El origen del tejido afgano
El origen del tejido afgano, como el de los demás
tejidos, es difícil de precisar, porque son muy pocas las muestras antiguas que
se conservan y con las que se pueda establecer la fecha exacta de su aparición.
Según la experta norteamericana Annie Potter, antes
de hablar de tejido afgano conviene remitirse a los comienzos del croché, como
técnica universal y cuya palabra se deriva de los vocablos francés de
"croc" y nórdico "krokr", con los cuales se denominaba al
gancho con el que se tejía.
De acuerdo con las investigaciones de Potter, el
arte del croché verdadero, como lo conocemos hoy, fue desarrollado durante el
siglo XVI.
Se conocía como cordón del crochet en Francia y
cordón de cadena en Inglaterra.
Otro escritor e investigador, Lis Paludan, de
Dinamarca, que limitó su búsqueda a los orígenes del croché en Europa, propone
tres teorías:
1º. El croché se inició en Arabia, se extendió al
Tíbet y luego hacia España, de donde siguió las rutas comerciales árabes a
otros países mediterráneos.
2º. La evidencia más antigua vino de América del
Sur, en donde una tribu primitiva fue vista utilizando adornos de croché en
ritos de la pubertad.
3º. En el país de China se encontraron también
muñecas tridimensionales trabajadas en croché.
Paludan afirma que en el fondo no hay evidencia
convincente en cuanto a la antigüedad del croché o de dónde vino.
Él asegura que no se han encontrado datos en Europa
antes de 1800, pero que una vez lo conocieron.
Su admisión fue inmediata, principalmente entre las
comunidades religiosas.
Una de las máximas seguidoras de este arte fue la
condesa Riego de la Branchardiere, quien diseñó los patrones de croché con las
que miles de mujeres conocieron esta técnica y que ha perdurado a través del
tiempo hasta llegar a nuestros días.
El tejido confeccionado con este procedimiento
presenta dos aspectos bien distintos: si se realiza con hilazas y ganchillos o
agujas más delgadas, resulta abierto, fino y muy similar al encaje, y si en
cambio se utilizan estambres e hilos gruesos con ganchillos de mayor diámetro,
queda tupido y firme.
Este segundo es el más conocido y es el que practica
un mayor número de tejedoras.
Con el croché se tejen piezas planas o en anillos,
que más adelante se convierten en medallones, los cuales se unen entre sí para
crear diferentes piezas.
Precisamente, ellos son los protagonistas del tejido
afgano.
Muchos afirman que este tejido fue desarrollado por
los inmigrantes llegados a Estados Unidos a principios del siglo XVII, quienes
a causa de la escasez de medios, tenían que aprovechar restos de estambres ya
usados y tejer con ellos medallones multicolores que luego cosían entre sí, a
modo de patchwork.
Así elaboraron cobijas, alfombras y toquillas o
pañuelos que las mujeres usaban en la cabeza o el cuello para protegerse del
frío.
En un principio, su diseño ocupaba un segundo
puesto, pues lo más importante era la utilidad y el abrigo.
Sin embargo, con el paso del tiempo y el
perfeccionamiento de la técnica se empezó a dar mayor importancia al efecto
global de estas cobijas, obteniéndose labores muy hermosas y coloridas.
La popularidad de este tejido no ha decaído y los
cuadros conocidos como Old America o Vieja América, siguen utilizándose en la
actualidad para tejer cobijas de gran colorido y tamaño, aunque también se
elaboran otras piezas de blancos como individuales, cojines, cortinas y
carpetas.
Los accesorios y prendas como diademas, gorras y
bufandas también se tejen con esta técnica y actualmente son usadas por los
niños y jóvenes, principalmente.
PROPOSITO EDUCATIVO
P-30122015
REVISADO 2021