Naturaleza y propiedades de los fluidos.(31-42)

Los fluidos. CAPITULO XIV.

Naturaleza y propiedades de los fluidos.


31. —El fluido universal es, como se ha visto, el ele-

mento primitivo del cuerpo carnal y del perispíritu,
los cuales no son sino transformaciones del mismo.
Este fluido, por la identidad de su naturaleza, puede
suministrar al cuerpo los elementos reparadores de
que tenga necesidad. Estando condensado en el peris
píritu, el agente propulsor es el Espíritu, encarnado ó
no, que infiltra en un cuerpo deteriorado una parte de
la sustancia de su envoltura fluídica. La curacion se
verifica por la sustitucion de una molécula sana por
otra enferma. La potencia curativa será, pues, pro
porcional á la pureza de la sustancia inoculada; de
pende además de la energía de la voluntad que provo
ca una emision fluídica más abundante y dá al fluido
mayor agudeza ó fuerza de penetracion, y en fin, de
las intenciones que animan al que desea curar, sea
hombre ó Espíritu. Los fluidos que emanan de una
fuente impura, son como sustancias medicinales alte
radas.


32.—Los efectos de la acción fluídica sobre los en
fermos , son extremadamente variados segun las cir
cunstancias: esta accion'es á veces lenta y reclama un
tratamiento sostenido, como en el magnetismo ordi
nario; otras veces es rápida, como una corriente eléc
trica. Hay personas dotadas de un poder tal, que ob
tienen en ciertos enfermos curaciones instantáneas
con sólo imponerles las manos y áun por el sólo acto
de Ja voluntad. Entre los dos extremos de esta facul
tad hay matices variados hasta el infinito.
Todas las curaciones de este género son variedades
del magnetismo, y no se diferencian si no por la poten
cia y la prontitud de la accion. El principio es cons
tantemente el mismo; es el fluido que representa el
papel de agente terapéutico, y cuyo efecto está subor
dinado á su cualidad y á circunstancias especiales.


33.—La accion magnética puede producirse de va
rias maneras: 1.° por el fluido mismo del magnetiza
dor; en este caso, es el magnetismo propiamente di
cho, ó sea magnetismo humano, cuya accion está
subordinada á la potencia y sobre todo á la calidad
del fluido.
2. ° Por el fluido de los" Espíritus que obra direc
tamente y sin intermediario sobre un encarnado,
yá para calmar ó curar un padecimiento, yá para pro
vocar el sueño sonambúlico expontáneo, ya para egercer
sobre el individuo una influencia física ó moral
cualquiera. Este es el magnetismo espiritual, cuya ca
lidad está en relacion con las cualidades del Espí
ritu (1.)

(1) Ejemplos: Revue Spirite, Febrero 1863.—Abril 1835.—Se
tiembre 1865.


3. ° Por el fluido que los Espíritus emiten sobre
el [magnetizador , al cual este sirve de conductor.
Este es el magnetismo mixto semi espiritual ó si
se quiere humano-espiritual. El fluido espiritual,
combinado con el fluido humano, da á este último las
cualidades que le faltan . El concurso de los Espíritus
en tal caso, es á veces expontáneo, pero las más veces
es provocado por la evocacion ó llamamiento del mag
netizador.


34. —La facultad de curar por el influjo fluídico es
muy comun y puede desarrollarse por el egercicio;
pero la de curar instantáneamente por la imposicion
de las manos es más rara; y su apogeo puede conside
rarse como escepcional; no obstante, se han visto en
diversas épocas y en casi todos los pueblos individuos
que la han poseido en grado eminente. En estos últi
mos tiempos se han visto varios egemplos notables cu
ya autenticidad es incuestionable. Puesto que esta
clase de curaciones tienen por fundamento un princi
pio natural y que el poder de hacerlas no es un privi
legio, es que no salen de las leyes naturales y no tie
nen nada de milagrosas, sinó es la apariencia (1).


(1) Ejemplos de curaciones instantáneis referidas ¡en la Rewu
Spirite; el Principe Hohenlohe; Diciembre de 1860: Jacob, Octubre
y Noviembre 1880: Octubre y Noviembre(de 18j7: Simonet, Agosto
1867: Caid-Hossan, Octubre 1807: el Cura Gassnes, NoTiembre 1807.


