pues vuelve a la tierra que lo origino y por ella es destruido. Y así, lo que se llama de resurrección es lo mismo que Reencarnación, es como vimos, según Daniel y Ezequiel, ella ocurre en la tierra y no en el mundo espiritual, y ocurre todos los días conforme afirma Pablo a los hebreos 9:27 después de la muerte ocurre el juicio. Quedando la verdadera y conocida “resurrección del último día” como sinónimo de “etapa final de evolución” en nuestro planeta. La resurrección del ultimo día será la conquista espiritual suprema obtenida por nosotros. Después de ella, no habrá más necesidad de Reencarnación. (8) (Grifos nosso)

En suma, la resurrección de la carne es la propia reencarnación, corolario de la inmortalidad en innúmeros pasajes de los textos bíblicos (Viejo y Nuevo Testamento), bajo la forma alegórica. Su turno, la resurrección física de un ser que aun no desencarnó es de efecto temporal, pues la ley natural de la muerte biológica alcance a todos indistintamente, y hasta Jesús a esta se sometió dentro de la normalidad de las cosas. Ya la resurrección espiritual es el retorno del ser al mundo espiritual de donde vino, antes de la reencarnación, pudiendo hacerse visible y hasta tangible o no a los encarnados, conforme las circunstancias a que dan oportunidad las leyes divinas.
Finalizando, nunca es de más recordar que, en un otro sentido espiritual, tenemos la oportunidad de resucitar todos los días para le mejora de nuestras condiciones morales, ejercitando los legítimos valores de la vida, corrigiendo en nosotros los vicios que entorpecen las potencias del Espíritu, destinado al progreso y a la felicidad plena.
Christiano Torchi

(*) La catalepsia y la letargia son una especie de sueño físico de orden patológico. Se caracterizan por la pérdida temporal de la sensibilidad y del movimiento del cuerpo físico, que asume, temporalmente, la apariencia de muerte biológica. Hay registros, aun en la actualidad, de personas sepultadas vivas, por haber sido diagnosticadas, equivocadamente, como muertos. (Para más información, remitimos el lector al artículo de nuestra autoría, bajo el titulo Letargia, catalepsia, muertes aparentes, publicado en esta Revista en noviembre del 2008 p29 (427) al 31 (429)

Referencia:
(1) Diccionario brasileño de la lengua portuguesa. Palabra “Ressurreição”
(2) Allan Kardec. La génesis
(3) Allan Kardec. El libro de los Espíritus.
(4) Allan Kardec. El evangelio según el espiritismo.
(5) J. Herculano Pires. Educación para la muerte.
(6) Allan Kardec. El libro de los Espíritus.
(7) Allan Kardec. El evangelio según el espiritismo.
(8) Severino Celestino da Silva. Analizando las traducciones bíblicas.
Revista Reformador. Marzo 2013
Traducido por Jacob

8 Alabastro (diario público)

8 Alabastro (diario público) 









Querido Diario:

Hay filosofo que dice que nada ocurre al azar. Que todo está predeterminado y que se cumple en el momento preciso. Me pregunto ¿Cuál será mi plan específico? ¿Cuál es mi propósito en esta vida? ¿Cuánto tiempo viviré en este mundo? ¿Se logrará mis metas?

Hoy estuve pensando cuales son mis principios básicos. Aquellos que me permite ser útil a la sociedad. Tengo talento que me han ayudado hacer fiel a mis realidades, pero, existe momentos que me persigue la frustración. A veces me siento como si estuviera en las manos del alfarero, que me está dando forma y que aún no estoy lista. Me moldea con sus manos y me entre mezclo en sus dedos. Añadiendo y quitando el barro, pero sigo en sus manos. Seré como vasija nueva.

Mi amigo el creyente me pregunto: ¿Te asusta el futuro? El futuro es peligroso. Pero a mí, a Iris de la Rosa Vélez me asusta ver una cucaracha y tengo que vivir con ella escondida en mi casa.


Los dioses son nuestros protectores y guardadores. Aunque nos sentimos incompetente tenemos la opción de capacitarnos, buscar ayuda o retirarnos. Este sentimiento de incompetencia a puesto a prueba mi fe y en otras ocasiones a sido el motor de mis inquietudes para seguir en el camino de la vida. 

