Naturaleza y propiedades de los fluidos. (43-48)

Los fluidos. CAPITULO XIV.

Naturaleza y propiedades de los fluidos. 



43. —Cuando la mesa se desprende del suelo y flota
en el espacio sin punto de apoyo, el Espíritu no la le
vanta á fuerza de brazos , sinó que la envuelve y la
penetra de una especie de atmósfera fluídica que neu
traliza el efecto de la gravitacion, como lo hace con
un globo el aire rarificado ó el gas de que se le llena.
El fluido de que está saturada le dá momentáneamen
te una ligereza específica mayor; y cuando la clava al
suelo, la pone en caso análogo al de la campana neu
mática bajo el cual se ha verificado el vacío. Estas
son comparaciones para mostrar la analogía de los
efectos y no la semejanza absoluta de las causas. (Li
bro de los Médiums, cap. IV.)
Se comprende despues de esto, que no ha de ser
más difícil á un Espíritu suspender en el aire á una
persona que á una mesa; trasportar un objeto de un
sitio á otro, ó lanzarlo en una direccion cualquiera.
Todos estos fenómenos se producen en virtud de una
misma ley. (1)
Cuando la masa persigue á alguno, no es el Espíritu

el que corre; éste puede permanecer tranquilo en ua
sitio, y comunicándole á la mesa el impulso por medio
de una corriente fluídica , la hace mover á su vo
luntad.
Cuando se hacen car golpe3 en la mesa ó en otra
parte cualquiera, el Espíritu no emplea las manos ni
otro objeto, sino que dirije al punto donde el ruido se
produce una corriente fluídica que produce el efecto
de una descarga eléctrica, y modifica his ruidos como
pueden modificarse los sonidos producidos por el air-
e^l).


(1) Tal es el fenomeno de los aportes, muy positivo sin duda al
guna, pero que no se puede aceptar sin extremada reserva, porque
es uno de los que más se prestan á la superchería. La honorabilidad
irrecusable de la persona que los obtiene, su desinterés absoluto ma
terial y moral y el concurso de las circunstancias accesorias, deben
tenerse muy en cuenta para no ser juguete de una burla. Es preciso,
sobre todo, desconfiar de la demasiado grande facilidad con que ta
les efectos se producen y tener por sospechosos los que se renuevan
con mucha frecuencia y por decirlo así, a voluntad; los prestidigita
dores hacen cosas más sorprendentes.
La suspension de una persona es un hecho no menos posilivo, pero
mucho más raro, quizás porque es mas difícil imitarlo. Es de toda
notoriedad que M. Home se ha elevado más de una vez hasta los te
chos dando la vuelta á una gran sala, y se dice que San Cupertino
tenia la misma facultad, lo cual no es más milagroso para el uno que
para el otro.]


44.—Es fenómeno muy frecuente en la mediumnidad,
la aptitud de ciertos médiums para escribir en
idiomas que les son desconocidos, y tratar sea de pala
bra ó por escrito materiasque estan enteramente fuera
del círculo de sus conocimientos. No es raro ver al
gunos qne escriben de corrido sin saber escribir, otros
que componen poesías sin haber sabido hacer un verso
en toda su vida; y otros que dibujan, pintan, tallan y
esculpen, componen música y tocan algun instrumen
to sin haber tenido nociones de dibujo, pintura, es-
(1) Egemplos de manifestaciones materiales v de perturbaciones
producidas por los Espíritus: Revue Spirite: ta niña de los Paneramas,
Enero de 1858;—La señorita Clairon, Febrero de 1858.—Espí
ritu golpeador de Bergzabern, narracion eiten?a. Mayo, Junio y Ju
lio de 1808.—Dibbetedorf. Agosto de 1858 —Poulanger de Diepp».
Marzo de 1860.—Marchaud de San T ete 'sburgo. Ahril de 18G0.—
Calle des Noyers. Agosto de 1860.—'Espíritu golpeador de 1' Aube,
Enero de 1861.—Idem en el . siglo XVI. Ene o de 18 -4.—Poitiers.
Mayo de 1864 y Mayo de 1865.—Sor María. Junio de 1864.—Marse
lla, Abril de 1865.—Fives. Agosto 1865, etc. (La Revitta Espirist«,
ha traducido y publicado algunos de estos hechos.)

