LA VIA LÁCTEA.


LA VIA LÁCTEA.

32. —Todos pueden ver durante las bellas noches estrelladas y sin luna, esa luz blanquecina que cruza el espacio de una á otra extremidad visible, que los antiguos llamaron via láctea á causa de su apariencia blanquizca ó lechosa. Esa luz difusa ha sido explorada durante muchísimo tiempo por el ojo del telescopio, y ese camino de polvo de oro, ó ese rio de leche de la Mitología, se ha transformado en un campo inconmensurable de maravillas desconocidas. Las investigaciones de los observadores han conducido al convencimiento de su naturaleza, y han mostrado, allí donde la mirada perdida solo encontraba una débil claridad, millones de soles más luminosos y de mayor importancia que el que nos alumbra.

33. —La via láctea es en efecto una campiña sembrada de flores solares o planetarias que brillan en su vasta extension. Nuestro sol y todos los cuerpos que le acompañan forman parte de esos globos radiantes de que se compone la via-láctea; el cual á pesar de sus dimensiones gigantescas, comparadas con las de la tierra, y de la inmensa extension de su imperio, sólo ocupa un espacio inapreciable en estavasta creacion. Pueden contarse una treintena de millones de soles semejantes á él, que gravitan todos en esta region inmensa, distantes unos de otros más de cien mil veces, el radio de la órbita terrestre (1 ).

(1) Más de tres trillones y cuatrocientos billones de leguas. 3 ,000,400, 000,000 , 000,000





34. —Puede juzgarse, por este dato aproximado, de la extension de esta region sideral, y de la relación que une nuestro sistema á la universalidad de los sistemas que la ocupan. Se puede juzgar igualmente de la exigüidad del dominio solar, y á fortiori, de la nada de nuestro globo. ¡Qué sería si se cosideras en los seres que lo habitan! Y digo de la nada, porque nuestras determinaciones se aplican no sólo á la extension material, física, de los cuerpos que estudiamos,—esto seria poco—sino que tambien, y muy principalmente, á su estado moral de habitacion, segun el grado que ocupan en la universal gerarquía de los séres. La creacion se ostenla ahí en toda su magestad, creando y propagando todo en torno del sistema solar, y en cada uno de los sistemas que le rodean por todas partes, las manifestaciones de la vida y de la inteligencia.

35.—Se conoce de este modo la posicion que ocupa nuestro sol ó la tierra en el mundo de las estrellas;  cuyas consideraciones adquirirán. mayor peso todavía, si se reflexiona lo que es la misma via láctea, que en la inmensidad de las creaciones siderales, no representa, vista desde lejos, sino un punto insensible é inapreciable, porque no es otra cosa que una nebulosa estelar de las que se conocen millares en el espacio. Sinos parece más extensa y' más rica que otras, es porque nos rodea y se desenvuelve en toda su extension á nuestros ojos, mientras que las otras perdidas en las profundidades insondables del espacio, apenas se dejan entrever.

36.—Mas si se sabe que la tierra es nada ó casi nada en el sistema solar y este, nada ó casi nada en la via láctea; asi como esta nada ó casi nada en la universalidad de las nebulosas, y esta universalidad misma muy poca cosa en el incomprensible infinito, se comenzará á comprender lo que es el globo terrestre .

Extraído del libro “EL GÉNESIS LOS MILAGROS Y LAS PROFECÍAS SEGÚN EL ESPIRITISMO”
Allan Kardec

Los Cometas. 2


Los Cometas. 2



30. —La ley de la variedad se aplica en tan ámplia escala á los productos de la naturaleza, que se pregunta uno cómo los naturalistas, astrónomos ó filósofos, han ideado tantos sistemas para asimilar los cos metas á los astros planetarios, y para no ver en ello sino astros en un grado más ó ménos avanzado de  desarrollo ó de caducidad. Los cuadros de la naturaleza debian sin embargo ser muy suficientes para apartar al observador del cuidado de buscar relaciones que no existen , dejando á los cometas ei papel modesto, pero útil, de astros errantes, que sirven de ilustradores para los imperios solares. Porque los cuerpos celestes de que se trata son distintos de los cuerpos planetarios, no tienen como ellos el destino de servir de morada á las humanidades; van sucesivamente de unos soles á otros, enriqueciéndose unas veces al paso con fragmentos planetarios reducidos á estado de gases, á tomar de sus focos los principios vivificantes y renovadores que deponen en los mundos terrestres.

31. —Si cuando uno de estos astros se acerca á nuestro pequeño globo para atravesar la órbita y volver á su apogeo situado á una distancia inconmensurable del sol, le siguiéramos con el pensamiento, para visitar con él las regiones siderales, franquearíamos esa extension prodigiosa de materias etéreas, que separa al sol de las estrellas más próximas, y observando los movimientos combinados de este astro que se creía descarriado en el desierto infinito, encontraríamo allí una nueva prueba elocuente de la universalidad de las leyes de la naturaleza que se ejercen á distancias que la imaginacion más viva puede apenas concebir.

Allí la forma elíptica se convierte en parabólica y la marcha se amortigua á punto de no recorrer más que algunos metros, en el mismo tiempo que al llegará su perigeo corria muchos millares de leguas. Quizá un sol más potente, más importante que el que acaba de dejar, despliegue sobre él una atraccion preponderante y lo fije entre el número de sus propios subditos; en cuyo caso los habitantes de vuestra pequeña tierra esperarán en vano asombrados la vuelta que habian pronosticado valiéndose de observaciones incompletas. En ese caso, nosotros que hemos seguido con el pensamiento al cometa errante por esas regiones desconocidas, encontraremos entonces una nueva nacion imposible de distinguir por las miradas terrestres, inimaginable para los Espíritus que habitan la tierra, é inconcebible para si; pensamiento, porque será teatro de maravillas inexploradas.

Hemos llegado al mundo astral, á ese mundo deslumbrante de los grandes soles que irradian en el espacio infinito, y que son las flores brillantes del magnífico parterre de la creacion. Solo desde allí podemos saber lo que es la tierra.
Extraído del libro “EL GÉNESIS LOS MILAGROS Y LAS PROFECÍAS SEGÚN EL ESPIRITISMO”
Allan Kardec

Juncos (localizacion)


Juncos, PR






Juncos, fundado por la petición de Tomás Pizarro el 2 de agosto de 1797, es uno de los 78 municipios que componen la isla de Puerto Rico. El pueblo de Juncos está localizado en la parte este de la isla. El nombre de Juncos se debe a la abundancia de la planta de juncos en el Río Valenciano, Río Gurabo y otros lugares del pueblo. El gentilicio de los ciudadanos de Juncos es junqueños.

