LA PIEDRA DESECHADA

LA PIEDRA DESECHADA


“Jesús les dijo: ¿No habéis leído nunca en la Escrituras: La piedra que los constructores desecharon, en piedra angular se ha convertido; esto ha sido obra del Señor, una maravilla a nuestros ojos?

(Mateo, XXI, 42).

“La piedra que desecharon los constructores se ha convertido en piedra angular; esto ha sido obra del Señor, una maravilla a nuestros ojos.”

(Salmos, CXVIII, 22-23).

“Tú seguías mirando; de pronto una piedra se desprendió de un monte sin intervención humana alguna, alcanzó a la estatua en los pies de hierro y arcilla y los pulverizó.”

(Daniel, II, 34).

“Al llegar Jesús a la región de Cesárea de Filipo, preguntó a sus discípulos: ¿Quién dice la gente que es el Hijo del Hombre? Ellos le dijeron: Unos, que Juan el Bautista; otros, que Elías; otros, que Jeremías o uno de los profetas. Él les dijo: Vosotros, ¿quién decís que soy yo? Simón tomó la palabra y dijo: Tú eres el Mesías, el hijo del Dios vivo. Jesús le respondió: Dichoso tú, Simón, hijo de Juan, porque eso no te lo ha revelado la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos. Yo te digo que tú eres Pedro y sobre esta pierda edificaré mi Iglesia, y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella. Te daré las llaves del Reino de Dios, y lo que ates en la Tierra quedará desatado en los Cielos. Entonces ordenó a sus discípulos que no dijesen a nadie que él era el Mesías.”               (Mateo, XVI, 13-20).


La Revelación es la base fundamental de la Religión. Toda la Moral, toda la Filosofía, toda la Ciencia tiene por base la Revelación. Ella es el fundamento de todo el progreso, es la PIEDRA inamovible sobre la cual se levanta el edificio de la Verdad, que abriga a la Humanidad.
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Infelizmente, así no lo han entendido los hombres, que se constituyeron en guías de los pueblos, en pastores de almas, en los dirigentes de la opinión pública de todos los tiempos. Todos esos constructores de sistemas filosóficos, religiosos y científicos han puesto de lado la PIEDRA sobre la cual se apoya la verdadera construcción. Por eso vemos a la Ciencia sin ideal, a la Filosofía sin lógica y a la Religión sin pruebas, sin razón y sin sentimiento, agitando a la Humanidad en un desvarío tan acentuado, que se puede contar el número de aquellos que buscan orientarse por la brújula de la verdadera Vida. De ahí la resolución divina en colocar la “Piedra Desechada” como “Cabeza Angular”; y los que tropiezan en ella son aplastados. Si examinamos la Historia veremos a sabios y doctos de todos los tiempos reducidos a cero por el poder irreprensible de la Revelación. Aun incluso los que se creían intocables a las fuerzas que ese poder encierra, tuvieron que ceder, Dios sabe cómo, a las imposiciones superiores, pagando hasta con la vida, el tributo que le debían. La Historia Sagrada es un registro admirable de la acción persistente e irreprimible de la Revelación; ahora son los Genios, los Espíritus Protectores de nuestro mundo que, valiéndose de la Revelación, nos guían en la ardua senda de la Evolución; ahora son sus preferidos, los que, en su acción caritativa, abaten reinos, aniquilan poderes y hieren con la espada flameante de la Verdad a los falsos apóstoles, a los ministros fraudulentos que, en la loca pretensión de inhabilidad, arrojan a las almas a los abismos insondables del fanatismo y de la superstición. Ejemplifiquemos: En la infancia de la Humanidad, Abraham recibe la Revelación de la unidad de Dios y de su poder sobre todo el Universo: fue la Primera Revelación. Ningún mandamiento, ningún precepto fue establecido en esta manifestación. Más tarde los preferidos divinos bajan al Sinaí y Moisés recibe el Decálogo que, además de refrendar la Manifestación Abraámica, prescribe deberes necesarios a los pueblos de aquella época.



Extraído del libro “EL GÉNESIS  LOS MILAGROS Y LAS PROFECÍAS SEGÚN EL ESPIRITISMO”
Allan Kardec

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