TALISMANES Y AMULETOS
Para el enredo místico, los "talismanes son objetos de protección, imantados de fuerza magnética, a los cuales se atribuye un poder sobrenatural de realización de los deseos del usuario. Los amuletos son objetos consagrados a través de magia, que deben ser usados junto al cuerpo (anillos, medallas, etc). Según creen, un objeto sagrado tiene una función (proteger, vincular, aproximar), determinada por su forma en el plano material (grabados, anillos, estátuas, medallas, porta incienso). Por otro lado la naturaleza de la energía que puede ser canalizada por el objeto varía de acuerdo con el símbolo o divinidad que este objeto represente.(1)
Acatamos fraternalmente el nivel moral de quien usa y cree en la eficacia de los talismanes y amuletos; entretanto, quien utiliza cristalizada la fe, razón por la cual no recomendamos el uso de implementos místicos, porque son inútiles y completamente dispensables. En la comprensión espírita, "la virtud de los talismanes y amuletos de cualquier naturaleza que sea, no existe sino en la imaginación de las personas crédulas (ingénuas) en su eficacia"(2)
El Espiritismo y el magnetismo elucidan una vastedad de fenómenos sobre los cuales la ignorancia tejió un sin numero de fantasías mitológicas, en que los eventos se ofrecen excedidos por la imaginación. "El conocimiento lúcido de esas dos ciencias (Espiritismo y magnetismo), constituye el mejor preservativo contra las ideas supersticiosas, porque revela lo que es posible y lo que es imposible, lo que está en las leyes de la Naturaleza y lo que no pasa de ridícula creencia".(3)
Los Espíritus Superiores esclarecen que los crédulos en la fuerza del talismán pueden atraer seres espirituales de cualquier naturaleza, ppues al ser el pensamiento la energía inductora, mientras que el engranaje es tan solamente una referencia que conduce el pensamiento. En rigor, la virtud de los talismanes, de cualquier naturaleza que sean, jamás existió, sino en la imaginación de las personas crédulas"(4). De este modo, no hay ninguna palabra sacramental, ninguna señal cabalística, ningún talismán qque tenga cualquier acción sobre los Espíritus, porque ellos son atraidos solamente por el pensamiento y no por las cosas materiales.
La realidad es que "la naturaleza del Espíritu atraido tendrá afinidad con la puereza de la intención y de la elevación de sentimientos, por lo que, obviamente, quien asienta su fe en la virtud de un talismán, tiene un intento más material que moral. Eso denota en muchos casos una inferioridad y flaqueza de ideas que lo exponen a los Espíritus imperfectos"(5) Los instructores espirituales, en todos los tiempos, esclarecerán sobre el equívoco del empleo de señales y de formas cabalísticas. Por tanto todo aquel (encarnado o desencarnado) que les atribuye una virtud cualquiera o que pretenda valorar talismanes que emplean para la magia, revela con eso su inferioridad, la esté aceptando de buena fe o por ignorancia. No negamos la relativa influencia oculta de ciertos objetos de uso personal (joyas por ejemplo), que parecen peligrosos magnéticamente. Emmanuel explica que los objetos, principalmente los de uso personal, "tienen su historia viva y por veces pueden constituir el punto de atención de las entidades perturbadas, de sus antíguos poseedores en el mundo; razón por la que aparecen tocados a veces, por singulares influencias ocultas, pero nuestro esfuerzo debe ser el de la liberación espiritual, siendo indispensable luchar contra los fetiches, para considerar tan solo los valores morales del hombre en su jornada para la Perfección"(6)
Los Espíritus que aconsejan señales, palabras extravagantes, o recetan determinadas fórmulas secretas, son seres primarios que bromean y juguetean con la ingenua credulidad de los incautos. Hay personas que atribuyen poderes a las fumaciones domésticas a fin de alejar a los "malos" espíritus del hogar. ¿ Será eso eficaz? ¡ Obviamente no !. Cuando mucho, la fumata solo polucionará la atmósfera. Pero en cuanto a los obsesores, no habrá ningún efecto. La atmósfera de humo tan solamente señalizará a los espíritus que molestan, de que en tal morada residen creencias y supersticiones que se traducen en ambiente fertil y facilmente influenciable por ellos. Por tanto, no ejerciendo ningún control sobre los Espíritus ( buenos y malos),la fumación es totalmente ineficaz para la supuesta protección de la influencia de los Espíritus.
Kardec advierte que no hay ninguna fuerza sobrenatural para alcanzar ese o aquel objetivo, ni palabras sacramentales, ni fórmulas, ni talismanes, ni cualquier señal material, etc. Los malos Espíritus se rien de eso y se alegran frecuentemente al indicar tales pertrechos. Tales seres siempre tienen el cuidado de ser infalibles, para mejor captar la confianza de aquellos que quieren engañar, porque entonces, esos confiados en virtud del procedimiento, se entregan sin miedo".(7)
Por razones lógicas,el Espiritismo no adopta ni usa en sus reuniones ni en sus prácticas, altares, imágenes. velas, procesiones, sacramentos, indulgencias, bebidas alcoholicas o alucinógenos, incienso, humo, talismanes, amuletos, horóscopos, cartomancia, pirámides, cristales o cualquier otro objeto, ritual o forma de culto exterior, porque los Espíritus son atraidos solamente por el pensamiento. Por tanto, ningún talismán, amuleto, palabra sacramental, señal cabalística o cualquier tipo de fórmula exterior podrá ejercer cualquier influencia sobre ellos.
Respetamos a los que creen en la influencia de los talismanes de la felicidad personal, pero somos convidados a informar que el talismán para la felicidad personal definitiva, se constituye con un buen corazón siempre en armonía, humildad y amor, en el integral cumplimiento de los designios de Dios.
Jorge Hessen
Mas información: http://albaceteespirita.blogspot.com/
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