La Actitud Hablará Más Alto Que Todo Lo Demás
Se puede detentar un Espiritismo aprendido, y desde ahí incluso estar capacitado para desarrollar una brillante ponencia o una buena exposición doctrinaria, y sin embargo, estar al mismo tiempo a años luz del mensaje espírita…,
porque el Espiritismo no es la técnica, ni la oratoria, ni lo mucho estudiado; es lo que late tras todo eso…
No es lo que cuentas o explicas: sobre todo es lo que transmites…
No es un discurso, sino aquello que se desea comunicar mediante el mismo…
Lejos de ser un compendio para adular muestras capacidades intelectuales, el Espiritismo es lo que se irradia, lo que llega al intelecto y al corazón. Porque esta enseñanza universal es una manera de vivir y sentir la vida, mucho más una ‘actitud’ que una ‘aptitud’. No es el querer convertir de los “religiosos”, ni el aleccionamiento cultivado de los “científicos”, entre otras cosas porque ambas acciones pueden ser cortinas de humo y vanidad…
Es la diferencia entre un mensaje que nace y muere en el discurso (por brillante que este sea), y el que toca el alma consciente de que Espiritismo es (por encima de todo), respeto, empatía y consuelo.
Por Juan Manuel Ruiz González. Martes 10 de Noviembre de 2020
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