1 Génesis mosaico.Diluvio universal.
Diluvio universal.
VI. Período cuaternario ó post- Sexto
día. —Los
diluviano.—Terrenos de aluvion. —
animales terrestres.
Vegetales y animales actuales. —El — El
hombre,
hombre.
6. —El primer hecho que resulta del cuadro compa
rativo precedente, es, que la obra de cada uno de los
seis días no corresponde de una manera rigurosa, co
mo muchos suponen, á cada uno de los seis períodos
geológicos. La concordancia más notable es la de la
sucesion de los seres orgánicos, que es casi la misma,
y la de la aparicion del hombre en último lugar; lo
cual es una observacion importante.
Hay tambien coincidencia, no en el orden numéri
co de los períodos, sinó en el hecho contenido en el pa
sage en que se dice que en el tercer dia Waguas que
están bajo los cielos se reunieron en un solo lugar, y
que el elemento seco apareció. Es la expresion de lo
que ocurrió en el período terciario, cuando el levan
tamiento de la costra sólida descubrió los continentes
é hizo refluir las aguas que formaron los mares, des
pues de lo cual aparecieron los animales terrestres se
gun la Geología y segun el Génesis.
7.—Cuando Moisés dijo que la creacion se hizo en
seis dias, ¿quiso hablar de dias de veinticuatro horas, ó
bien quiso decir período, espacio , duración indetermi
nada, puesto que la palabra hebrea dia, tiene esas va
rias acepciones? La primera hipótesis parece lo más
probable, ateniéndose al texto mismo. La especifica
cion de mañana y tarde que limita cada uno de los
seis dias, da lugar á suponer que ha querido hablar de
días ordinarios. Ni aun puede quedar duda alguna acer
ca de este punto, cuando dice en el versículo quinto:
«Y llamó á la luz Dia, y á las tinieblas Noche; y fue
la tarde y la mañana, un dia.» Esto no puede apli
carse evidentemente sino al dia de veinticuatro horas
dividido por la luz y las tinieblas. El sentido es más
preciso aun cuando dice en los versículos 17 á 19 al
hablar del sol, de la luna y de las estrellas: «Y las pu
so en el firmamento del cielo, para que lucieran sobre
la tierra. Y para presidir al dia y á la noche y para
separar la luz de las tinieblas. Y fue la tarde y la ma
ñana el dia cuarto.»
Por otra parte, todo en la creacion era milagroso,
y entrando en la vía de los milagros, se puede perfec
tamente creer que la tierra fue hecha en seis dias ó
seis veces veinl ¡cuatro horas, sobre todo, cuando se
-ignoran las primeras leyes naturales. Esa creencia ha
sido, sin embargo, la de todos los pueblos civilizados,
hasta que ha venido la Geología á demostrar la im
posibilidad del hecho, y la inexactitud de la relacion
genésica con datos irrecusables.
8.—Uno de los puntos que han sido objeto de más
crítica en el Génesis, es la creacion del sol despues de
la luz. Se ha tratado de explicarlo con los datos que
la Geología misma suministra, diciendo, que la atmós
fera terrestre en los primeros tiempos de su forma
cion, estaba tan cargada de vapores densos y opacos,
que no dejavan ver el sol, y que siendo así, era como
si éste no existiera. Esa razon seria plausible, si á la
sazon hubiera habido habitantes que pudieran juzgar
de la presencia ó falta del sol; pero, segun Moisés mis
mo, no habia aun mas que plantas, las cuales no hu
bieran podido crecer y multiplicarse sino bajo la acr
cion del calor solar.
Resulta, por lo tanto, un anacronismo evidente en
el orden que Moisés asigna á la creacion del sol; pero
con intencion ó sin ella, no hay error en decir que la
luz precedió al sol.