He pasado por 3 aspectos importantes:
1.      Ser fuerte
2.      Compartir el conocimiento
3.      Estar dispuesto a sufrir.


Además de ser firmen en mis objetivos y convicciones. El mejor momento de cada día ha sido verme en el espejo y trasmitir mi fortaleza. Mi congruencia y perseverancia hacia mis metas. Evitando el peligro de caer en las pequeñas trampas del orgullo.  



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Poema La Muerte








No te preocupes mucho por las cosas de la vida
de las etapas no culminadas,
la naturaleza se encarará de que las cumplas,
y dentro de poco todos, sin que nadie escape,
plantaremos el carozo por decirlo de alguna manera
en la pacha mama, es decir nuestro cuerpo.
Cuando morimos nuestro cerebro segrega drogas contra el dolor.
Así como se hincha el pié para cuidar el hueso,
Y en ese momento de comunión con la pacha mama,
sentirás el verdadero amor,
ese mismo que anduviste practicando en esta vida,
La naturaleza hace que siempre se junte la vitalidad.
quizás la respuesta sea placer.
Pero nadie quiere perder su sexualidad,
es por eso que son bendecidos los que mueren haciendo,
el amor.





Dedicado a Iris de la Rosa que me hizo pensar mucho sobre el tema.


El trabajo voluntario puede proporcionar vida más larga y feliz


El trabajo voluntario puede proporcionar vida más larga y feliz

Los beneficios del trabajo voluntario

¿Qué tal vivir más y con más salud? La ciencia lo comprueba: quien desarrolla un trabajo voluntario gana mucho en bienestar y felicidad.
Lo que usted hace bien puede hacer bien a alguien. Ese es el espíritu del trabajo voluntario, que significa poner Todo el mundo puede ser voluntario, a disposición de la sociedad un talento bastan disposición, buena voluntad y compromiso. (Foto: Getty imágeness). nuestro. Pero esa historia, que ya sería bonita si terminase ahí, va más allá: las personas que actúan como voluntarias movidas por el amor (y no para ganar puntos en su currículo, por ejemplo) viven en promedio cuatro años más, según un estudio de la Universidad de Michigan en Estados Unidos, y con mejor calidad de vida, afirma el investigador estadounidense Allan Luks, en el libro The Healing Power of Doing Good (El poder curativo de hacer el bien).
“Quien realiza por lo menos cuatro horas de trabajo voluntario por mes tiene diez veces más oportunidades de tener una buena salud que quien no hace ninguna labor voluntaria”, dice Luks.
¿La explicación? El voluntario vive un poderoso sentimiento de satisfacción, resultado de la disminución del estrés y de la liberación de endorfinas, neurotransmisores que provocan sensación de felicidad.
“La persona se siente valorada, útil, con buena autoestima. Todo eso por saber que tiene algo para contribuir”, explica la psicóloga Cleonice de Andrade. (…)

Ser voluntario es bueno para la Salud

También una investigación realizada durante 10 años por profesores de la Universidad de Harvard, en Estados Unidos, con dos mil setecientas personas, concluyó que el trabajo voluntario es un óptimo remedio. En el estudio se dedujo que ser voluntario es bueno para el corazón y el sistema inmunológico, además de aumentar la expectativa de vida y la vitalidad.
Los investigadores notaron que las personas que tienen esos gestos de altruismo, al percibir la felicidad y gratitud de otros, liberan en el cerebro la endorfina, responsable por la sensación de placer. Ella disminuye la sensación de dolor y las oportunidades de enfermar. Otro punto importante del estudio fue la mejoría en el funcionamiento inmunológico de quien ayuda.
Hacer el bien proporciona una satisfacción, por el simple hecho de saber que donó a otro algo positivo, trayendo una agradable sensación de bienestar.
¿Qué ocurre en el cerebro de quien ayuda al prójimo?
Neurólogos brasileños desarrollaron una investigación con el objetivo de descubrir lo que ocurre en el cerebro de quien se dispone a ayudar al prójimo.
Sometieron a diecinueve voluntarios, estudiantes universitarios, a exámenes de resonancia magnética funcional mientras realizaban una tarea determinada por los científicos.
Antes del examen, los voluntarios recibieron ciento veintiocho dólares y la explicación de que esa cantidad podría ser donada a determinadas instituciones benéficas apoyadas por el Fondo de Naciones Unidas, y que el saldo (o todo el dinero, si quisiesen), podría embolsárselo el participante.
Enseguida, recibieron explicaciones sobre las acciones desarrolladas por las referidas instituciones. Los resultados mostraron una intensa activación del sistema de recompensa del cerebro siempre que el voluntario decidía retener el dinero para sí. O sea, ganar dinero genera placer. No obstante, surgió un dato inesperado cuando se observaron los exámenes de los que resolvieron hacer donaciones a las referidas instituciones.
Además del sistema de recompensa, otra área del cerebro también fue activada, el córtex pre frontal, en el cual se sitúan los sentimientos de empatía y que entra en acción cuando nos vinculamos afectivamente a alguien o cuando practicamos un servicio voluntario.
O sea, el acto de donar generó placer y vino acompañado de un sentimiento de solidaridad hacia aquellas personas atendidas por las instituciones benéficas.
Ese estudio detectó que hacer el bien produce sensaciones placenteras en aquel que lo realiza, sensación acrecentada de un sentimiento positivo: la empatía hacia el beneficiado. O sea, hay una recompensa al practicar el bien. El cuerpo confiere, a través de mecanismos internos automáticos, un premio a aquel que lo efectuó. Así, gana quien recibe y gana quien practica el bien.
Por tanto, ayudar al prójimo está en nuestra propia naturaleza, forma parte del ser humano.