cultura ni música. Es muy frecuente que un médium
escribiente reproduzca con una semejanza tal que pue
dan llegar á confundirse, el carácter de letra y la fir
ma que era propia al Espíritu que por él se comunica,
áunque no le hubiera jamás conocido.
Estos fenómenos no son más maravillosos, que el ver
escribir á un niño cuando se le guia la mano; por cu
yo medio se le puede hacer egecutar lo que se quiera,
así como se puede hacer escribir á cualquiera en un
idioma desconocido para él, haciéndole trazar letra
por letra las palabras que se desea.
Se comprende que puede suceder lo mismo en la mediumnidad,
si se atiende á la manera con que los Es
píritus se comunican con los médiums, los cuales no
son para ellos en realidad, mas que instrumentos pa
sivos. Pero si el médium posée el mecanismo, si ha
vencido las dificultades prácticas, si las expresiones le
son familiares, si en fin, hay en su cérebro elementos
de lo que el Espíritu le quiere hacer ejecutar, se en
cuentra en el caso del hombre que sabe leer y escribir
corrientemente; el trabajo es más fácil y más rápido,
el Espíritu no tiene que hacer otra cosa que transmi
tir el pensamiento, y su intérprete lo reproduce por
los medios de que dispone.
La aptitud de un médium para cosas que le son ex
trañas depende á veces de los conocimientos que ha
poseido en otra existencia, y de los cuales su Espíritu
conserva la intuicion; Si ha sido poeta ó músico, por
ejemplo, le será mas fácil asimilarse el pensamiento
musical 6 poético que se le quiere hacer reproducir.
El idioma que ignora hoy, puede haberle sido familiar
en otra existencia, y de ahí para él una aptitud ma
yor para escribir medianimicamente en este idio
ma. (1)
1) La aptitud de ciertas personas para aprender idiomas que

pronto Ies son tan familiares, como si fuesen el suyo propio, no re
conoce otra causa que un recuerdo intuitivo de lo que ¡supieron en
otra existencia. El ejemplo del poeta Mery referido en la Reme Spirite
de Noviembre de 18'>4 es una prueba palmaria de esto. Es evi
dente que si Mery hubiese sido médium en su juventud, hubiera es
crito en latin tan bien como en francés, y se hubiera tenido por un
prodigio.


45.—Los malos Espíritus pululan sobre la tierra á
causa de la inferioridad moral de sus habitantes; su
accion maléfica es causa en parte de las miserias á que
la humanidad está sujeta. La obsesion que es uno de
los efectos de esta accion, así como las enfermedades
y tantas otras tribulaciones de la vida, deben conside
rarse como una prueba ó una expiacion, y aceptarse
como tal.
La obsesion, que es la accion persistente que un Espíritu*
malo ejerce sobre una persona; presenta carac
teres muy diferentes, desde la simple influencia moral
sin señales exteriores sensibles hasta la turbacion
completa del organismo y de las facultades mentales.
La obsesion oblitera todas las facultades medianímicas
; en la mediumnidad auditiva y psicográfica se
traduce por la obstinacion de un Espíritu en manifes
tarse con exclusion de todos los demas.


46 —Del mismo modo que las enfermedades son el
resultado de las imperfecciones físicas que hacen al
cuerpo accesible á las influencias externas perniciosas,
así la obsesion lo es de una imperfeccion moral que
suministra asidero, por decirlo así, á un mal Espíritu.
A una causa física se opone una fuerza física, y á una
causa moral hay que oponerle una fuerza moral. Para
preservarse de las enfermedades, se robustece 6 con
forta el cuerpo; para preservarse de la obsesion hay
que confortar y robustecer el alma, y de ahi para él
obsesado la necesidad de trabajar en su mejoramiento;
lo cual basta á menudo para desembarazarse del Es
píritu obsesor sin necesidad de intervencion de perso
nas extrañas. Esta intervencion es precisa cuando la
obsesion degenera en subyugacion y posesion, porque
en estos casos el paciente suele perder la voluntad y
el libre albedrío.
La obsesion suele ser efecto de la venganza de un
Espirito, y la mayor parte de las veces tieije su origen
en las relaciones que el paciente ha tenido con él en
otra existencia.
En los casos de obsesion grave, el paciente está
como envuelto é impregnado por un fluido pernicioso
que neutraliza la accion de los fluidos saludables y los
repele, y es de este fluido de lo que hay que desemba
razarle. Un fluido malo no puede ser expulsado por
otro de la misma clase, y por una accion idéntica á la
del medium curativo en los casos de enfermedad, 'hay
que expeler el fluido malo con el auxilio de un
/liado mejor.
Esta accion casi mecánica no es siempre suficiente;
es preciso tambien , y áun preferente influir so
bre el sér inteligente , por quien tenga autoridad
para hacerlo; estta autoridad sólo la da la superiori
dad moral, y cuanto mayor es esta superioridad, ma
yor es la autoridad y fuerza que pnede desplegar so
bre el Espíritu obsesor.
No es esto todo: para asegurar la emancipacion del
Qbsesado, conviene inducir al Espíritu perverso á re
nunciar á sus malos designios; conducirle al arrepen
timiento y al deseo del bien por medio de hábiles exortaciones
y en evocaciones hechas ex profeso para
procurar su educacion moral , procurándose de este
modo la doble satisfaccion de libertar á un encarnado
y de convertir al bien á un Espíritu imperfecto.
La tarea es mucho más fácil cuando el obsesado,
comprendiendo su situacion, concurre con su voluntad
y con la oracion. No es así cuando el obsesado por un
Espíritu falaz tiene en gran concepto las cualidades de
su dominador y se complace en los errores que este le
sugiere; porque entonces en vez de secundar , rehuye
ó rechaza todo auxilio. Este es el caso de la fascina
cion, siempre mucho más rebelde que la subyugacion
más violenta. (Libro de los Médiums, Cap. XXIII.)
En todos los casos de obsesion, la oracion es el más
poderoso auxiliar para influir sobre el Espíritu obsesor.