El sol no es el principio de la luz universal; sino
una concentracion del elemento luminoso sobre un
punto, ó si se quiere del fluido que en circunstancias
dadas adquiere las propiedades luminosas. Este fluido,
que es la causa, existia por necesidad antes que el sol
el cual no es sino un efecto. El sol es causa para la
luz que esparce, mas es efecto con respecto á la que ha
recibido. En una habitacion oscura una bugía encen
dida es un pequeño sol. ¿Qué se hace para encender la
bugia? Se ha desarrollado la propiedad peculiar del
fluido luminoso y se ha concentrado este fluido en un
punto, la bugía es la causa de la luz que ilumina la
habitacion; mas si el principio luminoso no hubiese
existido antes que la bugía, esta no hubiera podido ser
encendida.
Lo mismo ha sucedido con el sol. El error procede
de la falsa idea en que se ha estado de que el univer
so entero ha empezado con la tierra, supuesto lo cual,
no se comprende que el sol haya podido ser creado
despues de la luz. Se sabe ahora que ántes que el sol
y la tierra fuesen, existian millones de soles y de tier
ras que gozaban por consecuencia de luz. Así, pues,
la asercion de Moisés es exacta en principio, y falsa
en cuanto hace crear la tierra antes que el sol, al cual
está sugeta en su movimiento de traslacion, y por
consecuencia debió ser creada con posterioridad á él;
pero Moisés no podia saber estas cosas, ignorando co
mo ignoraba la ley de la gravitacion.
El mismo pensamiento se encuentra en el Génesis
de los antiguos Persas, en el primer capítulo del Ven
dedad. Ormuzd, relatando el origen del mundo, dice:
«Yo creé la luz que fué á iluminar el sol, la luna y
las estrellas.» (Bictionaire de Mythologie univer
selle.) La forma es aquí más clara y más científica
que en Moisés, y no tiene necesidad de comentario.
Extraído del libro “EL GÉNESIS LOS MILAGROS Y LAS PROFECÍAS SEGÚN EL
ESPIRITISMO”
Allan Kardec
EL CIEGO DE SILOÉ
EL CIEGO DE SILOÉ
“De camino, vio a un hombre ciego de nacimiento. Sus discípulos le preguntaron: Maestro, ¿quién pecó, este o sus padres, para que naciera ciego? Jesús respondió: Ni este ni sus padres. Nació ciego para que resplandezca en él el poder de Dios. Debemos hacer las obras del que me envió mientras es de día. Cuando viene la noche nadie puede trabajar. Mientras estoy en el mundo, soy la luz del mundo. Dicho esto, escupió en la tierra e hizo lodo con la saliva, le untó con ello los ojos y le dijo: Ve a lavarte en la piscina de Siloé (que significa enviado). Fue, se lavó y volvió con vista. Entonces los vecinos y los que solían verlo pidiendo limosna decían: ¿No es este el que se sentaba a pedir? Unos decían: Es este. Y otros: No, es uno que se le parece. Pero él decía: Soy yo. Y le preguntaban: Pues, ¿cómo se te han abierto los ojos? Él contestó: Ese hombre que se llama Jesús hizo lodo, me untó con ello los ojos y me dijo: Ve a lavarte a Siloé. Fui, me lavé y vi. Y le preguntaron: ¿Dónde está ese? Contestó: No lo sé. Llevaron a los fariseos al que antes había sido ciego, pues era sábado el día en que Jesús había hecho lodo y abierto sus ojos. Los fariseos, a su vez, le preguntaron cómo había obtenido la vista. Él les dijo: Me puso lodo en los ojos, me lavé y veo. Algunos fariseos dijeron: Ese no puede ser un hombre de Dios, pues no guarda el sábado. Otros decían: ¿Cómo puede hacer tales milagros un hombre pecador? Estaban divididos. Preguntaron de nuevo al ciego. A ti te ha abierto los ojos: ¿qué piensas de él? Él contestó: Que es un profeta. Los judíos no podían creer que hubiera sido ciego