Los Cometas.


Los Cometas.

28. —Astros errantes, más aunque los planetas que han conservado la denominacion etimológica, los cometas serán los guías que nos ayuden á salvar los limites del sistema á que pertenece la tierra, para ir hácia las regiones de la extension sideral.

Pero antes de explorar los dominios celestes con el auxilio de estos viajeros del universo, bueno será hacer conocer, hasta donde sea posible, su naturaleza intrínseca y su papel en la economía planetaria.

29. —Se ha querido ver en estos astros melenudos, mundos en estado de formacion , que elaboran en su caos primitivo las condiciones de vida y de existencia que han sido dadas en dote á las tierras habitadas.

Otros se han figurado en estos cuerpos extraordinarios mundos en estado de descomposicion, y su apariencia singular fué para muchos asunto de preocupaciones erróneas acerca de su naturaleza, tanto que hasta la misma astrología judiciaria sacó de su aparicion presagios siniestros de desgracias que destinaban á la tierra asombrada y sobrecogida los decretos eternos.

Extraído del libro “EL GÉNESIS LOS MILAGROS Y LAS PROFECÍAS SEGÚN EL ESPIRITISMO”
Allan Kardec



Recomendacion:

150 aniversario Libro de Génesis 6 de enero 1868 2018 La Gran Infamia, Soy EspÍrita



Pierre Gaetan Leymarie, sucesor oficial de Allan Kardec, publicó en 1872, una 5ta Revisión del
Libro de Génesis, completamente adulterada.

Pero la Traducción de Gustavo N. Martínez y Marta H. Gazzaniga
CONFEDERACIÓN ESPIRITISTA ARGENTINA, C.E.A
CONSIDERACIONES GENERALES SOBRE LA TRADUCCIÓN
La presente traducción se basa en la cuarta edición del original francés de Génesis, les miracles et les prédictions selon le spiritisme, publicado en París, Francia, en 1869. La “Librería Espírita” (7, rue de Lille) distribuyó esta obra, y la impresión se realizó en la Typographie Rouge frères et Cie. (rue du Four-Saint-Germain, 43).
[Nota de Frank Montañez, sobre esta información:
    1. La 4ta edición del Original Francés, no fue publicada en 1869,
sino que fue publicada el 6 de enero del 1868,

   2. No fue publicada por la "Librería Espírita", sino por la Librería
Internacional, PARIS LIBRAIRlE INTERNATlONALE 15,
BOULEVARD MONTMARTRE  A. LACHOlX, VEHBOECKHOVËN- ET
C“, EDITEURS A BRUXELLES, A LEIPZlG ET A LIVOURNE ' Et au
bureau de la REVUE SPIRITE, 59,. rue et passage Ste-Anuc  1868
Réserve de Tous droil.

Nos valimos de un ejemplar que pertenece a la mencionada cuarta edición, archivado en la
Biblioteca Nacional de Francia, cuya reproducción integral fue realizada por el Consejo Espírita Internacional, en junio de 2009.

[Nota de Frank Montañez, Aquí vemos la mano del Consejo Espirita Internacional CEI, dirigido por Divaldo Pereira Franco. La copia provista por la CEI, es precisamente la copia traducida al
Francés por la Federación Espirita de Brasil FEB, de manera anónima.

Los Satélites.


Los Satélites.

24. —Antes que las masas planetarias hayan alcanzado un grado de resfriamiento suficiente para solidificarse, masas mas pequeñas, verdaderos glóbulos líquidos se desprenden del plano ecuatorial, en cuyo plano la fuerza centrífuga es mayor , y en virtud de las mismas leyes de la gravitacion han adquirido un movimiento de traslacion en torno del planeta generador, como este lo verifica en torno del suyo.

Así es como la Tierra ha dado el ser á la Luna, cuya masa menos considerable ha debido sufrir un enfriamiento mas pronto. Mas las leyes y las fuerzas que presidieron á su desprendimiento del Ecuador terrestre y su movimiento de traslacion en el mismo plano, se condujeron de modo que este mundo en vez de afectar la forma esferoidal, tomase la ovídea, cuyo centro de gravedad estaría fijo en la parte inferior.



25. —Las condiciones en que se verificó el desprendimiento de la Luna le permitieron apenas alejarse de la Tierra y la obligaron á quedar suspendida perpetuamente de su cielo como una figura ovídea cuyas partes más pesadas formaron la parte inferior vuelta hácia la Tierra, y las partes menos densas ocuparon la cima, si se designa con esta palabra el lado puesto á la Tierra vuelto hácia el Cielo. Esta es la causa de que la Luna nos muestra siempre la misma faz: podríamos compararla para hacer comprender mejor su estado geológico á un globo de corcho, cuya parte vuelta á la Tierra estuviese revestida de una gran parte de plomo. De ahí dos naturalezas esencialmente distintas en la superficie del mundo lunar; la una, sin analogía posible con la nuestra, porque los cuerpos fluidos y etéreos le son desconocidos; la otra muy ligera comparada con la Tierra, porque todas las sustancias menos densas se acumularon en este hemisferio; la primera, perpétuamente vuelta hácia la Tierra, sin aguas y sin atmósfera, á no ser algunas veces en los límites de este hemisferio terrestre ; la segunda, rica en fluidos y perpétuamente opuesta á nosotros. (1)

(1) Esta teoría de la Luna, completamente nueva, explica por la ley, de la gravitacion, la causa porque este astro presenta la misma faz á la tierra. Su centro de gravedad en vez de hall irse en el de la esfera, se encuentra en uno de los puntos de su superficie y por consecuencia es atraído hácia la Tierra por un í fuerza mayor que las partes más ligeras. La Luna seria como uno de esos juguetes llamados tente-tiesos que siempre se ponen de pié, mientras que los planetas cuyo centro de gravedad se halla á igual distancia de la superficie, giran regularmente sobre su eje. Los fluidos vivificantes, gaseosos o líquidos se encontrarían acumulados, á consecuencia de su mucho menor peso específico, en el hemisferio superior constantemente opuesto á la Tierra; el hemisferio inferior estaría desprovisto de aquellos fluidos vivificantes, y por consecuencia seria impropio parala vida que reinaría en el otro.

Por racional y científica que esta opinion sea, no puede aceptarse á falta de observaciones directas, sino como una hipotesis.



