Caraetérea de los milagros. (7- 10)

Caraetérea de los milagros. 
CAPITULO XIII



7.—Se dirá, no obstante, vosotros admitis que un
Espíritu puede levantar una mesa y sostenerla en el
aire sin punto de apoyo alguno. ¿No constituye eso un
hecho opuesto á la ley de la gravitacion? Sí , á la ley
conocida; pero ¿se conocen todas las leyes? Antes que
se hubiera experimentado la fuerza ascensional de
ciertos gases, ¿quién podría figurarse que un aparato
pesado, llevando áun varios hombres, triunfara de la
fuerza de atraccion? A los ojos del vulgo , esto debia
parecer maravilloso ó diabólico. Quien hubiera pro
puesto hace un siglo, trasmitir un despacho á quinien
tas leguas y recibir la contestacion en algunos minu
tos, habría pasado por un loco: si lo hubiese hecho, se
habria creido que tenia el diablo á sus órdenes, porque
entonces el diablo solamente era capaz de ir tan de
prisa; y sin embargo, hoy no sólo se reconoce posible,
sino que parece muy natural. ¿Por qué, pues, un flui
do desconocido no tendría la propiedad en circunstan
cias dadas, de contrabalancear el efecto de la pesadez,
como el hidrógeno contrabalancea el peso del globo?
Pues es lo que sucede en el caso de que se trata. (Li
bro de los mediums, cap. IV.)

8.—Los fenómenos espii itistas, como naturales que
son, se han producido en todo tiempo ; pero como su
estudio no podia hacerse por los medios materiales de
que dispone la ciencia vulgar , han quedado más que
otros en el dominio de lo sobrenatural , de donde el
Espiritismo los hace salir hoy.
Lo sobrenatural, basado sobre apariencias no ex
plicadas, deja libre curso á la imaginacion que va
gando en lo desconocido, crea entonces las creencias
supersticiosas. Una explicacion racional fundada so
bre las leyes naturales, trayendo al hombre al terre
no de la realidad, opone un dique á los extravíos dela
imaginacion y destruye las supersticiones. Lejos de
extender el dominio de lo sobrenatural , el Espiritismo
lo circunscribe á sus úlimos límites y le quita su últi
mo baluarte. Si hace creer en la posibilidad de ciertos
hechos, impide creer en muchos otros, porque demues
tra en el dominio de la espiritualidad, como la ciencia
en el de la materialidad, lo que es posible y lo que no
lo es. Sin embargo , como no tiene la pretension de
haber dicho la última palabra sobre todas las cosas,
aún de las que son de su competencia , no se presenta
como regulador absoluto de lo posible y deja á salvo
la parte de conocimientos que nos reserva el por
venir.

9. —Los fenómenos espiritistas consisten en los di
ferentes modos de manifestacion del alma ó Espíritu
tanto en estado de encarnacion como en el de errati
cidad. Por sus manifestaciones es que el alma revela
su existencia, su supervivencia, su individualidad ; se
la juzga por sus efectos, y siendo la causa natural, lo
son del mismo modo sus efectos. Estos son el objeto
especial de las investigaciones y del estudio del Espi
ritismo, á fin de llegar al conocimiento tan completo
como posible, de la naturaleza y atributos del alma,
asi como tambien de las leyes que rigen el principio
espiritual.

10. —Para los que niegan la existencia del princi
pio espiritual independiente, y por consecuencia la del
alma individual y superviviente , toda la naturaleza
está en la materia tangible; todos los fenómenos que
dependen ó se refieren á la espiritualidad son en su
concepto sobrenaturales y por consecuencia , quimé
ricos. Como no admiten la causa , tampoco pueden
admitir los efectos; y cuando estos son patentes , los
atribuyen á la imaginacion, á la ilusion ó alucinacion
y se niegan á profundizarlos. De ahí en ellos una opi
nion preconcebida que los hace incapaces de juzgar
sanamente del Espiritismo, porque parten del princi
pio de la negacion de todo lo que no es material.

Extraído del libro “EL GÉNESIS  LOS MILAGROS Y LAS PROFECÍAS SEGÚN EL ESPIRITISMO”
Allan Kardec

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