y ahora viese, hasta que llamaron a sus padres y les preguntaron: ¿Es este vuestro hijo, del que decís que nació ciego? ¿Cómo es que ahora ve? Los padres contestaron: Sabemos que este es nuestro hijo y que nació ciego. Cómo ve ahora, no lo sabemos; ignoramos quién abrió sus ojos. Preguntádselo a él; ya es mayor y os puede responder. Sus padres hablaron así por miedo a los judíos, que habían decidido expulsar de la sinagoga al que reconociera que Jesús era el mesías. Por eso los padres dijeron: Ya es mayor y os puede responder; preguntádselo a él. Llamaron otra vez al que había sido ciego, y le dijeron: Di la verdad ante Dios; nosotros sabemos que este hombre es pecador. Él respondió: no sé si es pecador o no; sólo sé que yo era ciego y ahora veo. Le preguntaron: ¿Qué te hizo? ¿Cómo te abrió los ojos? Respondió: Ya os lo he dicho y no me habéis hecho caso. ¿Por qué queréis oírlo otra vez? ¿Queréis también vosotros haceros sus discípulos? Ellos le insultaron diciendo: Tú eres su discípulo; nosotros lo somos de Moisés. Nosotros sabemos que a Moisés le habló Dios. Pero de este no sabemos ni de dónde es. Él les contestó: Es curioso: Vosotros no sabéis ni de dónde es, y él me ha abierto los ojos. Sabemos que Dios no escucha a los pecadores, sino al que le es fiel y hace su voluntad. Jamás se ha oído decir que alguien haya abierto los ojos a un ciego de nacimiento. Si él no fuera de Dios, no podría hacer nada. Le respondieron: Todo tú eres pecado desde que naciste, ¿y nos enseñas a nosotros? Y lo expulsaron de la sinagoga. Jesús oyó que lo habían expulsado; fue a buscarlo y le dijo: Tú crees en el Hijo de Dios? él le respondió: ¿Y quién es, Señor, para que crea en él? Jesús le dijo: lo estás viendo; es el que habla contigo. Respondió: Creo, Señor. Y se puso de rodillas ante él. Jesús dijo: Yo he venido a este mundo para que los que no ven vean, y los que ven se queden ciegos. Al oír esto, algunos fariseos que estaban con él le preguntaron: ¿Somos también nosotros ciegos? Jesús les dijo: Si fueseis ciegos, no tendríais culpa; pero como decís que veis, seguís en pecado.”
(Juan, IX, 1-41).
La vida de Jesús es una lección extraordinaria. Fuente de enseñanzas inagotables para la Vida Eterna, sólo por ella seremos capaces de fortalecernos para el cumplimiento de los designios divinos. Todos los maestros de la Tierra se han equivocado y continúan equivocándose, sólo Jesús dijo la Eterna Verdad, que irá siendo asimilada en la proporción que crezcamos en su conocimiento y a medida que las gracias de Dios abunden en nosotros.
*
Jesús pasaba y vio a un hombre que era ciego de nacimiento, y después que vio al ciego conoció todo. Por la naturaleza de la ceguera conoció no sólo que el ciego lo era de nacimiento, sino también que sus padres no habían pecado para que el ciego así naciese, es decir, que la “mancha” no era hereditaria. Conoció más el médico excelente que la ceguera de ese hombre no provenía de ningún pecado que él hubiese cometido; sino, que aquella larga enfermedad, antes de ser un castigo, era una gracia de Dios, para que sus obras fuesen manifiestas.
*
De estos párrafos que acabamos de leer, podemos suponer tres cosas: 1º - Que la ceguera de nacimiento es producida por pecados de los padres. 2º - Que la ceguera de nacimiento es producida por pecados del propio ciego. 3º - Que la ceguera de nacimiento es una gracia de Dios para que sus obras sean manifiestas. Vamos a analizar estas tres proposiciones ligeramente.
¿La ceguera de nacimiento es producida por pecados de los padres?
