Caraetérea de los milagros.
CAPITULO XIII
1 .—La palabra milagro, (de mirari,
admirar) en
su acepcion etimológica significa:
admirable, cosa
extraordinaria, sorprendente. Se ha
definido esta
palabra: un acto del poder divino
contrario á las
leyes conocidas de la naturaleza.
En su acepcion usual, esta palabra como
tantas
otras, ha perdido su significacion
primitiva. De gene
ral que era, se ha circunscrito á un
orden particular
de hechos.
Para la generalidad de las gentes, un
milagro en
vuelve la idea de un hecho
extranatural: en el sentido
litúrgico es una derogacion de* las
leyes de la natura
leza, por cuyo medio manifiesta Dios su
poder infinito.
Tal es en efecto su acepcion vulgar,
convertida en
sentido propio, hasta el punto de que
sólo por compa
racion y metáfora se aplica á los
casos y circunstan
cias ordinarias de la vida.
Uno de los caracteres del milagro
propiamente di
cho, es ser inexplicable, por lo mismo
que se verifica
fuera de las leyes naturales; y tan es
esta la idea que
con esa palabra se expresa, que si se
llega á encon
trar la explicacion de un hecho
milagroso, se dice que
no es tal milagro, por sorprendente que
aquel sea.
Otro carácter del milagro es ser
insólito, aislado y
excepcional. En cuanto un fenómeno se
reproduce,
sea expontáneamente, sea por ui acto
de la voluntad,
se supone sometido á una ley, y que
esta sea ó no co
nocida, el milagro no existe.
2.—A los ojos de los ignorantes la
ciencia hace ca
da dia milagros. Que un hombre
realmente muerto
sea devuelto á la vida por
intervencion divina, consti
tuiría un verdadero milagro; porque
ese es un hecho
contrarío á las leyes de naturaleza,
pero si en ese
hombre no hubiese mas que las
apariencias de la muer
te, si quedara en él un resto de
vitalidad latente, y
la ciencia, ó una accion magnética
consiguiera reani
marle, para las gentes ilustradas
pasaría por un fenó
meno natural, pero á los ojos del
vulgo pasaria por un
hecho milagroso. Si en una campiña, en
circunstan
cias dadas le ocurriera á un físico
lanzar á los aires
un cometa armado de una punta metálica
, y por me
dio de este sencillo aparato eléctrito,
arrebatando el
rayo de las alturas lo hiciese caer
sobre un árbol, e*te
nuevo Prometeo pasaria entre aquellas
gentes senci
llas por un hombre que tuviera pacto
con el diablo y
poder suyo; pero Josué deteniendo el
movimiento del
sol, ó si se quiere de la tierra,
admitiendo el hecho,
ese seria verdaderamente milagroso,
porque no se con
cibe magnetizador de fuerza bastaute
para producir
tal prodigio.
Los siglos de ignorancia han sido
fecundos en mila
gros, porque todo fenómeno cuya causa
era descono
cida, pasaba por milagroso. A medida
que la ciencia
ha revelado leyes nuevas, el círculo
de lo maravilloso
se ha reducido, pero como no habia
explorado todo el
campo de la naturaleza, quedaba todavía
una parte
bastante ámplia á lo maravilloso.
3. —Lo maravilloso expulsado del
dominio de la
materialidad por la ciencia, se ha
atrincherado en la
espiritualidad, su último refugio. El
Espiritismo, al
demostrar que el elemento espiritual es
una de las
fuerzas vivas de la naturaleza, fuerza
en actividad
constante en concurrencia con la fuerza
material, ha
ce entrar los fenómenos que de él
dependen, en el cír
culo de los efectos naturales, porque
como éstos, es
tán tambien aquellos sugetos á leyes.
Si lo maravillo
so es expulsado de la espiritualidad,
yá no tiene razon
de ser, y entonces podrá decirse con
verdad que el
tiempo de los milagros ha pasado (1).
(1) La palabra elemento no se toma aquí
en el sentido de cuerpo
simple de moleculas primitivas, sino en
el de parte constitutiva
de un todo. En este sentido se dice que
el elemento espiritual tiene
una parte activa en la economía del
universo, como se dice que el
elemento civil y el elemento militar
figuran en la cifra de la po
blacion; que el elemento religioso
entra en la educacion; que en Ar
gelia hay que tener en cuenta el
elemento árabe.
Extraído
del libro “EL GÉNESIS LOS MILAGROS Y LAS PROFECÍAS SEGÚN
EL ESPIRITISMO”
Allan
Kardec
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