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26.—El número y el estado de los satélites de cada planeta han variado segun las condiciones especiales en que se han formado. Algunos planetas no han dado origen á ningun astro secundario,  como -ha sucedido á Mercurio, Venus y Marte, mientras que otros han formado uno ó varios como la Tierra, Júpiter, Saturno, etc.

27. —Además de sus satélites ó lunas, el planeta Saturno presenta el fenómeno especial del anillo, que visto de lejos, parece circundarle como una blanca auréola. Esta formacion es para nosotros una nueva prueba de la universalidad de las leyes de la naturaleza. Este anillo es en efecto el resultado de una separacion que se ha verificado en los tiempos primitivos en el ecuador de Saturno, del mismo modo que una zona ecuatorial se desprendió de la tierra para formar su satélite. La diferencia consiste en que el anillo de Saturno se encontró formado en todas sus partes de moléculas homogéneas, probablemente en estado de condensacion suficiente para continuar su movimiento de rotacion en el mismo sentido y en el mismo tiempo que el que anima al planeta. Si uno de los puntos de este anillo hubiera sido más denso que los otros, una ó varias aglomeraciones se hubiesen formado súbitamente y Saturno hubiese tenido alguno ó algunos satélites más. En la sucesion de los tiempos el anillo de Saturno se ha solidificado como los demás cuerpos planetarios.

Extraído del libro “EL GÉNESIS LOS MILAGROS Y LAS PROFECÍAS SEGÚN EL ESPIRITISMO”
Allan Kardec

LOS SOLES Y LOS PLANETAS.


LOS SOLES Y LOS PLANETAS.

20. —Mas acontecía que en un punto del universo perdido entre millares de mundos, se condensó la materia cósmica bajo la forma de una inmensa nebulosa; la cual estaba animada por las leyes universales que rigen á la materia. En virtud de estas leyes y principalmente de la fuerza molecular de atraccion, revistió la forma de un esferoide , única que puede afectar primitivamente una masa aislada en el espacio.

El movimiento circular producido por la gravitacion exactamente igual de todas las zonas moleculares hácia el centro, modificó bien pronto la esfera primitiva para transformarla, de movimiento en movimiento, en figura lenticular. —Hablamos del conjuntode la nebulosa.

21. —Nuevas fuerzas surgieron á consecuencia de este movimiento de rotacion: la fuerza centrípeta y la fuerza centrífuga, tendiendo la primera á reunir todas las partes hácia el centro, y la segunda á alejarlas.

Acelerándose el movimiento á medida que la nebulosa se condensa y aumentándose su radio á medida que se aproxima á la forma lenticular, la fuerza centrífuga incesantemente desarrollada por esas dos causas, predominó muy pronto sobre la atraccion central.

Así como un movimiento demasiado rápido de la honda rompe la trama y deja escapar el proyectil, del mismo modo el predominio de la fuerza centrífuga desprendió el círculo ecuatorial de la nebulosa y de este anillo formó una nueva masa aislada de la primera, aunque sometida á su imperio. Esta masa conservó su movimiento ecuatorial, que modificado se hizo su movimiento de traslacion en torno del astro solar, y además su nuevo estado le da un movimiento de rotacion en torno de su propio centro.



22. —La nebulosa generadora que dió nacimiento á este nuevo mundo se condensa y recobra la forma esférica. Mas el calor primitivo producido por sus diversos movimientos no se debilita sino con estrema da lentitud, y el fenómeno que acabamos de describir se reproducirá con frecuencia y durante un largo período, mientras la nebulosa no adquiera la densidad y solidez necesarios para oponer una resistencia eficaz á las modificaciones de forma que le imprime sucesivamente su movimiento de rotacion. No habrá, pues , dado nacimiento á un solo astro, mas á centenares de mundos desprendidos del foco central y procedentes de ella del modo ya indicado.

Para cada uno de estos mundos, investido como e lprimitivo de las fuerzas naturales que presiden á la creacion de los astros, engendrará luego nuevos globos que gravitarán en lo sucesivo en torno de él , como gravita con sus iguales en torno del foco de su existencia y de su vida. Cada uno de estos mundos será un sol, centro de un torbellino de planetas escapados sucesivamente de su ecuador, cuyos planetas recibirán una vida especial, particular , aunque dependiente de su astro generador.



23. —Los planetas formados de materia condensada pero no solidificada, desprendida de la masa central por la accion de la fuerza centrífuga, toman en virtud de las leyes del movimiento la forma esferoidal mas ó menos elíptica, segun el grado de fluidez que han conservado.
Uno de estos planetas será la Tierra, que antes de enfriarse y cubrirse de una costra sólida, dará nacimiento á la Luna por el mismo modo de formacion astral á que ella debe su existencia ; y en lo sucesivo inscrita en el libro de la vida, dará nacimiento á criaturas cuya debilidad será protegida por las alas de la Providencia; cuerda nueva del arpa infinita que debe vibrar en su lugar propia en el concierto universal delos mundos.



Extraído del libro “EL GÉNESIS LOS MILAGROS Y LAS PROFECÍAS SEGÚN EL ESPIRITISMO”
Allan Kardec




LA CREACION UNIVERSAL


LA CREACION UNIVERSAL.

17.—Después de haber subido, en cuanto es dado á nuestra debilidad, hacia el origen oculto de donde manan los mundos, como las gotas de agua de un caudalosísimo rio, consideremos la marcha de las creaciones sucesivas y de sus evoluciones seriales.

La materia cósmica primitiva contenía los elementos materiales fluídicos y vitales de todos los universos que despliegan sus magnificencias ante la eternidad: ella es la madre fecunda de todas las cosas, la primera abuela, y lo que es más la generatriz eterna. No hades aparecido esa sustancia de que proceden las esferas siderales; no ha muerto ese poder, porque aún está dando incesantemente á luz nuevas creaciones y recibe incesantemente los elementos reconstituidos de los mundos que se van borrando del libro eterno.

La materia etérea más ó menos rarificada que desciende entre los espacios interplanetarios; ese fluido cósmico que llena el mundo, más ó menos rarificado en las regiones inmensas, ricas en aglomeraciones de estrellas, mas ó menos condensada, allí donde el cielo astral no brilla aun ; mas ó menos modificada por diversas combinaciones segun las localidades de la extension, no es otra cosa que la sustancia primitiva en quien residen las fuerzas universales de que la naturaleza ha sacado todas las cosas (1).

(1) Si se preguntara cual es el principio de estas fuerzas y como puede existir en la sustancia misma que lo produce, responderíamos que la mecánica nos ofrece muchos ejemplos. La elasticidad que hace aflojar un resorte, no está en el resorte mismo, y no depende delmodo de la agregacion de las moléculas? El cuerpo que obedece á la fuerza centrifuga recibe su impulsion del movimiento primitivo que le fué comunicado.



