El centro espirita no es un hospital publico, ….
El centro espirita no es un hospital publico, mas si una escuela de concientización del Espíritu.
Quedamos consternados al leer en la prensa las siguientes publicaciones: “500 km en busca de UTI (Madre y bebe viajan más de 500 km en busca de UTI en Puerto Alegre .RS). “ “La falta de estructura mata a los ancianos de Río «- (Falta de estructura de la red pública de la salud hace una víctima más en Rio de Janeiro) “SUS pastor -500 mil procedimientos no atendidos” (El estudio a punta 500 mil procedimientos no atendidos en SUS pastores. “Mitos en torno de los recursos para la salud” «La salud en huelga en RS» (justicia determina restablecimiento de las “Pacientes como mercancías” (una dolencia llamada propina). “Del caos al colapso en la salud.” “Pesadilla de la salud.” “Hospital es festival de horrores”.
En Brasil, la Constitución de 1988 tornó, en tesis, el acceso a la salud gratuita un derecho universal de todo ciudadano brasileño. Para entender ese objetivo, fue creado, hace dos décadas, el Sistema Único de Salud (SUS). En la práctica, no en tanto, ocurrió con la salud algo semejante a lo observado en la educación. La precaria calidad del atendimiento público empujo a la clase media para el sistema privado. El Ministerio de la Salud tiene el mayor presupuesto del gobierno. Brasil gasta, en la salud, más de lo que otros países en el desenvolvimiento, y ni por eso posee indicadores más favorables, o sea, el País no ofrece un nivel mínimo de atendimiento digno.
Observamos la chatarra del sector público de la salud en Brasil, la razón porque los Centros de Salud no atienden, satisfactoriamente, la demanda de la población, por el número excesivo de pacientes a ser socorridos, sea por la falta de equipamientos básicos necesarios en casos de emergencia, sea por el número reducido de los profesionales de que pueden disponer ósea por los bajos salarios que esos profesionales, entre otros factores. Todo eso ha provocado una reacción de abandono del servicio público a esos profesionales.
Muchas veces las personas tienden a buscar medios alternativos para tratar sus enfermedades, y de entre ellas están los espacios religiosos, que posibilitan el acogimiento fraterno, dando importancia y atención a la persona que lo está necesitando, y que, muchas veces, se aproxima a la real condición de enfermo. Otras radicalizan más, prefiriendo el auxilio de las “rezadoras” o de los “curanderos” , disponibles para atender gratuitamente, a través de la raza y de los curativos hechos con hiervas, por ejemplo, creyendo en la cura de las personas, apenas por el hecho de haber recibido el “don de Dios”.
Entretanto, algunos procuran las casas de orientación espirita, pues, en ellas, se encuentran tratamientos para el bienestar de los individuos, teniendo el centro un papel interesante en ese contexto para prevención y manutención de la salud. Ya que el gobierno tiene sus dificultades en el área, los espacios religiosos procuran ofrecer alivio para esos males y sufrimientos, como también confort, solidaridad y acogimiento. De ahí la representación de la relevancia de las prácticas espiritas en la salud de la población. El Centro Espirita percibe la prevención de la salud de forma ampliada y continua, a través de la difusión (sin prosélitos) de sus instrucciones espirituales. por tanto, el papel desempeñado por las estructuras espiritas y/o religiosas, de forma general, puede ser de hecho, entendido como apoyo a la salud (prioritariamente espiritual) en la sociedad.
La temática de prácticas espiritas relacionadas a la salud pública es poco discutida, razón por la cual no encontramos muchas publicaciones referentes a la percepción de ese fenómeno social por los escritores espiritas. El descanso con la salud pública tiene confirmado el papel de apoyo socio y espiritual del Centro Espirita en la percepción del bienestar y su relación con la concepción del amor y de la caridad como fundamentos de la conducta humana, explicados como saludables y capaces de mantener la salud relativa a la población.
La caridad apoyada en la fe raciocinada, que el Espiritismo propone, da sentido a la vida ofreciendo consuelo, renovando energías y dando orientaciones eficaces a las situaciones de angustia, a las incertezas de las ideas y, consecuentemente, a la inseguridad personal. Esa fe está ligada a la vida concreta de los que en ella depositan su creencia. En todo tipo de religión, está implícito un problema central: liberar al hombre de la incerteza de su transcendencia, dar sentido a su vida en el mundo y más allá del, en una palabra: “concientización” del mundo espiritual.
Obviamente el Centro espirita no puede ni debe ser un hospital, entronizando métodos de curas físicas para los enfermos que lo procuran, más si una escuela del alma en que se prioriza la terapéutica de la educación del ser por la ciencia del espíritu, a fin de que los enfermos puedan curar sus propias dolencias.
Jorge Hessen
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