Salvación de los ricos
1. Ningún siervo puede servir a dos
señores: porque aborrecerá al uno, y amará al otro: o al uno se llegará y al
otro despreciará: no podéis servir a Dios y a las riquezas. (San Lucas, cap.
XVI, v. 13.)
2. Y vino uno, y le dijo: Maestro bueno,
¿qué bien haré para conseguir la vida eterna - El dijo: ¿Por qué me preguntas
de bien? Sólo uno es bueno, que es Dios. Mas si quieres entrar en la vida,
guarda los mandamientos. - El dijo: ¿Cuáles? - Y Jesús le dijo: No matarás. No
adularás. No hurtarás. No dirás falso testimonio. Honra a tu padre y a tu
madre; y amarás a tu prójimo como a tí mismo. El mancebo le dice: Yo he
guardado todo eso desde mi juventud, ¿qué me falta aún? - Jesús le dijo: Si
quieres ser perfecto, vé, vende cuanto tienes, y dalo a los pobres, y tendrás
un tesoro en el cielo: y ven y sígueme. Y cuando oyó el mancebo estas palabras
se fué triste; porque tenía muchas posesíones. -Y dijo Jesús a sus discípulos:
En verdad os digo, que con dificultad entrará un rico en el reino de los
cielos. - Y además os digo: "Que más fácil cosa es pasar un camello por el
ojo de una aguja, que entrar un rico
en el reino de los cielos" (1). (San
Mateo, cap. XIX, v. de 16 a 24. - San Lucas, cap. XVIII, v. de 18 a 25. - San
Marcos, capítulo X, v. de 17 a 25.)
Extraído del libro “El evangelio según el
espiritismo”
Allan Kardec
Allan Kardec
No hay comentarios:
Publicar un comentario