18. —Este fluido envuelve los cuerpos como un inmenso Océano. En él reside el principio vital que da nacimiento á la vida de los séres y la perpetúa en cada globo segun sus condiciones: principio en estado latente que dormita allí donde la voz de un sér no le llama. Cada criatura mineral, vegetal, animal ó de otra clase—porque hay otros varios reinos en la naturaleza, cuya existencia ni siquiera sospechais, —sabe en virtud de este principio vital universal, apropiarse las condiciones de su existencia y duracion.

Las moléculas de mineral tienen su parte de esta vida, como la semilla y el embrion, y se agrupan como en el organismo, en figuras simétricas que constituyen la individualidad.

Conviene para comprender lo que sigue, penetrarse bien de esta nocion, á saber: que la materia cósmica primitiva está revestida no solo de las leyes que aseguran la estabilidad de los mundos, sino que también del principio vital universal que forma generaciones espontáneas en cada mundo, á medida que se manifiestan las condiciones de la existencia sucesiva de lo seres, y cuando es llegada la hora de la aparicion de los hijos de la vida, durante el período creador.

Así se verifica la creacion universal. Se dice, pues, con exactitud, que pues las operaciones de la naturaleza son producto de la voluntad divina, Dios ha creado siempre, crea sin cesar y seguirá creando in eternum.

19. —Pero hasta ahora nada hemos dicho del mundo espiritual, que tambien hace parte de la creación y cumple sus destinos segun las augustas prescripciones del Eterno. Yo no puedo dar sino una mera instruccion acerca del modo de la creacion de los Espíritus, ya por razón de mi misma ignorancia, ya porque no debo hablara un acerca de las cuestiones que me ha sido permitido profundizar.

A los que se sientan religiosamente deseosos de saber, y que son humildes ante Dios, diré, suplicándoles que no vayan á formar por si mismos prematuramente un sistema por lo que yo les diga.

El Espíritu no llega á recibir la iluminacion divina que le da, al mismo tiempo que el libre alvedrío y la conciencia, el conocimiento de sus altos destinos, sin haber pasado por la serie divinamente fatal de los séres inferiores, en los cuales se elabora lentamente la obra de su individualidad. A datar de ese dia, es cuando el Señor imprime en su frente su augusto tipo y toma puesto el Espíritu entre las humanidades. Vuelvo á recomendar que sobre mis palabras no se funden razonamientos tan tristemente célebres en la historia de la metafísica: preferiría mil veces callar acerca de cuestiones tan elevadas sobre nuestras meditaciones ordinarias, á exponeros á desnaturalizar el sentido de mi enseñanza y á engolfaros por mi culpa en los laberintos inextrincables del deismo y del fatalismo.

Extraído del libro “EL GÉNESIS LOS MILAGROS Y LAS PROFECÍAS SEGÚN EL ESPIRITISMO”
Allan Kardec

LA CREACION PRIMERA 2


LA CREACION PRIMERA 2



15. —El principio absoluto de las cosas remonta pues hasta Dios: su aparición sucesiva en el dominio de la existencia constituye el orden de la creación perpetua. ¡Qué inmortal podría decir las magnificencias desconocidos y soberbiamente veladas bajo la noche de las edades, que se desarrollaron en aquellos tiempos antiguos en que ninguna de las maravillas del universo actual axistia; en aquella época primitiva en que habiéndose hecho oír la voz del Señor, los materiales que debían en lo futuro reunirse simétricamente y por sí mismos para formar el templo de la naturaleza, se encontraron de repente en el seno de los vacíos infinitos; cuando a esa voz misteriosa que toda criatura venera y ama como la de una madre, notas harmoniosamente concertadas se produjeron para irá vibrar juntas, y modular el concierto de los vastos cielos!

El mundo en su nacimiento no fue creado en su virilidad y en su plenitud de vida. No: el poder creador no se contradice nunca, y como todas las cosas, el universo nació niño. Investido de las leyes, más arriba mencionadas, y del impulso inicial inherente a su formación misma, la materia cósmica primitiva dio nacimiento á torbellinos, á aglomeraciones de este fluido difuso, á aglomeraciones de materia nebulosa, que se dividieron por sí mismas, y se modificaron á lo infinito, para formar en las regiones inconmensurables de la extensión diversos centros de creaciones simultáneas ó sucesivas.

En razón de las fuerzas que predominaron en uno ú otro y de la circunstancias ulteriores que presidieron á su desarrollo, estos centros primitivos se hicieron focos de una vida especial: los unos menos diseminados en el espacio y más ricos en principios y fuerzas principiaron desde luego su vida astral propia: los otros, ocupando una extensión ilimitada no se condensaron sino con extrema lentitud ó se subdividieron en centros secundarios.



16. —Refiriéndonos a algunos millones de siglos antes de la época actual nuestra tierra no existía; nuestro sistema solar mismo no había empezado aun las evoluciones de la vida planetaria, y sin embargo ya esplendentes soles iluminan el éter; ya planetas habitados dan la vida y la existencia á una multitud de seres que nos han precedido en la carrera humana; las producciones opulentas de una naturaleza desconocida y los fenómenos maravillosos del cielo despliegan bajo otras miradas los cuadros de la inmensa creación. Mas que digo. Ya no existen los esplendores que en otros tiempos hicieron palpitar el corazón de otros mortales a impulsos del pensamiento del poder infinito. ¡Y nosotros, seres diminutos que venimos después de una eternidad de vida, nos creemos contemporáneos de la creación!

Comprendamos mejor la naturaleza, vuelvo a decir. Sepamos que la eternidad está detrás como delante de nosotros; que el espacio es el teatro de una sucesión y de una simultaneidad inimaginable de creaciones. Tales nebulosas que distinguimos apenas en las profundidades de los cielos, son aglomeraciones de soles envía de formación; tales otras son vías lácteas de mundos habitados; y otras, en fin, teatro de catástrofes inmensas y de desmejoramiento. Sepamos que, así como estamos en medio de una infinidad de mundos, del mismo modo estamos en medio de una infinidad de duraciones anteriores y ulteriores; que la creación universal no es para nosotros; y que debemos reservar esta palabra a la formación aislada de nuestros diminutos glóbulos.

Extraído del libro “EL GÉNESIS LOS MILAGROS Y LAS PROFECÍAS SEGÚN EL ESPIRITISMO”
Allan Kardec

LA CREACION PRIMERA.


