Mercaderes echados del templo
5. Vienen, pues, a Jerusalén. Y habiendo entrado en el
templo, comenzó a echar fuera a los que vendían y compraban en el templo: y
trastornó las mesas de los banqueros, y las sillas de los que vendían palomas.
- Y no consentía que alguno transportase mueble alguno por el templo. - Y les
enseñaba diciendo: ¿No está escrito: mi casa, casa de oración será llamada de
todas las gentes? Mas vosotros la habéis hecho cueva de ladrones. - Cuando lo
supieron los príncipes de los sacerdotes y los escribas, buscaban cómo quitarle
la vida: porque le temían por cuanto todo el pueblo estaba maravillado de su
doctrina. (San Marcos, cap. XI, v. de 15 a 18. - San Mateo, capítulo XXI, v. 12
y 13).
6. Jesús echó a los mercaderes del templo: con esto
condena el tráfico de las cosas santas "bajo cualquier forma que
sea". Dios no vende, ni su bendición, ni su perdón, ni la entrada del
reino de los cielos; luego el hombre no tiene el derecho de hacerlos pagar.
Extraído del libro “El evangelio según el espiritismo”
Allan Kardec
Allan Kardec
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