¡Yo... El Espíritu! La psicología trascendental espiritista
¡Yo... El Espíritu! La psicología trascendental espiritista está escrita por Pablo Serrano Lebrón. Este libro fue publicado por Rose Book y dado a conocer en 2006. El autor hace una advertencia indicando que su libro está dirigido a los librepensadores. El autor desarrolla el tema del yo, el espíritu en su dimensión espiritual refiriéndose a un espiritismo como ciencia, filosofía y moral. Enfatizando que es un espíritu con un cuerpo.
En la lectura de ¡Yo... El Espíritu! el autor se da la tarea de explicar de dónde venimos y hacia dónde vamos. Si entrar en la polémica religiosa social. Por un recorridos por sus páginas el autor Pablo Serrano Lebrón, hace un inca pie a las leyes de conducta constructora las misma que Allan Kadec, identifica como Las Ley Moral.
Un trazado lineal por los conceptos dado encontramos que el autor da espacio a un resumen de cada conceptos por cada capítulo. Añadiendo una guía de preguntas para repasar las ideas que se presentan. Llevando al lector a hacer un análisis más profundo de lo leído. Este es un libro para ser estudiado páginas por páginas. En su lectura han de analizarse las ideas y se debe dedicar un tiempo razonable para desarrollar una lógica de librepensador. ¡Yo... El Espíritu! La psicología trascendental espiritista tiene un sentido individualizado con un propósito en mente, la idea trascendental del espíritu.
La palabra pase tiene significados distintos. Inicialmente era el nombre dado a
los gestos con la finalidad de mover las energías. Después, considerado como
actividad de cura, fue denominado como la propia cura.
¿Que es el pase?
Es
una donación de energía fluidifica de un encarnado para otro encarnado, con el auxilio
de entidades espirituales que filtran esa energía y añaden las propiedades
complementarias para el tratamiento. Es la transferencia de fluidos de una
persona a otra, a través de la oración e imposición de manos.
¿Que es fluido?
Al
estudiar el pase, definimos los fluidos como energía magnética que tiene la
propiedad de ejercer influencia sobre el periespíritu de los individuos. Energía
esa que es donada por el médium pesista y manipulada por los benefactores
espirituales.
El
periespíritu es un cuerpo de materia muy sutil que envuelve y da forma al
espíritu. Y es en el periespíritu que el pase ejerce su función curadora.
¿Por qué los espíritus necesitan de los médiums
para aplicar el pase?
Porque
nosotros, como espíritus encarnados, al recibir un pase, necesitamos de energías
parecidas a las nuestras, originadas de otro encarnado. Los espíritus
benefactores desencarnados no las poseen, por eso, retiran esas energías de los
médiums, mezclándolas con las suyas. Al manipular esos fluidos, los tornan
adecuados a nuestro bienestar.
¿Cual es la función del pase?
El
pase tiene la función de re-equilibrar energética-mente el periespíritu del
paciente, produciendo condiciones favorables a la restauración de su armonía
física y mental.
El
Espiritismo nos enseña que todas las dolencias tienen su origen en el espíritu,
después se instala en el periespíritu, cuando por fin se manifiesta en el
cuerpo físico. Por tanto, el pase, al actuar en el periespíritu, armoniza sus energías,
proporcionando una mejora, aunque sea momentánea, en el cuerpo físico del
paciente.
La
cura real de alguna dolencia solamente se torna posible a través de una reforma
íntima de aquel que sufre. Solo de esta forma las causas de las dolencias,
generadas en el espíritu, serán extinguidas.
Reforma
íntima significa renovar las ideas y los comportamientos viciosos, cambiándolos
por nuevas disposiciones mentales dirigidas para el bien. Por consecuencia, la
cura física solo vendrá después de una transformación moral efectiva, teniendo
como base el Evangelio de Jesús.
Si
el paciente estuviere pasando por algún tratamiento médico, es preciso
continuar siguiendo las determinaciones. El tratamiento espiritual y el
tratamiento médico se complementan. En cuanto uno cuida del espíritu, el otro
cuida del cuerpo, que ya manifestó la dolencia causada por la invariancia del
espíritu.
Reglas para un buen aprovechamiento del
pase.
No
ingerir bebidas alcohólicas.
No
fumar.
Hacer
reflexiones leves antes del pase.
Mientras
espera el pase, mantenerse en silencio y en oración.
Cultivar
la humildad, la esperanza, el coraje y la Fe.
¿Cuál es la importancia de la Fe en el
momento del pase?
La
ausencia de fe por parte del paisista anula su poder de transmitir los fluidos
curadores de los mentores espirituales para el paciente. Como también, un
paciente sin Fe no permite el envió de las energías saludables provenientes del
paisista.
Por
lo tanto, es necesario respetar y creer en aquello que está siendo hecho. Es
preciso tener en nuestros corazones la certeza del empeño del mundo espiritual
en niestro favor. Esto es tener Fe en el momento del pase.