LA CREACION PRIMERA.

12. —Después de haber considerado el universo bajo los puntos de vista generales de su composición, de sus leyes y de sus propiedades, podemos dirigir nuestros estudios al modo de formación que dio nacimiento á los mundos y a los seres; descendiendo luego a la creación de la tierra en particular y a su estado actual en la universalidad de la cosas, y después, tomando este globo por punto de partida y por unidad relativa, procederemos a nuestros estudios planetarios y siderales .



13. —Si hemos comprendido bien la relación, ó mejor dicho, la oposición de la eternidad y el tiempo, si nos hemos familiarizado con la idea de que el tiempo no es más que una medida relativa de la sucesión de las cosas transitorias, mientras que la eternidad es esencialmente una, inmóvil y permanente, y que no es susceptible de medida bajo el punto de vista de la duración, comprenderemos que para ella no hay principio ni fin.

Por otra parte, si nos formamos una idea justa—aunque necesariamente muy débil—de la infinidad del poder divino, comprenderemos cómo es posible que el universo haya sido y sea siempre. Desde el momento que Dios existió, sus perfecciones eternas hablaron.

Antes que los tiempos fuesen, la eternidad inconmensurable recibió la palabra divina y fecundó el espacio, eterno como ella.



14.— Siendo Dios por su naturaleza de toda eternidad, ha creado de toda eternidad, y no podía ser de otra manera; porque a cualquiera época, por lejana que sea, a que nos remontemos con la imaginación, siempre del lado de allá encontraremos la eternidad,—retened bien esta idea, —una eternidad durante la cual las divinas esencias (las divinas hipóstases), las voliciones infinitas, hubiesen estado sepultadas en un letargo mudo é inactivo, una eternidad de muerte aparente para el Padre Eterno, que da la vida a los seres, de mutismo indiferente para el verbo que los gobierna, de esterilidad fría y egoísta para el Espíritu de amor y de vivificación. ¡Comprendamos mejor la grandeza de la acción divina y su perpetuidad bajo la mano del ser absoluto!: Dios es el sol de los seres y la luz del mundo. Mas la aparición del Sol da instantáneamente torrentes de luz que van esparciéndose por todas partes en la extensión. Pues del mismo modo el universo,  nacido del Eterno, data de los periodos imaginables de lo infinito de la duración, del Fiat lux del principio.

Extraído del libro “EL GÉNESIS LOS MILAGROS Y LAS PROFECÍAS SEGÚN EL ESPIRITISMO”
Allan Kardec

Las Leyes y las Fuerzas. 2


Las Leyes y las Fuerzas. 2
10. —Hay un fluido etéreo que llena el espacio y penetra los cuerpos. Este fluido es el éter o materia cósmica primitiva generadora del mundo y de los séres. Al éter van inherentes las fuerzas que han presidido á las transformaciones de la materia, las leyes inmutables y necesarias que rigen el mundo. Estas fuerzas múltiples, indefinidamente variadas segun las combinaciones de la matería, localizadas segun las masas, diversificadas en su modo de accion segun las circunstancias y los medios, son conocidas en la tierra bajo los nombres de pesadez, cohesion, afinidad, atraccion, magnetismo, electricidad activa, y los movimientos vibratorios del agente, bajo los de sonido, calor, luz, etc. En otros mundos se presentan bajo otros aspectos, ofrecen otros caracteres desconocidos en este, y en la inmensa extension de los cielos se ha desarrollado un número indefinido de fuerzas en una escala incomprensible, que nosotros no somos capaces de valuar en su grandeza, como el crustáceo en el fondo del Océano es incapaz de abrazar la universalidad de los fenómenos terrestres (1). Pues así como no hay mas que una sustancia simple, primitiva y generadora de todos los cuerpos, pero diversificada en sus combinaciones; del mismo modo todas esas fuerzas dependen de una sola ley universal diversificada en sus efectos que se encuentra en su origen, y que en los decretos eternos ha sido impuesta soberanamente á la creacion para constituir la armonía y estabilidad permanentes.
(1) Todo lo referimos á lo que conocemos, y no comprendemos lo que no está al alcance de nuestros sentidos, como el ciego de nacimiento no comprende los efectos de la luz y la utilidad de los ojos. Es posible, pues, que en otros medios el fluido cosmico tenga propiedades que se presten á combinaciones de que no tenemos ninguna idea, y determine efectos apropiados á necesidades desconocidas para nosotros, dando lugar á percepciones nuevas o á otros modos de percepcion. Nosotros no comprendemos, por ejemplo, que pueda verse sin luz y sin los ojos del cuerpo. ¿Pero quién nos dice que no existan otros agentes que la luz á que estén afectos órganos especiales? La vista somnambolica, que no es detenida ni por la distancia, ni por los obstáculos materiales, ni por la oscuridad, nos ofrece un ejemplo de eso. Supongamos que en un mundo cualquiera los seres sean normalmente lo que nuestros sonámbulos no son sino excepcionalmente, no tendrán ni nuestra luz ni nuestros ojos y sin embargo verán lo que nosotros no podemos ver. Lo mismo puede suceder con todas las demás sensaciones. Las condiciones de vitalidad y deperceptibilidad- las sensaciones y las necesidades varían según los medios.

11. —La naturaleza nunca ni en ninguna parte está en oposición consigo misma: el blason del universo no tiene más que una divisa: unidad, variedad. Subiendo la escala de los mundos, se encuentra la unidad de armonía y de creación, al propio tiempo que una variedad infinita en ese inmenso campo de las estrellas. Recorriendo los escalones de la vida desde el último de los seres hasta Dios, la gran ley de continuidad se ostenta manifiestamente; y considerando las fuerzas en sí mismas se puede firmar una serie, cuya resultante, confundiéndose con la generatriz, es la ley universal. Vosotros no sabríais apreciar esta ley en toda su extensión, puesto que las fuerzas que la representan en el campo de vuestras observaciones son muy limitadas. Sin embargo, la gravitación y la electricidad pueden considerarse como una amplia aplicación de la ley primordial que reina en los cielos.
Todas estas fuerzas son eternas—ya explicaremos esta palabra—y universales como la creación; por ser inherentes al fluido cósmico obran necesariamente en todo y en todas partes, modificando su acción por su simultaneidad o su sucesión. Predominando aquí, moderándose allí, potentes y activas en ciertos puntos, latentes en otros, mas en fin de cuenta, preparando, dirigiendo, conservando y destruyendo los mundos en sus diversos períodos de vida, gobernando los trabajos maravillosos de la naturaleza en cualquiera parte que se realicen y asegurando para siempre el eterno esplendor de la creación.



