¿CONDENA, LA BIBLIA, AL
ESPIRITISMO?
Los versículos preferidos, y más manidos en la historia, en contra del
Espiritismo se encuentran en Deuteronomio, XVIII: 9-14 sobre todo en los
versículos 10 y 11. Según la traducción, la versión o incluso la edición, las
palabras varían, alguna traducción llega incluso a incluir la palabra
“espiritismo”, lo que es una clara manipulación ya que dicho vocablo no existía
por aquel tiempo. Moisés y su pueblo se encuentran en puertas de invadir la
tierra de Caná, la tierra prometida, y, antes de penetrar en ella, les amonesta
para que no se contaminen con las prácticas del pueblo que van a invadir, todas
reprobables a los ojos de Dios/Jehová. Esas prácticas son: Dar a los hijos en
sacrificio, entregarse a la adivinación, pronosticar, adivinar o hacer
hechicería; hacer encantamientos, necromancia, magia o consultar a los muertos.
Moisés quería preservar al pueblo judío de todas esas prácticas que tanto le había costado desarraigar. Hay que tener en cuenta que en Egipto, de donde salieron, también se practicaba todo eso y no en vano estuvieron vagando por el desierto durante cuarenta años, prácticamente aislados de todo contacto con otros pueblos, donde les estuvo moralizando con vara de hierro.
Pues, señores, todo eso también lo desaprueba el Espiritismo y condenarlo por algo que no aprueba denota una supina ignorancia o malevolencia.
En El evangelio según el Espiritismo, Capítulo XXI, ítem 7, se puede leer: “No solicitéis milagros ni prodigios al Espiritismo, porque el declara formalmente que el no los produce.” y en El Libro de los Médiums, Cap. II, ítem 14, Kardec advierte: “Juzgar al Espiritismo por lo que no admite, es dar prueba de ignorancia y desvalorizar la propia opinión.”, además, en El Génesis y en El Libro de los Espíritus, esclarece que la finalidad de la práctica del espiritismo es la moralización de los hombres y de los pueblos.
Moisés quería preservar al pueblo judío de todas esas prácticas que tanto le había costado desarraigar. Hay que tener en cuenta que en Egipto, de donde salieron, también se practicaba todo eso y no en vano estuvieron vagando por el desierto durante cuarenta años, prácticamente aislados de todo contacto con otros pueblos, donde les estuvo moralizando con vara de hierro.
Pues, señores, todo eso también lo desaprueba el Espiritismo y condenarlo por algo que no aprueba denota una supina ignorancia o malevolencia.
En El evangelio según el Espiritismo, Capítulo XXI, ítem 7, se puede leer: “No solicitéis milagros ni prodigios al Espiritismo, porque el declara formalmente que el no los produce.” y en El Libro de los Médiums, Cap. II, ítem 14, Kardec advierte: “Juzgar al Espiritismo por lo que no admite, es dar prueba de ignorancia y desvalorizar la propia opinión.”, además, en El Génesis y en El Libro de los Espíritus, esclarece que la finalidad de la práctica del espiritismo es la moralización de los hombres y de los pueblos.
MOISÉS PRACTICÓ Y APROBÓ LA
MEDIUMNIDAD
Moisés era un poderoso médium, de
todos es conocido los fenómenos físicos de la columna de fuego entre los
egipcios y los hebreos, o el de la zarza ardiente, o el del monte Horeb en
llama, que hablaba y se comunicaba con Jehová, vea se en Éxodo los capítulos 18
al 20 y se hacía acompañar de un equipo de setenta médiums (Números 1, XI:
24-25), pero es que además aprobaba la mediumnidad bien ejercida.
Véase por ejemplo en Números, XI: 26-29, como después de reunir en circulo alrededor del Tabernáculo a los setenta ancianos para que ellos adquiriesen el don de profetizar y le ayudasen en la tarea de dirigir al pueblo, dos jóvenes del campamento profetizan y son denunciados a Moisés, este no los condena sino que dice: “Ojalá todo el pueblo de Jehová fuese profeta, y que Jehová pusiera su espíritu sobre ellos,”. Moisés sabía que los dos jóvenes no eran mercenarios de los dones espirituales sino que caían en transe involuntariamente.
Véase por ejemplo en Números, XI: 26-29, como después de reunir en circulo alrededor del Tabernáculo a los setenta ancianos para que ellos adquiriesen el don de profetizar y le ayudasen en la tarea de dirigir al pueblo, dos jóvenes del campamento profetizan y son denunciados a Moisés, este no los condena sino que dice: “Ojalá todo el pueblo de Jehová fuese profeta, y que Jehová pusiera su espíritu sobre ellos,”. Moisés sabía que los dos jóvenes no eran mercenarios de los dones espirituales sino que caían en transe involuntariamente.
http://amanecerespirita.blogspot.com/2012/12/la-biblia-y-el-espiritismo.html
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