35. —El perispíritu es invisible para nosotros en su
estado normal, pero como está formado de materia
etérea, el Espíritu puede, en ciertos casos, hacerle su
frir por un acto de su voluntad, una modificacion mo
lecular que le haga momentáneamente visible. Así es
como se producen las apariciones, que, así como los
otros fenómenos, no están fuera de las leyes natura
les. Este no es más extraordinario que el del vapor, que
es invisible cuando está rarificado, y que se hace visi
ble cuando está condensado.
Segun el grado de condensacion del fluido perispirrital,
la aparicion es á veces vaga y vaporosa, otras,
más claramente definida , teniendo á veces todas las
apariencias de la materia tangible; y áun puede llegar
hasta la tangibilidad real , hasta el punto de equivo
carse acerca de la naturaleza del sér que se tiene i
la vista.
Las apariencias vaporosas sonTrecuentes, y aconte
ce á menudo, que algunos individuos se presenten des
pues de su muerte á las personas que han amado con
predileccion. Las apariciones tangibles son más raras,
aunque haya ejemplos de ellas bastante numerosos y
perfectamente comprobados. Si el Espíritu quiere ha
cerse reconocer, dará á su envoltura todos los signos
exteriores que ofrecía en vida.


36.—Es de notar que las apariciones tangibles no
tienen sino las apariencias de la materia carnal, y no
sus cualidades; á causa de su naturaleza fluídica no
pueden tener la cohesion de la carne ni sus demás cua
lidades, porque en realidad no es carne. Se forman y
desaparecen instantáneamente y se desvanecen por la
desunion ó dispersion de las moléculas fluídicas. Los
seres que se presentan en estas condiciones no nacen
ni mueren como los demás hombres: tan pronto se los
vé como desaparecen, sin saber de dónde vienen, ni
cómo han venido, ni á dónde van; no se les puede ni
herir , ni encadenar, ni aprisionar, puesto que no tie
nen cuerpo carnal, los golpes que se les dirijan darán
en el vacío.
Tal es el carácter de los agéneres, con quienes se
puede estar en conversacion sin apercibiese de lo que
son, pero que no hacen nunca larga estancia ni pue
den hacerse comensales habituales de una casa, ni figu
rar entre los miembros de una familia. Hay además,
en toda su persona, en su porte y maneras algo de ex
traño y de insólito que participa de la materialidad y
de la espiritualidad; su mirada vaporosa y penetrante
á un mismo tiempo, no tiene la limpieza de la mirada
comun; su lenguaje, casi siempre conciso y sentencio
so no tiene la claridad ni la volubilidad del lenguage
humane, su aproximacion hace experimentar una sen
sacion particular indefinible de sorpresa, que inspira
cierto temor, y sin dejar de considerarlos como perso
nas iguales á los demás, se exclama involuntariamen
te: hé aquí un sér extraño (1). 


(1) Egemplos de apariciones vaporosas o tangibles y de agéneret
Revue Spirite 1858 p. 24: Octubre de 1858 p. 291.—Febrero de 1859
p. 80.—Enero de 1859 p. 11. Noviembre de 1859 p. 303. Agosto de
de 1859 p. 210. Abril de 1850 p. 117. Mayo de 1860 p. 150. Julio de
1861 p. 199. Abril de 1836 p. 120 el labrador Martin presentado á
Luis XVIII, detalles completos; Diciembre de 1866 p. 353.


37. —Siendo lo mismo el penspíritu de los encarna
dos que el de los desencarnados, por un efecto com
pletamente idéntico, un Espíritu encarnado puede apa
recer en un momento de libertad, en otro punto que
aquel en que su cuerpo descansa bajo su aspecto habi
tual y con todos los signos de su identidad. Este fenó
meno, de que se tienen egemplos auténticos, es lo que
ha dado lugar á la creencia de que hay hombres do
bles (2).


(2) Egemplos de aparicion de personas vivas: Revue Spirite, Di
ciembre de 1858. Febrero de 1859. Agosto de idem, Noviemhre de
1860.


38. —Un efecto particular á esta clase de fenóme
nos, es que las apariciones vaporosas y áun tangibles
no son perceptibles indistintamente por todo el mundo,
los Espíritus no se presentan sino cuando quieren y
quien quieren. Un Espíritu podría presentarse en una
reunion á uno ó varios de los concurrentes, y no ser
visto por los otros. Esto depende de que esta clase de
percepciones se efectuan por la vista espiritual y no
por la corporal; y porque no solamente la vista espi
ritual no es dada á todos, sino que en caso necesario,
el Espíritu puede quitársela á quien no quiere mos
trarse, como puede dársela momentáneamente á quien
no la tenga, si lo juzgase necesario.

La condensacion del fluido perispirital en las apa
riciones, áun en los casos de tangibilidad no tiene las
propiedades de la materia ordinaria; porque si las tu
viese, podrían verse con los ojos del cuerpo, y serian
perceptibles por todas las personas presentes. (1)


(1) No deben aceptarse sin gran reserva las relaciones de apa
riciones puramente individuales, que, en ciertos casos podrían ser
efecto de la imaginacion sobrexcitada, y otras sugeridas por una idea
interesada. Conviene, pues, tener en cuenta las circunstancias, la for
malidad de la persona y los motivos que pudieran inducirle á abusar
de la credulidad de los asistentes.