Extraído del libro “EL GÉNESIS

LOS MILAGROS Y LAS PROFECÍAS SEGÚN EL ESPIRITISMO”
Allan Kardec

Las Leyes y las Fuerzas.


Las Leyes y las Fuerzas.

8. —Si uno de esos seres desconocidos que pasan su existencia efímera en el fondo de las regiones tenebrosas del mar, si uno de esos poligástricos, de esas nereidas—míseros animalillos que no conocen de la naturaleza sino los pescados ictiáfagos y los bosques submarinos, —recibiera de repente el don de la inteligencia, la facultad de estudiar su mundo y de establecer sobre sus apreciaciones un razonamiento conjetural que abrazara la universalidad de las cosas: ¿qué idea se formaría de la naturaleza viviente que se desarrolla en su medio, y del mundo terrestre que no pertenece al campo de sus observaciones? Si luego por un efecto maravilloso de su nueva facultad, éste mismo ser llegase a elevarse por cima de sus tinieblas eternas, a la superficie del mar, no lejos de las riberas opulentas de vegetación espléndida, de sol fecundo dispensador de un calor benéfico, ¿qué juicio formaría acerca de sus teorías anticipadas sobre la creación universal, teorías que remplazaría por observaciones y apreciaciones más amplias, pero relativamente tan incompletas como las primeras. Tal es, ó hombres, la imagen de vuestra ciencia puramente especulativa? (1).

(1) Tales también la situación  de los negadores del mundo de  los Espíritus cuando después de haber dejado su envoltura carnal, los horizontes de este mundo se desarrollan a sus ojos. Comprenden entonces lo vano de las teorías con que pretendían explicarlo todo por medio de la materia sola. Entonces estos horizontes tienen para ellos misterios que no se descubren sino sucesivamente y a medida que se van elevando por su depuración. Pero desde los primeros pasos que dan en este nuevo mundo, se ven forzados a reconocer su ofuscacion y cuán lejos se encontraban de la verdad.



9. —Puesto que yo vengo aquí á tratar la cuestión de las leyes y fuerzas que rigen el universo, yo que no soy, lo mismo que vosotros, más que un ser ignorante en lo que concierne a la ciencia positiva, a pesar de la superioridad aparente que me da sobre mis hermanos de la tierra, la posibilidad de estudiar las cuestiones naturales que a ellos les está vedada en su situación, mi único objeto ahora es daros la noción general de las leyes universales sin explicar detalladamente el modo de acción y la naturaleza de las fuerzas especiales que a ello concurren.

Extraído del libro “EL GÉNESIS LOS MILAGROS Y LAS PROFECÍAS SEGÚN EL ESPIRITISMO”
Allan Kardec

La MATERIA 2


La MATERIA 2
6. —Hay cuestiones que nosotros mismos, Espíritus amantes de la ciencia, no podemos profundizar, y sobre las que no podríamos emitir sino opiniones personales más ó menos conjeturales: respecto á tales cuestiones ó las pasaré en silencio ó trataré de explicar mi modo de ver; pero la de que se trata no es de esta clase. A los que se sintieren dispuestos á creer que mis palabras no pasan de ser una teoría aventurada, diré: Abrazad, si es posible en una mirada escrutadora, la multiplicidad de las operaciones de la naturaleza, y reconoceréis que si no se admite la unidad de la materia es imposible explicar, no ya los soles y las esferas, más sin ir tan allá, la germinación de una semilla en la tierra ó la producción de un insecto.
7.—Si se observa tal diversidad en la materia es porque las fuerzas que han presidido á sus transformaciones, las condiciones en que se han producido, han sido en número ilimitado, y las combinaciones que podían resultar y resultaron, no debian serlo menos. Así, pues, que la sustancia de que nos ocupamos pertenezca á los fluidos propiamente dichos, es decir, á los cuerpos imponderables, ó que esté revestida de los caractéres y propiedades ordinarias de la materia, no hay en todo el universo sino una sustancia primitiva, el cosmos ó materia cósmica de los uranógrafos.
Extraído del libro “EL GÉNESIS LOS MILAGROS Y LAS PROFECÍAS SEGÚN EL ESPIRITISMO”
Allan Kardec

La MATERIA.


La MATERIA.

3. — A primera vista nada parece tan profundamente variado, tan esencialmente distinto como las diversas sustancias de que el mundo se compone. Entre los innumerables objetos que el arte ó la naturaleza ofrece diariamente á nuestras miradas, ¿hay dos que ofrezcan una identidad perfecta ó siquiera una misma composicion? ¡Qué desemejanza bajo el punto de vista de la solidez, de la compresibilidad, del peso y demás propiedades de los cuerpos; entre los gases atmosféricos y el hilillo de oro; entre la molécula acuosa de la nube y del mineral que forma la armadura huesosa del globo! ¡Qué diversidad entre el tejido químico de las varias plantas que decoran el reino vegetal y el de los no menos numerosos representantes de la animalidad en la tierra!

Esto no obstante, podemos sentar como principio absoluto que todas las sustancias conocidas y desconocidas, por diferentes que parezcan, ya bajo el punto de vista de su constitución íntima, ya bajo el de su relación mutua, no son en realidad sino modos diversos bajo los cuales la materia se presenta, variedades en que se ha transformado, bajo la dirección de las fuerzas sin número que la gobiernan.



4. —La Química cuyos progresos han sido tan rápidos desde mi época, en que sus mismos adeptos la relegaban aun al dominio secreto de la Magia ; esta nueva ciencia que se puede considerar con razon como hija del siglo observador, y como únicamente basada, mucho mas sólidamente que sus hermanas mayores, sobre el método experimental : la Química, digo, ha dado buena cuenta de los cuatro elementos primitivos que los antiguos habían convenido en reconocer en la naturaleza; ha demostrado que el elemento terrestre es la combinacion de sustancias diversas variadas á lo infinito ; que el aire y el agua pueden descomponerse y son el producto de cierto número de

equivalentes de gases diversos; que el fuego, lejos de ser un elemento principal no es sinó un estado de la materia procedente del movimiento universal á que está sometida y de una combustion sensible ó latente.