Dura cosa es ir contra de las enseñanzas sagradas, o argumentar con el sentido de las Escrituras. ¿Cómo podremos afirmar, por un lado, que, “los hijos no pagan por los pecados de los padres”, y por otro, decir que “la ceguera de nacimiento es producida por pecados de los padres? ¿No será, acaso, una injusticia y una blasfemia afirmar que, si los padres robaron, injuriaron, mataron, persiguieron, los hijos vengan a sufrir las consecuencias de estos desatinos, de estos males practicados por sus progenitores? Si Jesús dijo a sus discípulos que cada uno es responsable por sus obras, ¿cómo puedo pagar yo por los pecados de mis padres? Jesús no faltó nunca con la verdad; su palabra es de vida y de luz; en él no hay tinieblas; ¿cómo afirmar que la “ceguera puede tener como causa los pecados de los padres?” Está escrito en el trecho del Evangelio, que más arribas figura, que, habiendo preguntado los apóstoles al Maestro: “¿Quién pecó para que este hombre naciese ciego, él o sus padres?”, Jesús respondió: “Ni él pecó ni sus padres.” Por la pregunta de los apóstoles comprendemos que ellos creían que la ceguera de nacimiento era ocasionada, o por los pecados de los padres, o por pecados del propio Espíritu.
Y por la respuesta que Jesús les dio, también podemos comprender que a esa creencia no le faltaba fundamento, porque, si así fuese, Jesús, que les estaba enseñando y que era el Maestro de todos ellos, les diría: “Os equivocáis, con vuestro pensamiento, porque el pecado de los padres no puede cegar a los hijos, así como nadie puede pecar antes de nacer.” Pero Jesús no les dijo esto: dejó que alimentasen su creencia, su modo de pensar, y se limitó a afirmar, en cuanto a aquél ciego que: “ni él pecó, ni sus padres, pero se había producido aquella ceguera para que las obras de Dios fuesen manifiestas”
“De camino, vio a un hombre ciego de nacimiento. Sus discípulos le preguntaron: Maestro, ¿quién pecó, este o sus padres, para que naciera ciego? Jesús respondió: Ni este ni sus padres. Nació ciego para que resplandezca en él el poder de Dios. Debemos hacer las obras del que me envió mientras es de día. Cuando viene la noche nadie puede trabajar. Mientras estoy en el mundo, soy la luz del mundo. Dicho esto, escupió en la tierra e hizo lodo con la saliva, le untó con ello los ojos y le dijo: Ve a lavarte en la piscina de Siloé (que significa enviado). Fue, se lavó y volvió con vista. Entonces los vecinos y los que solían verlo pidiendo limosna decían: ¿No es este el que se sentaba a pedir? Unos decían: Es este. Y otros: No, es uno que se le parece. Pero él decía: Soy yo. Y le preguntaban: Pues, ¿cómo se te han abierto los ojos? Él contestó: Ese hombre que se llama Jesús hizo lodo, me untó con ello los ojos y me dijo: Ve a lavarte a Siloé. Fui, me lavé y vi. Y le preguntaron: ¿Dónde está ese? Contestó: No lo sé. Llevaron a los fariseos al que antes había sido ciego, pues era sábado el día en que Jesús había hecho lodo y abierto sus ojos. Los fariseos, a su vez, le preguntaron cómo había obtenido la vista. Él les dijo: Me puso lodo en los ojos, me lavé y veo. Algunos fariseos dijeron: Ese no puede ser un hombre de Dios, pues no guarda el sábado. Otros decían: ¿Cómo puede hacer tales milagros un hombre pecador? Estaban divididos. Preguntaron de nuevo al ciego. A ti te ha abierto los ojos: ¿qué piensas de él? Él contestó: Que es un profeta. Los judíos no podían creer que hubiera sido ciego y ahora viese, hasta que llamaron a sus padres y les