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1 Período terciario


Período terciario.


33. —Un nuevo orden de cosas principió para la
tierra con el periodo terciario. El estado de su super
ficie cambió completamente de aspecto, y sus condi
ciones de vitalidad profundamente modificadas, se
aproximan más á las actuales. Los primeros tiempos
de este periodo se hacen notar por una intermision en
la produccion vegetal y animal: en todas partes se
observan indicios inequívocos de una destruccion casi
general de seres vivientes, y luego van apareciendo
nuevas especies cuya organizacion más perfecta se
adapta á la naturaleza del centro á ue están llamadas
á vivir.

34. —Durante los periodos precedentes , la corteza
sólida del globo poco resistente áun, daba paso por mu
chas partes á las materias fundidas por la accion del
fuego interior que corrían y se esparramaban fácil
mente por la superficie. No sucedía lo mismo cuando
el suelo adquirió mayor espesor: las materias infla
madas comprimidas por todas partes como el agua
hirviente en vasos cerrados, acabaron por producir
una explosion. La masa granítica violentamente des
garrada en muchas partes, quedó surcada de grietas
como un vaso resquebrajado. A lo largo de estas
grietas , la costra sólida levantada casi vertical
mente, formó picos, cordilleras de montañas, y sus ra
mificaciones. Ciertas partes de la corteza no desgar
radas sufrieion un simple alzamiento, y en otros pun
tos se produjeron depresiones y excavaciones.

La superficie del suelo resultó á consecuencia de
esto muy desigual, y las aguas que hasta entonces la
habian cubierto casi por un igual, afluyeron hacía las
partes bajas, dejando en seco vastos continentes ó
cimas de montañas aisladas, que quedaron converti
das en islas.

Tal es el gran fenómeno que se verificó en el perío
do terciario, y que trasformó la superficie de la tier
ra; fenómeno que no tuvo lugar instantánea ni si
multáneamente en todos los puntos, sino sucesiva
mente y en períodos más ó ménos lejanos.

35. — Una de las primeras consecuencias de estas
conmociones, fué como se ha dicho, la inclinacion de
las capas de sedimento primitivamente horizontales,
y que han quedado en esta posicion, allí donde la su
perficie no fué conmovida ni descompuesta. Es, pues,
en las vertientes y á la inmediacion de las montañas
donde esta desnivelacion y falta de correspondencia
delas capas son más pronunciadas.

36. —En los países donde las capas sedimentarias
han conservado su horizontalidad, para llegar á des
cubrir las de primera formacion , hay que atravesar
todas las restantes, á veces hasta una profundidad
considerable; al fin de la cual se encuentra indefecti
blemente la roca granítica. Pero cuando estas capas
han sido trastornadas y formádose con ellas monta
ñas, naturalmente han sido sacadas de su nivel nor
mal y tal vez levantadas á gran altura; de modo que
si se hace un corte vertical en la pendiente de una
montaña, se muestran las diferentes capas en todo su
espesor y sobrepuestas como los tendeles de una fá
brica de manipostería.

