4. —Así como para comprender y definir el movimiento
correlativo de las agujas de un reloj, es indispensable conocer las leyes que
presiden á su mecanismo, apreciar la naturaleza de los materiales y calcular la
potencia de las fuerzas que funcionan; para comprender el mecanismo del
universo, es preciso conocer las leyes que rigen todas las fuerzas puestas en accion
en este vastísimo conjunto. El hombre ha sido impotente para resolver el
problema de la creacion hasta el momento en que la ciencia le ha dado la clave.
Ha sido preciso que la Astronomía le abriese las puertas del espacio infinito,
y le permitiese penetrar en él con su mirada; que pudiera determinar por la
potencia del cálculo con una precision vigorosa, el movimiento, la posicion, el
volumen, la naturaleza y el oficio de los cuerpos celestes; que la Física le
revelara las leyes de la gravitacion, del calor, de la luz y de la
electricidad, la potencia de esos agentes sobre la naturaleza entera, y la causa
de los innumerables fenómenos que de ellas proceden; que la Química le enseñara
las transformaciones de la materia, y la Mineralogía las materias de que se
compone la corteza del globo; que la Geología le enseñase á leer en las
diferentes capas terrestres la formacion gradual de este mismo globo; la
Botánica, la Zoología, la Paleontología, la Antropología debian iniciarles en
la filiacion y en la sucesion de los seres orgánicos. Con la Arqueología ha
podido seguir los pasos de la humanidad al través de las edades; todas las
ciencias, en fin, completándose unas con otras y dándose la mano, tenían que
aportar su contingente necesario para el conocimiento de la historia del mundo,
á falta de lo cual el hombre no tiene por guia sino sus primeras hipótesis, ni
por auxiliares, más que sus sentidos.
Por eso tambien, ántes que el hombre estuviera en posesion
de todos esos elementos indispensables de apreciacion, todos los comentaristas
del Génesis, cuya razon fatalmente se estrellaba contra imposibilidades
materiales, se revolvían en un mismo círculo sin poder salir de él, hasta que
la ciencia ha abierto el camino al través del vetusto edificio de las antiguas creencias.
Todo ha cambiado entonces de aspecto. Una vez encontrado el hilo conductor, las
dificultades se han desvanecido, y en vez de un Génesis imaginario, se ha
tenido un Génesis positivo y en cierto modo experimental: los horizontes del
Universo se han estendido á lo infinito; se ha visto que la tierra y los astros
se forman gradualmente segun leyes eternas é inmutables, que revelan mejor el
poder y la sabiduría de Dios que una creacion milagrosa salida de un golpe de
la nada, como un cambio de decoracion por una idea súbita de la divinidad,
despues de una eternidad de inaccion y de soledad incomprensibles. Puesto que
es imposible conocer el Génesis sin los datos que la ciencia suministra, puede
decirse con toda verdad que la ciencia es la verdaderamente llamada á
constituir el Génesis segun las leyes de la naturaleza.
Extraído del libro “EL GÉNESIS
LOS
MILAGROS Y LAS PROFECÍAS SEGÚN EL ESPIRITISMO”
Allan Kardec
Allan Kardec
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