39.—Pudiendo el Espíritu producir ciertas trans
formaciones en la contextura de su envoltura perispi
rital, y esta irradiar en torno del cuerpo como una at
mósfera fluídica, puede tambien producirse en la su
perficie del cuerpo mismo, un fenómeno análogo al de
las apariciones. La forma real del cuerpo puede des
aparecer más ó menos completamente y revestir otras
facciones bajo la capa fluídica; ó bien las facciones
primitivas vistas al través de la capa fluídica modifi
cada, como al través de un prisma, tomar una ex
presion distinta. Si el Espíritu al desprenderse, está
identificado con las cosas del mundo espiritual, la ex
presion de un rostro feo puede hacerse bello, radiante
y áun luminoso; y por el contrario, si el Espíritu se
halla agitado por malas pasiones, un rostro hermoso
puede tomar un aspecto horrible.
Así es como se verifican las transfiguraciones,
que son siempre un reflejo de las cualidades y senti
mientos predominantes del Espíritu. Este fenómeno,
como acaba de decirse es el resultado de una transfor
macion fluídica; una especie de aparicion perispirital
que se produce sobre el hombre mismo en estado de
salud y á veces en el momento mismo de la muerte, en
vez de producirse á lo lejos como en las apariciones
propiamente dichas. Lo que distingue y caracteriza
las apariciones de este género, es que son perceptibles
para todos los asistentes y por la vista natural, preci
samente porque tienen por base la materia carnal vi
sible, mientras que en las apariciones puramente fluídicas
no hay materia tangible. (1)

(1) Ejemplo y teoría de la transfiguracion: Revue Spirite, Mar
zo de 1859, pág. 62. Libro de los Mediums, cap. VIL"


40.—Los fenómenos de las mesas giratorias y par
lantes, de la suspension etérea de los cuerpos graves,
de la escritura medianímica, tan antiguos como el
mundo pero sólo ahora vulgares, dan la clave de al
gunos fenómenos análogos expontáneos, á los cuales
se les habia dado un carácter sobrenatural y mi
lagroso por ignorancia de la ley que los rige. Estos
fenómenos son efecto de las propiedades del fluido perispirital,
tanto de los encarnados como de los Espíri
tus libres.


41. —El Espíritu obraba sobre su cuerpo carnal por
medio del perispíritu; y por medio de este mismo flui
do se manifiesta obrando sobre la materia inerte, y
produce los ruidos, los movimientos de las mesas y
otros objetos que solivianta, vuelca ó transporta. Es
tos fenómenos y su causa, nada tienen de sorprenden-
' te si se considera que aún para^nosotros, los motores
de más fuerza se encuentran"entre los fluidos más ra
rificados y aún los imponderables como son el aire, el
vapor y la electricidad.
Tambien por medio del perispíritu es como el Espí-
rita hace escribir, hablar y dibujar á los médiums,
como no tiene cuerpo tangible para obrar ostensible
mente cuando quiere manifestarse, se sirve del cuerpo
del médium cuyos órganos toma prestados y hace
funcionar como si fuera su propio cuerpo, y esto por
medio de los efluvios fluídicos con que lo penetra.


42. —De este mismo modo funciona el Espíritu so
bre la mesa ó el trípode, para hacerle mover sin sig
nificacion determinada , ó para hacerla dar golpes
convenidos indicando las letras del alfabeto, para for
mar palabras y frases; cuyo fenómeno se designa con
el nombre de tictología. La mesa en estas circuns
tancias es el instrumento de que se sirve, como lo ha
ce con el lápiz para escribir; le comunica una vitali
dad momentánea por medio del fluido con que la pe
netra, pero no se identifica con ella. Las personas
que en medio de su emocion al ver manifestarse un sér
que les es querido abrazan la mesa, hacen una insigne
tontería, porque es lo mismo que si abrazaran el bas
ton del amigo que lo mueve haciendo señas ó dando
golpes convenidos. Lo mismo decimos de los que dirijen
la palabra á la mesa, como si el Espíritu estuviese
encerrado en ella, ó como si la mesa se hubiese con
vertido en Espíritu.
Cuando se presencian manifestaciones de esta clase,
hay que figurarse al Espíritu, no en la mesa sino de
lante de ella como pudiera estarlo si viviese, y cual
se le veria indudablemente si quisiera ó pudiera hacer
se visible. Lo mismo ocurre en las comunicaciones por
medio de la escritura; se veria al Espíritu al lado del
mediam, dirigiendo su mano ó trasmitiéndole su pen
samiento por medio de una comente fluídica.


Extraído del libro “EL GÉNESIS  LOS MILAGROS Y LAS PROFECÍAS SEGÚN EL ESPIRITISMO”
Allan Kardec

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