preguntaron: ¿Es este vuestro hijo, del que decís que nació ciego? ¿Cómo es que ahora ve? Los padres contestaron: Sabemos que este es nuestro hijo y que nació ciego. Cómo ve ahora, no lo sabemos; ignoramos quién abrió sus ojos. Preguntádselo a él; ya es mayor y os puede responder. Sus padres hablaron así por miedo a los judíos, que habían decidido expulsar de la sinagoga al que reconociera que Jesús era el mesías. Por eso los padres dijeron: Ya es mayor y os puede responder; preguntádselo a él. Llamaron otra vez al que había sido ciego, y le dijeron: Di la verdad ante Dios; nosotros sabemos que este hombre es pecador. Él respondió: no sé si es pecador o no; sólo sé que yo era ciego y ahora veo. Le preguntaron: ¿Qué te hizo? ¿Cómo te abrió los ojos? Respondió: Ya os lo he dicho y no me habéis hecho caso. ¿Por qué queréis oírlo otra vez? ¿Queréis también vosotros haceros sus discípulos? Ellos le insultaron diciendo: Tú eres su discípulo; nosotros lo somos de Moisés. Nosotros sabemos que a Moisés le habló Dios. Pero de este no sabemos ni de dónde es. Él les contestó: Es curioso: Vosotros no sabéis ni de dónde es, y él me ha abierto los ojos. Sabemos que Dios no escucha a los pecadores, sino al que le es fiel y hace su voluntad. Jamás se ha oído decir que alguien haya abierto los ojos a un ciego de nacimiento. Si él no fuera de Dios, no podría hacer nada. Le respondieron: Todo tú eres pecado desde que naciste, ¿y nos enseñas a nosotros? Y lo expulsaron de la sinagoga. Jesús oyó que lo habían expulsado; fue a buscarlo y le dijo: Tú crees en el Hijo de Dios? él le respondió: ¿Y quién es, Señor, para que crea en él? Jesús le dijo: lo estás viendo; es el que habla contigo. Respondió: Creo, Señor. Y se puso de rodillas ante él. Jesús dijo: Yo he venido a este mundo para que los que no ven vean, y los que ven se queden ciegos. Al oír esto, algunos fariseos que estaban con él le preguntaron: ¿Somos también nosotros ciegos? Jesús les dijo: Si fueseis ciegos, no tendríais culpa; pero como decís que veis, seguís en pecado.”
(Juan, IX, 1-41).
La vida de Jesús es una lección extraordinaria. Fuente de enseñanzas inagotables para la Vida Eterna, sólo por ella seremos capaces de fortalecernos para el cumplimiento de los designios divinos. Todos los maestros de la Tierra se han equivocado y continúan equivocándose, sólo Jesús dijo la Eterna Verdad, que irá siendo asimilada en la proporción que crezcamos en su conocimiento y a medida que las gracias de Dios abunden en nosotros.
*
Jesús pasaba y vio a un hombre que era ciego de nacimiento, y después que vio al ciego conoció todo. Por la naturaleza de la ceguera conoció no sólo que el ciego lo era de nacimiento, sino también que sus padres no habían pecado para que el ciego así naciese, es decir, que la “mancha” no era hereditaria. Conoció más el médico excelente que la ceguera de ese hombre no provenía de ningún pecado que él hubiese cometido; sino, que aquella larga enfermedad, antes de ser un castigo, era una gracia de Dios, para que sus obras fuesen manifiestas.
*
De estos párrafos que acabamos de leer, podemos suponer tres cosas: 1º - Que la ceguera de nacimiento es producida por pecados de los padres. 2º - Que la ceguera de nacimiento es producida por pecados del propio ciego. 3º - Que la ceguera de nacimiento es una gracia de Dios para que sus obras sean manifiestas. Vamos a analizar estas tres proposiciones ligeramente.
¿La ceguera de nacimiento es producida por pecados de los padres?
