Los fluidos. CAPITULO XIV.
Naturaleza y propiedades de los fluidos.
3.
—El fluido cósmico en estado de eterizacion, no
es
uniforme, pues sin dejar de ser eter experimenta
modificaciones
tan variadas en su género y más nu
merosas
quizás, que en estado de materia tangible.
Estas
modificaciones constituyen fluidos distintos que,
aún
cuando procedentes de un mismo principio, están
dotados
de propiedades distintas, especiales y dan lu
gar
á los fenómenos particulares del mundo invisible.
Como
todo es relativo, esos fluidos tienen para los
Espíritus,
que son tambien fluídicos, una apariencia
tan
material como la de los objetos tangibles para los
encarnados,
y son para ellos lo que para nosotros las
sustancias
del mundo terrestre; los elaboran, los com
binan
para producir efectos determinados, como ha
cen
los hombres con sus materiales, bien que por pro
cedimientos
diferentes.
Pero
,allí como aquí, no es dado sino á los Espíritus
más
ilustrados comprender las propiedades y usos de
los
elementos constitutivos de su mundo. Los igno
rantes
del mundo invisible son tan incapaces de ex
plicarse
los fenómenos que pasan á su vista y á cuya
producciou
concurren á veces maquinalmente, como
les
ignorantes de la tierra lo son para explicar los
efectos
de la luz ó de la electricidad y darse cuenta
de
cómo vea y cómo oyen.
4.—Los
elementos fluídicos del mundo espiritual se
sustraen
á la accion de nuestros instrumentos de aná
lisis,
y á la percepcion de nuestros sentidos hechos
para
la materia tangible y no para la materia eterea.
Los
hay que pertenecen á centros tan diferentes del
nuestro,
que no podemos juzgar sino por comparacio
nes
tan imperfectas como aquellas por cuyo medio un
ciego
de nacimiento trata de formarse una idea de la
teoría
de los colores.
Pero
entre estos fluidos hay algunos que están íutimaaiente
relacionados
con la tida corporal y perte
necen
en cierto modo al centro terrestre. A falta de
percepcion
directa, pueden observarse sus efectos, y
adquirirse
acerea de su naturaleza conocimientos al
gun
tanto precisos. Este estudio es esencial porque
nos
da la clave de multitud de fenómenos inexplica
bles
por las solas leyes de la materia.
5.—El
punto de partida del fluido universal, es el
grado
de pureza absoluta de que no hay cosa que pue
da
darnos una idea; el punto opuesto ó extremo res
pecto
al anterior es su transformacion en materia
tangible.
Entre estos dos extremos hay innumerables
modificaciones
que se aproximan más al uno que al
otro
extremo. Los fluidos más próximos á la materia
lidad
y por consecuencia menos puros, componen lo
que
podríamos llamar la atmósfera espiritual terres
tre;
en cuyo centro se encuentran asimismo grados
diferentes
de purificacion de que los Espíritus encar
nados
y no encarnados de la tierra toman los ele
mentos
necesarios ála economía de su existencia. Es
tos
fluidos, por más que para nosotros sean sutiles é
impalpables,
no por eso dejan de ser de una naturale
za
muy grosera comparados con los fluidos etéreos de
las
regiones superiores.
Lo
mismo sucede en la superficie de todos los mun
dos,
salvo las diferencias de constitucion y las condi
ciones
de vitalidad peculiares de cada uno. Cuanto
ménos
material es la vida en ellos, menos afinidad tie
nen
los fluidos espirituales con la materia propiamen
te
dicha.
La
expresion flúidos espirituales no es del todo
propia,
puesto que en definitiva siempre es materia
más
ó ménos sutilizada, y no hay verdaderamente es
piritual
más que el alma ó principio inteligente; pero
los
designamos así por comparacion y más aún por
su
afinidad con los Espíritus. Puede decirse que es la
materia
del mundo espiritual y en ese sentido los lla
mamos
fluidos espirituales.
6.—¿Quién
por otra parte conoce la constitucion
íntima
de la materia tangible? Quizás no es compacta
sinó
con relacion á los sentidos nuestros, y lo que pa
rece
probarlo es la facilidad con que se deja penetrar
por
los fluidos espirituales y por los Espíritus, á los
cuales
no ofrece más obstáculos que los que oponen á
la
luz los cuerpos más trasparentes.
Puesto
que la materia tangible tiene por elemento
primitivo
el fluido cósmico eterizado, descomponiéndo
se
este, debe poder volver al estado de eterizacion, co
mo
el diamante que siendo el más duro de los cuerpos
puede
volatilizarse y reducirse á gas impalpable. La
solidificacion
de la materia no es en realidad sinó un
estado
transitorio del fluido universal que puede vol
ver
á su estado primitivo cuando cesen de existir las
condiciones
de cohesion.
¿Quién
sabe aún, si la materia en estado de tangi
bilidad
es ó no susceptible de adquirir una especie de
eterizacion
que le comunique propiedades particula
res?
Ciertos fenómenos que parecen auténticos, indu
cen
á suponerlo así. No poseemos aún mas que una
pequeña
idea del mundo invisible , y el porvenir nos
reserva
sin duda el conocimiento de nuevas leyes que
nos
dejen comprender lo que todavía es para nosotros
un
misterio.
Extraído
del libro “EL GÉNESIS LOS MILAGROS Y LAS PROFECÍAS SEGÚN
EL ESPIRITISMO”
Allan
Kardec
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