Las estrellas fijas.
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40. —Las estrellas que se llaman fijas no están inmóviles en
el espacio. Las constelaciones que se han figurado en la bóveda del firmamento
no son creaciones simbólicas reales. La distancia de la tierra y la perspectiva
que desde ella ofrece el universo, son las causas de esta doble ilusion óptica.
41. —Hemos visto que la totalidad de los astros que centellean
en la bóveda azulada, está contenida en una misma aglomeracion cósmica, en una
misma nebulosa que llamais la via láctea. Pero no por pertenecer todos al mismo
grupo deja cada uno de estar animado de un movimiento propio de traslacion en el
espacio. El reposo absoluto no existe en ninguna parte: están regidos por las
leyes universales de la gravitacion y ruedan en la extension bajo el impulso
incesante de esa fuerza inmensa: giran, no siguiendo caminos trazados por la
casualidad, sino órbitas regulares cuyo centro está ocupado por un astro superior.
Para hacer mis palabras más comprensibles por un ejemplo, hablaré especialmente
de vuestro sol.
42. —Se sabe por las observaciones modernas que no es fijo
ni central, como se creia en los primeros tiempos de la Astronomía moderna sino
que avanza en el espacio, arrastrando consigo su vasto sistema de planetas, de
satélites y de cometas. Pero esta marcha no es fortuita, ni va errante por los
espacios infinitos á extraviarse con sus
hijos y sus subditos, lejos ó fuera de las regiones que le están asignadas. Su
órbita está trazada, y con los otros soles del mismo sistema ú órden á que él
pertenece, y rodeados como él de un cierto número de tierras habitadas, gravita
en torno de un sol central. Su movimiento de gravitacion así como el de los
soles, sus hermanos, es inapreciable á las observaciones anuales, porque
períodos seculares en gran número, bastarían apenas para marcar el tiempo de
estos años siderales.
43. —El sol central de que acabamos de hablar, es asimismo
un globo secundario , comparado con otro más importante en derredor del cual
perpetúa una marcha lenta y acompasada en compañía de otros soles del mismo
órden. Podríamos acreditar esta sucesion gerárquica de soles á soles hasta que
nuestra imaginacion resultara fatigada de recorrer su escala; porque se pueden
contar en números redondos, no se olvide, una treintena de millones de soles en
la via láctea , subordinados unos a, otros como las ruedas gigantescas de un inmenso
mecanismo.
44. —Y estos astros sin número viven una vida solidaria;
porque así como no hay nada aislado en vuestro pequeño globo, así tampoco se
conoce nada independiente ni aislado en el inconmesurable universo. Estos
sistemas, de sistemas parecerían desde léjos á la vista escudriñadora del
filósofo que supiera abraza el conjunto del cuadro que ofrecen el tiempo y el
espacio, un polvo de perlas de oro levantado en torbellinos por el aliento divino,
que hace volar los mundos siderales por los cielos, como los torbellinos de
polvo impulsados por el Simo un en los desiertos de Zahara.
Nada de inmovilidad, nada de silencio, nada de oscuridad! El
gran espectáculo que se desarrollada de es a suerte á nuestra vista, seria la
creacion real, inmensa y llena de la vida etérea que abraza en su conjunto interminable
la mirada infinita del Criador.
Mas en este punto no hemos hablado más que de una nebulosa:
sus millones de soles, sus miles de millones de tierras habitadas, no forman
como hemos dicho, más que una isla en el archipiélago infinito.
LOS MILAGROS Y LAS PROFECÍAS SEGÚN EL
ESPIRITISMO”
Allan Kardec
Allan Kardec
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