En cambio ha encontrado un número considerable de principios, ántes desconocidos, que le han parecido formar por sus determinadas combinaciones las diversas sustancias, los diversos cuerpos que ha estudiado y que funcionan simultáneamente siguiendo ciertas leyes, y en ciertas proporciones, en los grandes trabajos que se verifican en el gran laboratorio de la naturaleza. Ha llamado estas sustancias cuerpos simples, dando á entender así que los considera como primitivos é indescomponibles, y que ninguna operacion, hasta ahora, podría reducirlos á partes relativamente mas simples que ellos mismos (1).





(1) Se cuentan entre los cuerpos simples no metálicos el oxígeno, el hidrogeno, el ázoe, el cloro, el carbono, el fósforo, el azufre, el yodo; y entre los metílicos: el platino, el oro, la plata, el mercurio,

el plomo, el estaño, el hierro, el zinc, el cobre, el arsénico, el sodio, el potasio, el calcio, el aluminio, el silicio, el bismuto, el tungsteno, ividro, etc., etc.



5. —Pero donde se detienen las apreciaciones del hombre aun auxiliado por sus sentidos artificiales más impresionables, todavía continúa la obra de la naturaleza; y donde el vulgo toma la apariencia por la realidad, donde el práctico levanta el velo y distingue el principio de las cosas, el ojo de quien ha podido penetrar el modo de funcionar de la naturaleza no ve bajo los materiales constitutivos del mundo, sino la materia cósmica primitiva, simple, única, diversificada en

ciertas regiones al tiempo de su nacimiento, repartida en cuerpos solidarios mientras viven y desmembrados un día en el receptáculo de la extensión por su descomposición.

Extraído del libro “EL GÉNESIS LOS MILAGROS Y LAS PROFECÍAS SEGÚN EL ESPIRITISMO”
Allan Kardec

El espacio y el tiempo.


El espacio y el tiempo.

1 .—Varias son las definiciones que se han dado del espacio; la más admitida es esta: El espacio es la extensión que separa dos cuerpos, de donde ciertos sofistas han deducido que donde no hay cuerpos no hay espacio/y sobre lo que ciertos doctores en teología se han fundado para decir que el espacio era por necesidad limitado, arguyendo que cuerpos limitados en Número no pueden formar una serie infinita, y que allí donde concluyeran los cuerpos, allí también ter mina el espacio. También se ha definido el espacio, el sitio en que los mundos se mueven, el vacío en que funciona la materia, etc.... Dejemos en los tratados donde descansan, todas esas definiciones, que nada definen.

El espacio es una de esas palabras que representan una idea primitiva y axiomática, evidente por sí misma y que las definiciones que pueden darse no hacen sino oscurecer. Todos sabemos lo que es espacio y yo no pretendo más que probar su infinidad, para que nuestros estudios ulteriores no tengan obstáculo alguno que se oponga a las investigaciones de nuestra vista.

Mas yo digo que el espacio es infinito, porque es imposible asignarle límite alguno; y que a pesar de la dificultad que tenemos para comprender lo infinito, nos es más fácil ir eternamente por el espacio con el pensamiento, que detenernos en un sitio cualquiera del lado de allá, del cual no se encuentre ya extensión que recorrer.

Para figurarnos, cuanto es posible hacerlo con nuestras limitadas facultades, la infinidad del espacio, supongamos que, partiendo de la tierra, perdida en medio de lo infinito, hacia un punto cualquiera del Universo, y esto con la prodigiosa velocidad de la chispa eléctrica, que recorre millares de leguas a cada segundo, apenas hemos dejado este globo y habiendo recorrido millones de leguas, nos encontramos en un sitio donde nuestro globo nos aparece bajo el aspecto de una pálida estrella. Un instante después, siguiendo la misma dirección llegamos hacia las estrellas lejanas, que apenas se distinguen desde la estación terrestre, y desde allí no solo no se distingue la tierra en las profundidades del cielo, sino que aun el Sol con todo su esplendor queda eclipsado por la distancia que dé él nos separa. Animados siempre por la misma velocidad del relámpago, dejamos atrás sistemas de mundos á cada paso que avanzamos en la extensión, islas de luz etérea, vías estelíferas, regiones suntuosas donde Dios ha sembrado mundos con la misma profusión que hay flores en la primavera en las praderías terrestres.

Solo hace algunos minutos que vamos marchando y ya centenares de millones de millones de leguas, billones y trillones nos separan de la tierra, y millones y millones de mundos han pasado por nuestra vista, y sin embargo, escuchad... no hemos avanzado un solo paso en el Universo.

Si continuamos durante años y siglos, y millones de períodos cien veces seculares, é incesantemente con la misma velocidad inicial, no por eso habremos adelantado más; y esto en cualquiera dirección que vayamos y hacia cualquier punto que nos dirigiésemos á partir de este grano invisible que llamamos tierra. Eso es el espacio.

Extraído del libro “EL GÉNESIS
LOS MILAGROS Y LAS PROFECÍAS SEGÚN EL ESPIRITISMO”
Allan Kardec

Sistemas antiguas y modernos del mundo 13


Sistemas antiguas y modernos del mundo 13

13. — A. partir de Copérnico y de Galileo, los antiguos sistemas de cosmogonía quedaron destruidos: la Astronomía en vez de retroceder, no podía menos de adelantar a pesar de todas las contrariedades. La Historia nos da cuenta de las luchas que estos hombres de genio tuvieron que sostener contra las preocupaciones, y sobre todo contra el Espíritu de secta, interesado en la conservación de los errores, sobre los cuales se habían fundado dogmas, que se suponían establecidos sobre bases inquebrantables. Ha bastado la invención de un instrumento de óptica para echar al suelo una andamiada de varios millares de años, y no hay fuerza ni prestigio que puedan prevalecer contra una verdad reconocida como tal. Gracias a la imprenta, el público iniciado en las nuevas ideas, comenzaba a emancipar se de las preocupaciones y tomaba parte en la lucha; no eran ya algunos individuos los que había que combatir, sino a la opinión general, a todas las gentes alustradas que se interesaban y tomaban parte por la causa de la verdad.