Dura cosa es ir contra de las enseñanzas sagradas, o argumentar con el sentido de las Escrituras. ¿Cómo podremos afirmar, por un lado, que, “los hijos no pagan por los pecados de los padres”, y por otro, decir que “la ceguera de nacimiento es producida por pecados de los padres? ¿No será, acaso, una injusticia y una blasfemia afirmar que, si los padres robaron, injuriaron, mataron, persiguieron, los hijos vengan a sufrir las consecuencias de estos desatinos, de estos males practicados por sus progenitores? Si Jesús dijo a sus discípulos que cada uno es responsable por sus obras, ¿cómo puedo pagar yo por los pecados de mis padres? Jesús no faltó nunca con la verdad; su palabra es de vida y de luz; en él no hay tinieblas; ¿cómo afirmar que la “ceguera puede tener como causa los pecados de los padres?” Está escrito en el trecho del Evangelio, que más arribas figura, que, habiendo preguntado los apóstoles al Maestro: “¿Quién pecó para que este hombre naciese ciego, él o sus padres?”, Jesús respondió: “Ni él pecó ni sus padres.” Por la pregunta de los apóstoles comprendemos que ellos creían que la ceguera de nacimiento era ocasionada, o por los pecados de los padres, o por pecados del propio Espíritu.
Y por la respuesta que Jesús les dio, también podemos comprender que a esa creencia no le faltaba fundamento, porque, si así fuese, Jesús, que les estaba enseñando y que era el Maestro de todos ellos, les diría: “Os equivocáis, con vuestro pensamiento, porque el pecado de los padres no puede cegar a los hijos, así como nadie puede pecar antes de nacer.” Pero Jesús no les dijo esto: dejó que alimentasen su creencia, su modo de pensar, y se limitó a afirmar, en cuanto a aquél ciego que: “ni él pecó, ni sus padres, pero se había producido aquella ceguera para que las obras de Dios fuesen manifiestas”
Extraído del libro
https://espiritismo.es/Descargas/libros/Parabolas_de_Jesus.pdf
Hablamos De ESPIRITISMO 1
Hablamos De ESPIRITISMO 1
Emitido en directo el 24 oct. 2018
Velada # 3
Velada # 3
Intro: En las lecturas
de VELADA traigo temas que puede
estudiar y analizar. Tomate un poco de tiempo y examinándolo a fondo varias
veces con comodidad y piensa en ellos. No tengo la verdad, y no sé nada. No me
creas solo te pido que dude todo y lo pongas a prueba. Dame tu opinión,
comentario o sugerencia. La paz sea contigo.
Temas:
1. Telepatía En El Mundo Espiritual
a.
Fenómeno que consiste en la transmisión o en la
coincidencia de pensamientos entre personas, generalmente distantes entre sí,
que se produce sin intervención de los sentidos o de agentes físicos conocidos.
b.
La verdadera (y única) telepatía es la del mundo
espiritual, porque en el plano físico la telepatía no existe. Un espíritu puede
transmitirle a otro en un instante todo el contenido de una biblioteca, por dar
un ejemplo de su enorme magnitud, pero un encarnado no podría hacer algo así ni
siquiera remotamente.
c.
El cerebro es un buen emisor de ondas magnéticas
debido a la gran actividad eléctrica que desarrolla.
d.
En la vida diaria cuando una persona piensa en
alguien y ese alguien al poco tiempo hace sonar el timbre de su puerta.
e.
El caso más concreto de transmisión de
pensamientos o “telepatía”, se produce en las sesiones que llevan a cabo los
espiritistas. El cliente cuando, por ejemplo, piensa en su difunto padre y le
pide al “medium” que lo traiga y hable con él, éste, que sabe cómo entrar en
“trance” o autohipnosis, se convierte en fácil receptor de sus pensamientos.
2. Somos luz
a.
Hechos 13:47
i.
Porque así nos lo ha mandado el Señor: Te he
puesto como luz para los gentiles, a fin de que lleves la salvación hasta los
confines de la tierra.
b.
Cuidemos de:
i.
Las relaciones sexuales.
ii.
Lugares de prostitución o promiscuidad.
iii.
Las mujeres que se han practicado abortos.
iv.
Las personas viciosas, fanáticas y violenta.
v.
Lugares de rituales y magias destructivas.
vi.
De personas que posean resto de animales o
humanos (ejemplo: la ceniza de un difunto).
3. Riesgo suicida
a.
Nivel de probabilidad de una persona para que
lleve a cabo un intento suicida independientemente de sus resultados. El riesgo
puede ser alto, moderado o bajo.
b.