Los
mentores espirituales, orientadores de instituciones espíritas, forman equipos
especializados para atendimiento a los encarnados, donde varios servicios de auxilio
son desarrollados. Uno de esos servicios son los pases magnéticos, aplicados a
los frecuentadores de la casa.
¿Cuáles
son los tipos de pase?
Pase
magnético: El fluido utilizado es donado básicamente por el propio pasista. No
hay participación de entidades espirituales.
Pase
espiritual: La donación viene directamente de los espíritus, siendo el médium
apenas un canal por donde son transmitidos los fluidos.
Pase
mixto: Es más común en nuestro medio. Cuenta con la participación fluídica
tanto de los espíritus como de los médiums.
El Pase
Magnético no puede considerarse un Ritual Religioso
Pues el propósito es
transferir fluidos cósmicos que son compartidos por buenos Espíritus para
nuestro beneficio. No tiene carácter simbólico, sino real, que al ser
transferidos nos proveen el propósito de fluidificar nuestros centros vitales.
Puedes transferir estos fluidos solamente con la transmisión del pensamiento.
No es un proceso religioso, sino un beneficio al que lo recibe. Los ritos
tienen propósitos religiosos, y el espiritismo no es una religión
institucionalizada. El pase es un procedimiento para canalizar fluidos que son
utilizados para nuestro beneficio, es como si el acto de comer o bañarse fuera
considerado un rito, pues se realiza para beneficio del ser humano.
Un Rito tiene
propósitos religiosos, donde se pretende de una manera simbólica se celebre un
ritual que lo que hace es interferir con el Libre Albedrio de las personas, que
deciden realizarlos con propósitos diversos. En la mayoría de los casos
se hace con propósitos de influenciar a otros u obtener bienes materiales. El
Espiritismo no hace los pases magnéticos con ningún propósito material, que no
sea transferir fluidos para el beneficio humano. El Pase también tiene
propósitos de sanar Obsesiones Espirituales ocasionadas por Espíritus Impuros,
y es una herramienta útil.
No se puede
comparar un Ritual de sacrificio con un procedimiento de transferir fluidos
para beneficio. La comida que consumimos o el agua que tomamos, pueden
ser procesadas de antemano y no constituyen un ritual. La comida hay que
prepararla de acuerdo al gusto individual y este proceso no puede considerarse
un ritual, primero porque no es simbólico, no es con propósitos religiosos, y
si la comida no se prepara no la podemos consumir. Del mismo modo el agua hay
que filtrarla y extraer las imperfecciones.
En resumen el Rito no es
lo mismo a realizar Pases Espiritas, y el pase Espirita no violenta el Libre
Albedrío del que recibe el pase. El Rito, si interfiere con el libre albedrío
del que lo realiza, pues pretende obtener algún tipo de beneficio económico con
propósitos de hacer daño a alguien.
“El Reino de los Cielos es semejante a un
tesoro escondido en el campo. El que lo encuentra lo esconde y, lleno de
alegría va, vende todo lo que tiene y compra aquél campo.”
(Mateo, XIII, 44).
El hombre ha resumido su tarea en la
Tierra a buscar “tesoros”, a hallar tesoros, a esconder tesoros, a vender lo
que tiene para comprar campos que tengan tesoros. Así ha sucedido y así está
sucediendo. ¿Para qué trabaja el hombre en la Tierra?¿Para qué estudia? ¿Para
qué lucha, hasta el punto de matar a su semejante? ¡Para poseer tesoros!
Jesús,
sabiendo de los engaños que el hombre emplea en la conquista de los tesoros,
hizo del “tesoro escondido” una parábola, comparándolo al Reino de los Cielos;
lo hizo, naturalmente, para que los que recibiesen esos conocimientos, también
empleasen todo sus talento, todos sus esfuerzos, todo su trabajo, toda su
actividad, todos sus sacrificios, en la conquista de ese otro “tesoro”, al cual
él llamó imperecible, recordando que “la polilla y la herrumbre no lo corroen,
y los ladrones no lo roban”.
El Reino de los Cielos es un tesoro oculto al
mundo, porque los grandes, los nobles, los guías y los jefes de sectas
religiosas no quieren hacer que aparezca para la Humanidad. Pero, gracias a la
Revelación, a las Enseñanzas Espíritas, a los Espíritus del Señor, hoy le es
muy fácil al hombre hallar ese tesoro.
Más difícil le puede ser, “vender lo que
tiene y comprar el campo”, es decir, desembarazarse de sus viejas creencias,
del egoísmo, del prejuicio, del amor a los bienes terrestres, para poseer los
bienes celestes. Materializado como está, el hombre prefiere siempre los bienes
aparentes y perecibles, porque los considera positivos; los bienes reales e
imperecibles él los juzga abstractos.
La Parábola del Tesoro Escondido es
significativa y digna de meditación: el hombre terreno muere y se queda sin sus
bienes; el hombre espiritual permanece para la Vida Eterna y el tesoro del
cielo, que él adquirió es de su propiedad permanente.