¡Cuán grande es el universo comparado con el de las mezquinas proporciones que le asignaban nuestros padres! ¡Cuán sublime es la obra de Dios cuando se la considera según las leyes eternas de la naturaleza! Pero también, qué de tiempo, qué de esfuerzos de ingenio, qué de sacrificios y cuánta abnegación han sido necesarios para hacer abrir los ojos y desgarrar los velos de la ignorancia! Abierto estaba ya el camino que numerosos é ilustres sabios debían recorrer para completar la obra bosquejada. Kepler en Alemania descubre las leyes célebres que llevan su nombre, y con auxilio de las cuales reconoce que los planetas describen, no órbitas circulares, sino elipses, uno de cuyos focos ocupa el sol. Newton en Inglaterra descubre la ley de la gravitación universal. Laplace en Francia crea la Mecánica celeste, y la Astronomía, por fin, no es ya un sistema fundado sobre conjeturas ó probabilidades, sino una ciencia establecida sobre las bases más rigorosas del cálculo y de la Geometría. De este modo queda también sentada una de las piedras fundamentales del Génesis

Extraído del libro “EL GÉNESIS

LOS MILAGROS Y LAS PROFECÍAS SEGÚN EL ESPIRITISMO”
Allan Kardec




Sistemas antiguas y modernos del mundo 12


Sistemas antiguas y modernos del mundo 12



12. —Al principio del siglo XVI Copérnico, célebre astrónomo nacido en Thorn (Prusia) en 1472, y que murió en 1543, adoptó las ideas de Pitágoras y publicó un sistema astronómico, que confirman cada día nuevas observaciones, el cual fue favorablemente acogido y no tardó en ser preferido al de Ptolomeo. Según este sistema el sol está en el centro, los planetas describen en torno de él órbitas circulares y la luna es un satélite de la tierra.

Un siglo después, en 1609, Galileo, nacido en Florencia, inventó el telescopio; en 1610, descubre los cuatro satélites de Júpiter y calcula sus revoluciones; reconoce que los planetas no tienen luz propia como las estrellas, sino que son iluminados por el sol y que son esferas parecidas a la tierra: observa sus fases, determina la duración de su rotación sobre su eje, y da de este modo con pruebas materiales una sanción definitiva al sistema de Copérnico.

Se deshizo entonces el andamiaje de los cielos sobrepuestos; los planetas quedaron reconocidos por mundos parecidos a la tierra, y como ella probablemente habitados; el sol, por una estrella, centro de un torbellino de planetas sujetos a él; y las estrellas por soles innumerables, centros probables de otros tantos sistemas planetarios.

Las estrellas no están ya confinadas a una zona de la esfera celeste, sino diseminadas a distancias diferentes en el espacio sin límites: las que parecen conjuntas se hallan separadas por distancias inconmensurables: las más pequeñas, al parecer, están a mayor distancia de la tierra, y las de mayor tamaño, más próximas, bien que á millones de millones de leguas de nosotros.

Los grupos a que se ha dado el nombre de constelaciones no son sino agrupaciones aparentes producidos por la distancia, efectos de perspectiva, como los forman á la vista del que se halla situado en un punto fijo las luces dispersas en una llanura extensa, ó los árboles de un bosque. Mas estas agrupaciones no existen como tales, y si fuese posible trasportarse á la región de una de esas constelaciones, su forma se desvanecería y nuevos grupos irían apareciendo á medida que nos fuéramos aproximando. Puesto que estos grupos no existen sino en apariencia, la significacion que les atribuye una creencia vulgar supersticiosa, es ilusoria; y su influencia no puede existir sino en la imaginación.

Para distinguir las constelaciones se les han dado nombres, cuales los de León, Toro, Gemelos, Virgen, Balanza, Capricornio, Cangrejo, Orion, Hércules," Osa mayor, Carro de David, Osa menor, Liva, etc., y se las ha representado por figuras que recuerdan estos nombres, la mayor parte de capricho, pero que en todo caso no tienen relación alguna con la forma aparente del grupo de estrellas a que se aplican, por lo cual sería vano buscar tales figuras en el cielo.

La creencia en el influjo de las constelaciones, y particularmente de las que constituyen los doce signos del Zodíaco, procede de la idea representada por los nombres que llevan. Si la que es designada con el nombre de León lo hubiese sido por el de asno ó borrego, se le hubiera atribuido de seguro influencia distinta, ya que no contraria a la que se le supone.



Extraído del libro “EL GÉNESIS
LOS MILAGROS Y LAS PROFECÍAS SEGÚN EL ESPIRITISMO”
Allan Kardec





Sistemas antiguas y modernos del mundo 11





11. —Hacia los ciento cuarenta años de nuestra era, Plotomeo, uno de los más ilustres sabios de la Escuela de Alejandría, combinando sus propias ideas con las creencias vulgares, y algunos de los más recientes descubrimientos astronómicos, compuso un sistema que puede llamarse mixto, y que lleva su nombre, el cual fue adoptado por el mundo civilizado y prevaleció durante mil quinientos años.

Según este sistema, la tierra es una esfera en el centro del universo: se compone de cuatro elementos, que son: tierra, agua, aire y fuego. Esta era la primera región dicha elemental; la segunda llamada ethérea comprendía once cielos ó esferas concéntricas que giraban en torno de la tierra, y son: el cielo de la Luna, los de Mercurio, de Vénus, del Sol, de Marte, de Júpiter, de Saturno, de las estrellas fijas, del primer cristalino, esfera sólida trasparente, del segundo cristalino, y en fin del primer móvil que daba impulso a todos los cielos inferiores y los hacia verificar una revolución cada veinticuatro horas. Del lado de allá del undécimo cielo estaba. el Empíreo, morada de los bienaventurados, así llamado de la palabra griega pyr opur que significa fuego, porque se creía a esta región esplendente de luz como el fuego.

La creencia en varios cielos sobrepuestos ha prevalecido por mucho tiempo; pero no se estaba de acuerdo sobre el número. El séptimo era considerado generalmente como el más elevado, de donde la expresión ser arrebatado al séptimo cielo. San Pablo dijo haber sido elevado al tercero.

Además del movimiento común tenían los astros, según Ptolomeo, movimientos propios, particulares, más ó menos grandes según su alejamiento del centro.

Las estrellas fijas hacían una revolución en 25.816 anos, cuya valuación indica el conocimiento de la precisión de los equinoccios, que se verifica efectivamente en 25.000 años, y segun Arago en 25.600.

Extraído del libro “EL GÉNESIS

LOS MILAGROS Y LAS PROFECÍAS SEGÚN EL ESPIRITISMO”
Allan Kardec



Observacion:


2 Corintios 12

12 El gloriarse es necesario, aunque no es provechoso; pasaré entonces a las visiones y revelaciones del Señor. 2 Conozco a un hombre en Cristo, que hace catorce años (no sé si en el cuerpo, no sé si fuera del cuerpo, Dios lo sabe) el tal fue arrebatado hasta el tercer cielo.


Memoria de mi Espíritu Clara Román- Odio

  Memoria de mi Espíritu Clara Román- Odio En Memoria de mi Espíritu, un libro que no presenta la autora, su memoria de recuerdos de su ni...