Por esto se encuentran con tanta frecuencia á
grantes alturas, bancos considerables de conchas pri
mitivamente formados en lo profundo de los mares.
Está demostrado hoy hasta la evidencia que en nin
guna época el mar ha podido alcanzar á tales alturas,
porque todas las aguas que existen en la superficie de
la tierra no bastarían para ello, aun cuando hubiese
cien veces más de la que hay. Seria preciso entonces
suponer que la cantidad de agua ha disminuido, y por
consecuencia habría que demostrar lo que se ha hecho
de la desaparecida. Los levantamientos de los terre
nos, que son hoy hechos incontestables y demostra
dos por la ciencia, explican de una manera tan lógica
como rigorosa los depósitos marinos que se encuen
tran en la cima de ciertas montañas. Estos terrenos
han estado evidentemente en otras épocas sumergi
dos durante muchos siglos, pero en su nivel propio,
no en el que ahora tienen.

Es absolutamente lo mismo que si una porcion del
fondo de un lago se levantara ahora venticinco ó
treinta metros sobre la superficie del agua; la cima de
esta elevacion levantaría consigo los despojos de las
plantas y animales que yacían en el fondo, lo cual no
implicaría que las aguas del lago hubiesen alcanzado
aquel nivel ó altura.

37. —En los sitios donde el levantamiento de la ro
ca primitiva ha producido una desgarradura completa
del suelo, yá por su rapidez, yá por la forma, yá por
la altura y volumen de la masa levantada, el granito
se ha mostrado al descubierto como un diente cuan
do rompe la encía. Las capas que lo cubrían, levan
tadas por el impulso interior, rotas y puestas en po
sicion vertical, quedaron al descubierto; y así es co
mo terrenos pertenecientes á las primitivas formacio
nes, y que se hallaban antes de aquellas convulsiones
en su posicion primitiva á una gran profundidad, for
man ahora el suelo de algunos países .

38.—La masa granítica dislocada por efecto de los
levantamientos, ha conservado en algunos sitios las
fisuras por donde brota el fuego interior y corren
materias fundidas. Eso son los volcanes, que pueden
considerarse como las chimeneas de esa inmensa hor
naza ó mejor aun válvulas de seguridad , que, dan
do salida al exceso de gases y materias Ígneas, pre
servan la superficie de conmociones mucho más ter
ribles; de donde se puede deducir que los volcanes
en actividad, son una garantía de seguridad para lo
restante de la superficie de la tierra.

Puede formarse una idea de la intensidad de este
fuego, considerando que tambien existen volcanes
submarinos, y que la masa inmensa de agua que los
cubre y penetra en ellos, no es bastante. para apa
garlos.




Extraído del libro “EL GÉNESIS LOS MILAGROS Y LAS PROFECÍAS SEGÚN EL ESPIRITISMO”
Allan Kardec



Fundación Espírita Humanista Allan Kardec, y la Falsificación de GÉNESIS, Soy Espirita






¿Qué explicación tienen a esta mutilación tan obvia y en contra de las enseñanzas del Espiritismo? Es incorrecto decir que Kardec no mencionó nunca a Jean Baptiste Roustaing. Sausse, pone de ejemplo de la eliminación del articulo #67 del Capítulo XV. Esto de por si niega tácitamente, que la 5ta Edición, 2nda Revisión falsificada de Pierre Gaetan Leymarie sean la misma que la 4ta Edición 1ra Revisión definitiva de Allan Kardec publicada el de enero del 1868. Esta traducción del Libro de Génesis es una copia fiel de la 5ta Edición, 2da Revisión Falsificada publicada el 23 de diciembre del 1872 por Pierre Gaetan Leymarie, (3) tres años después de la muerte física de Allan Kardec. Hasta tradujeron "La Gênese" del idioma francés a "La Génesis" al idioma español, sin autorización de los Espíritus. Debió ser traducido a "El Génesis", correctamente. ::: Asumieron que Allan Kardec era el sistematizador, cuando en realidad era el Codificador, el secretario de los Espíritus. (Vea este enlace que explica que Allan Kardec no podía ser el sistematizador del Espiritismo). https://youtu.be/7oWsYZ5263o


Memoria de mi Espíritu Clara Román- Odio

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