Evitar que más vidas se pierdan ante situaciones
que se pueden prevenir
i.
Preguntar y escuchar a nuestro familiar,
amigo(a) o compañero(a) de trabajo sobre sus pensamientos y emociones
relacionadas a la conducta suicida aliviará su tensión. Es muy importante que
adoptemos una disposición de escuchar atentamente y con respeto, lo que le
indicará que nos preocupa y que verdaderamente deseamos ayudarle. Discutir y
minimizar estas ideas es una actitud equivocada.
ii.
Es muy importante que, si detectamos que nuestro
familiar, amigo(a) o conocido(a) se encuentra en una situación de riesgo suicida,
le preguntemos sobre ello. Por consiguiente, deben tomarse en serio todas las
amenazas de autolesión.
iii.
Es erróneo pensar que no podemos hacer nada para
prevenir la conducta suicida. El suicidio y/o sus intentos, en la mayoría de
las ocasiones se pueden prevenir y por ello es muy importante que aprendamos a
detectar las señales de riesgo y conocer cuáles son los factores que
incrementan su aparición para tomar acción y buscar ayuda profesional de
inmediato.
iv.
No reprochar ni minimizar un gesto suicida.
Ofrecer apoyo incondicional a quien ha intentado un suicidio, así como a sus
sobrevivientes. Tomar en serio toda amenaza o señal que indique que una persona
está considerando suicidarse y tomar acción.
REFERENCIA
1.
https://definicion.de/telepatia/
Iris de la Rosa Vélez
12 marzo de 2019
Si esta lectura ha sido de mucha ayuda, por favor
compártela.
Espero vuestros comentarios y sugerencias.
Un fuerte abrazo.
4 Génesis mosaico. LOS SEIS DIAS.
4 Génesis mosaico.
LOS SEIS DIAS.
1. Período astronómico. —Agio- Primer
día. —El
meraci m de la materia cósmica uni- cielo
y la tierra. —
versal ¿obre un punto del espacio, en La
luz.
una nebulosa que ha producido por
la condensacion de la materia en di
versos puntos, las estrellas, el sol, la
tierra, la luna y los planetas.
Estado primitivo, fluídico é in
candescente de la tierra . Atmósfera
inmensa cargada con todo el vapor
de agua y todas las materias suscep
tibles de volatilizarse.
II. Período primario. —Endure

por el enfriamiento; formacion de las
capas graníticas. —Atmósfera densí
sima y sofocante, impenetrable á los
rayos del sol. —Precipitacion gra
dual del agua y de las materias só
lidas volatilizadas en el aire. —Au
sencia absoluta de vida orgánica.
III. Período de transicion. —Las
aguas cubren toda la superficie del

dimento formados por las aguas. —
Calor húmedo. —El sol principia á
penetrar la atmósfera brumosa. —
Primeros séres orgánicos de la cons
titucion más rudimentaria. —Lique
nes, musgos, helechos, licopodios,
hongos y plantas herbáceas. Vege
tacion colosal.—Primeros animales
marinos: zoófitos, poliperos, crustá
ceos. —Depósitos hullíferos.
IV. Período secundario. —Su
perficie de la tierra poco accidenta

sas. —Temperatura ménos caldeada:
atmósfera más ligera. — Depósitos
calcáreos considerables por sedimen
tacion. —Vegetacion ménos colosal:
nuevas especies : plantas leñosas :
primeros árboles. —Peces; cetáceos;
moluscos; enormes reptiles acuáticos
y anfibios.
V. Período terciario. —Grandes
levantamientos de la costra sólida;

cia de las aguas á los sitios bajos:
formacion de los mares. —Atmósfera
depurada : temperatura dependiente
del calor solar. —Animales terres
tres gigantescos: vegetales y anima
les actuales. —Las aves.
Extraído del libro “EL GÉNESIS LOS MILAGROS Y LAS PROFECÍAS SEGÚN EL
ESPIRITISMO”
Allan Kardec
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