47—En la obsesion, el Espíritu obra exteriormente
con auxilio del perispíritu que identifica con el del en
carnado, el cual se encuentra de este modo enlazado
ó como cogido en una red, y precisado á obrar contra
su voluntad.
En la posesion, en vez de obrar exteriormente, el
Espíritu libre se sustituye, por decirlo así, al Espíritu
encarnado, se domicilia en su cuerpo siu que el de és
te sea desalojado enteramente , puesto que esto sólo
tiene lugar á la muerte del individuo. La posesion es
siempre temporal é intermitente , porque un Espíritu
desencarnado no puede ocupar definitivamente el lu
gar y puesto de un encarnado , por cuanto la union
350 capítulo xiv.
molecular del perispíritu y del cuerpo no puede verifi
carse sino eu el momento de la concepcion. (Cap. XI,
18.)
El Espíritu, en posesion momentánea del cuerpo, se
sirve de él como si fuera el suyo propio ; habla pur su
boca, vé con sus ojos y se sirve de sus brazos , como
pudiera hacerlo si viviera vida carnal. No sucede lo
que en la mediumnidad parlante en que el Espíritu en
carnado transmite el pensamiento de un Espíritu li
bre; es este mismo el que habla y acciona; y si se le
hubiera conocido en vida, se le reconocería por su len
guaje, por su voz, por sus actitudes y hasta por la
expresion de su fisonomía.


48.—La obsesion es producida siempre por un Es
píritu maligno; la posesion es á veces producida por
un buen Espíritu que quiere hablar, y para hacer más
impresion en sus oyentes, toma el cuerpo de un en
carnado que éste le presta, como pudiera prestarse un
vestido. Esto se verifica sin turbacion ni malestar, y
durante este tiempo el poseido se encuentra en liber
tad como en el estado de emancipacion, y las mas de
las veces se queda al lado del posesor para escucharle.
Cuando el Espíritu posesor es malo, las cosas no
pasan de este modo, sino que se apodera del cuerpo del
individuo si este no tiene la fuerza moral suficiente
para resistirle. Lo hace por malignidad y encono
hácia éste, á quien atormenta y martiriza de mil ma
neras, hasta querer hacerle morir ya por la estrangu
lacion, ya arrojándole al fuego ya contra otros sitios
peligrosos. Sirviéndose de los miembros y de los órga
nos del desgraciado paciente, blasfema, injuria y mal
trata á los que le rodean y se permite excentricidades
y actos que tienen todos los caractéres de una locura
furiosa.
Los hechos de esta clase en diferentes grados de in
tensidad son muy numerosos, y muchos casos de locu
ra no reconocen otra causa. A veces se complican con
desórdenes patológicos que son consecutivos, y contra
los cuales son imputantes los tratamientos médicos,
mientras subsiste la causa. El Espiritismo, al dar á
«onocer este origen de una parte de las miserias hu
manas, indica el medio de remediarlas; el cual consis
te en obrar contra el autor del mal, que siendo un sér
inteligente, debe ser tratado por la inteligencia (1).
La obsesion y la posesion son las más de las veces
individuales, pero á veces son tambien epidémicas.
Cuando una legion de Espíritus malos se deja caer so
bre una poblacion, ocurre lo que cuando es invadida
por un egército de enemigos, y en este caso el núme
ro de los atacados puede ser considerable (2).


(1) Egemplos de curacion de obsesiones y posesiones. Revue Spirite.
Diciembre de 1863 Enero de 1864. Junio de 18j4.—Enero de
1865.—Junio de 18 S. Febero de 1866. Junio de 18ü7.
(2) Una epidemia de este genero es la que se ensaño hace algu
nos años en el pueblo de Morzine en Saboya, cuya historia completa
puede verse en la Rsvue Spirite de Diciembre de 18j¿, Enero, Fe
brero, Abril y Ma; o de i8j3.


Extraído del libro “EL GÉNESIS  LOS MILAGROS Y LAS PROFECÍAS SEGÚN EL ESPIRITISMO”

Allan Kardec



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