REFLEXIÓN
DEL LUCERO DE LA MAÑANA
Soy
hijo único de la vida
Se
acostumbre a vivir bien, sin más motivo que estar vivos.
Un
modelo de civilización que necesita cárceles y manicomios para
seguir existiendo, que usa la manipulación como herramienta
fundamental para seguir adelante; esa civilización está condenada.
Aprender
a vivir inspirados en quienes vivieron antes que nosotros.
Empezar
a preguntarse, comenzar a dudar y, a continuación,
atreverse a rebelarse.
Digamos
¡no! a lo que no tiene sentido.
Tenemos
que aprender a des-aprender.
Hay
que apartarse del rebaño.
Has
“una cita con tu alma”.
Está
prohibido engañarse.
No
derroche, no despilfarro, no podemos derrochar ni el agua, no comprar
lo innecesario.
Lo
que ignoramos es siempre más de lo que sabemos.
La
gente tiene que aprender a convertir la información en conocimiento
y el conocimiento en sabiduría, porque es la sabiduría la que tiene
la capacidad de modificar nuestra conciencia.
Hacer
de nuestra vida una obra de arte.
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